"Quémalo todo, que todo arda. Libérate de esa jaula y vuela lejos junto conmigo. Olvida la ley de Dios, olvida lo impuesto, que yo pondré, mi Tiempo en Ti..."
~*⚠️ A D V E R T E N C I A S ⚠️*~
Escrito con contenido +18. Escenas sexuales explícitas y...
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Aquella puerta de blanca madera se abrió frente a sus ojos, revelando a esa mujer de bonitas facciones, ojos angelicales, rostro fino, cejas curveadas y tupidas como las de él.
Su madre.
—Ta-TaeHyung —Dijo ella con notable sorpresa y desconcierto en la mirada. Ciertamente no esperaba verlo ahí y ciertamente TaeHyung jamás se imaginó volver a esa casa. Más en esta ocasión sentía que debía.
Iba a comenzar realmente su vida adulta, lejos de todo y todos, cortar el cordón umbilical era esencial ahora, aunque creía haberlo hecho hacía meses. Más no podía simplemente desaparecer y aunque estas personas le habían mentido toda su vida, eran sus padres de cualquier manera hiciera lo que hiciese. No podía afrentarse de ellos y muy por el contrario, quería enfrentarse a ellos, hacerce cargo de su realidad.
—Hola madre —Saludó con suavidad y miró más allá de la mujer, esperando ver a su padre, pero no estaba ahí— ¿Puedo pasar? — La mirada de ella se suavizó, conteniendo también arrepentimiento, cariño maternal, lo podía ver.
—Claro que sí. Pasa, pasa hijo, porfavor —Tambien notaba algunas ojeras en su rostro y decaimiento en su semblante, todos tenemos batallas que pelear día a día. Todos al fin de cuentas pagamos nuestros errores de alguna u otra manera.
TaeHyung se incluyó en la pequeña casita, esa que buenas y malas memorias contenía. Su madre a sus espaldas cerró la puerta y lo invitó a pasar a la sala mientras ella se incluía en la cocina a preparar té para los dos. El menor estaba incómodo, demasiado incómodo mientras miraba todo el lugar como si no lo recordara e intentara reconocer todo a su alrededor. Había sido demasiado tiempo desde que se fue de allí sin ni una sola de sus pertenencias y ahora estaba de vuelta solo para dar malas noticias y para claro, despedirse formalmente.
—¿Cómo han estado? —Tampoco podía ser descortés, prefería hacer una banal plática que seguir con el incómodo silencio.
—Pues.. Todo bien al parecer, nada ha cambiado mucho a excepción de tu partida de casa y bueno ... ¿Gustas té? —TaeHyung estaba algo impaciente, solo quería irse de ahí rápido. Más miró a su madre extenderle una taza y asintió sin más.
—¿Dónde está papá? —Inquirió.
—No debe tardar en llegar del trabajo —Explicó mientras le era tomada la taza de sus manos con cuidado, Tae sorbió el líquido caliente con cuidado, antes de dejar la raza de suave porcelana en la mesilla de café.
—Ya veo, sigue con su doble vida, ¿No es así? —Miró fijo a su madre, ella agachó la cabeza mirando el contenido de la taza entre sus manos. Asintió dudosa— Mamá, no tienes porque aguantar todo esto, ¿Sabes? —Aquello puso tenso el ambiente— Si lo hiciste por mí, lo agradezco, pero ahora, sé que no necesitas esto...—Palabras al viento.
