"Quémalo todo, que todo arda. Libérate de esa jaula y vuela lejos junto conmigo. Olvida la ley de Dios, olvida lo impuesto, que yo pondré, mi Tiempo en Ti..."
~*⚠️ A D V E R T E N C I A S ⚠️*~
Escrito con contenido +18. Escenas sexuales explícitas y...
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Podía sentir el suelo temblar bajo sus pies al sentir la ligera sospecha de lo que se avecinaba. Eso que siempre y toda la vida se evitó. Algo por lo que juró no caer y ahora lo sentía inminente.
Y odiaba sentirse así. Lo odiaba a mares. Su misión era hacerle la vida imposible a aquel muchacho de rizados y castaños cabellos, de ojos azules cobalto, de perfil hermoso y todo con la estúpida promesa de recuperar su orgullo herido. Pero, estaba perdiendo.
Ese chico puritano estaba llamando su atención por demás y eso no podía permitirlo, antes se alejaba de él.
Caminó por los pasillos de la universidad con desgana, con suerte y se topaba con alguno de sus amigos, no creía que los muy cumplidos hayan entrado a clases y si hubiese sido así, le habrían avisado. Casi era la hora de salida y no los encontraba por ninguna parte, estaba aburrido. Había llegado tarde ese día a clases todo por haberse emborrachado el día anterior, más poco le importaba.
Ascendió las escalerillas que daban a la azotea, tenía la ligera idea de que estarían ahí para fin de que no los molestasen y pudiesen fumar a gusto. Acercándose a la puerta de la azotea percibió las risas de NamJoon y Hoseok, las groserías de Suga.
Abrió la puerta y salió al exterior encontrando a sus amigos esparcidos por la azotea tan campantemente que quería reír.
— ¿Qué hacen aquí? Deberían ir a clases — Inquirió Jeon cuando todos los ojos estuvieron sobre su persona.
—Ni tú te lo crees, Jeon — Respondió Suga dándole un sorbo largo a su cerveza, ¿Cómo habían metido cerveza a la escuela? Ni siquiera él lo sabe y sobre todo, le da igual. Sonrió divertido, por supuesto que si.
Caminó y se hizo de un lugar cerca de la cornisa de la azotea, los rayos solares eran muy bajos pues era una hora de la tarde avanzada en el ajetreado horario de la universidad.
— Y ahora, ¿A ti que te pasa? — Lo cuestionó NamJoon acercándose a él y tendiéndole una lata de cerveza, después de verlo pensativo. Demasiado pensativo para lo que en verdad era Jeon JungKook. Este mismo se sonrió negando y abriendo de una su lata para dar un sorbo largo. Luego fijó sus ojos muy por debajo de la altura en la que estaban, viendo como aquel castañito abandonaba el interior de la escuela junto con sus amigos y se dirigía a la puerta, donde un carro viejo que apenas y avanzaba, lo esperaba. Su padre desde luego— ¿Será que hacerle la vida imposible a ese cuatro ojos se está convirtiendo en algo más? —
— ¡Por Dios! No digas estupideces... — Bufó Jeon— No tengo tiempo para esa clase de cosas, no es mi estilo ni mi tipo, aunque no puedo negar que me gusta sacar provecho de su situación — Nam sonrió.
— No le veo potencial — Un mondadientes se movía entre los carnosos labios de Nam quién miraba en la dirección en que lo hacía el pelinegro.
