"Quémalo todo, que todo arda. Libérate de esa jaula y vuela lejos junto conmigo. Olvida la ley de Dios, olvida lo impuesto, que yo pondré, mi Tiempo en Ti..."
~*⚠️ A D V E R T E N C I A S ⚠️*~
Escrito con contenido +18. Escenas sexuales explícitas y...
⚠️~*A D V E R T E N C I A S*~⚠️ Contenido explícito +18. Escenas y vocabulario sin censura. Si este tipo de escrito no es de tu agrado, te invito a pasar de largo. Evita comentar agresivamente hacia mis lectores, mi obra y en mi caso, tu servidora. Gracias!
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JungKook entonces se volvió a mirarlo, estaban hombro con hombro, y apenas lo hizo los labios de ambos quedaron muy cerca, demasiado cerca para el autocontrol de JungKook y la inexperiencia de TaeHyung.
Un vuelco entero sintió el corazón de Tae al tenerlo así de cerca. Aunque habían pasado los días y se había acostumbrado netamente a la presencia de JungKook, tenerlo así de cerca era otro nivel que no había superado aún. Menos cuando esos ojos lo miraban penetrantemente, así con ese "algo" que le parecía fuera de este mundo. Tae sintió su aliento sobre sus labios, una mezcla etérea y suave de menta. Se obligó a apartar la mirada para seguir frotando las manos ajenas que se enfriaban de a poco bajo el chorro intermitente de agua, aún sintiendo su mirada sobre su perfil.
Sus manos quedaron limpias, las heridas despejadas y abiertas a la vista. Tenía los nudillos bien abiertos.
TaeHyung regresó a verlo, JungKook no había apartado su vista en ningún momento, sabía que lo ponía nervioso y a la espectativa, sensible sobre todo al estar demasiado consciente de él y como se movía inquieto. Quería comérselo y chuparse los dedos luego.
Tae tomó una toalla, evitando más el contacto con los ojos de JungKook. La envolvió con suavidad evitando magullarlo de más.
— ¿Tienes algún botiquín? — Preguntó, JungKook entonces cortó su visión de él y señaló los cajones bajo en lavamanos.
— Ahí — Dijo con suavidad, pero su voz saliendo más áspera de lo normal y eso hizo erizar entero a TaeHyung, quién no había podido olvidar aún aquel suceso sobre el sofá de Kook, cuando lo hizo tener su primer orgasmo. Tan solo recordarlo hizo que el color subiera a sus mejillas. Sacó el botiquín del espacio abajo.
—Vamos afuera — Continúo Tae caminando fuera del baño, JungKook lo miraba en silencio, extrañado, frío. En la sala, el mayor se hizo de uno de los sofás y se sentó allí, Tae frente a él, hincado al suelo, no entre sus piernas sino a un lado de estas. Retiró la toalla, preparó alcohol y algodón luego y sin más se dispuso a curar aquellas heridas. JungKook apretó la mandíbula y bufó al primer contacto del alcohol con su laserada piel— No te atrevas a quejarte, esto es mínimo para lo que le hiciste al pobre maestro de historia, ¿En qué estabas pensando? — Los ojos de Tae abandonaron sus manos y encararon los suyos, él parpadeó confuso un par de veces. Su mandíbula se tensó enseguida y pudo percibir en su mirada el no arrepentimiento de los hechos, al contrario, alzó la barbilla amenazante figurando en sus carnosos labios rojos una línea sin expresión de nada.
