"Quémalo todo, que todo arda. Libérate de esa jaula y vuela lejos junto conmigo. Olvida la ley de Dios, olvida lo impuesto, que yo pondré, mi Tiempo en Ti..."
~*⚠️ A D V E R T E N C I A S ⚠️*~
Escrito con contenido +18. Escenas sexuales explícitas y...
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Las gruesas llantas del vehículo en el que se había montado, chirrearon escabrosamente contra el pavimento cuando estacionó en los apartados de aquel rebosante hotel de lujo, aparcando incorrectamente en un espacio vacío y bajando de la camioneta dando un portazo sin importarle nada ni nadie.
Sabía que el bastardo se estaba hospedando allí, la próxima pelea era el sábado siguiente por lo que Lee HyunShik estaba allí, siendo él de Ilsan. Sabía su ubicación porque luego de tantos años y tantos problemas; debían mantenerse alejados de cualquier forma o eso afectaría sus participaciones en las peleas. Por ello siempre lo tenían bien vigilado, a la distancia y con discreción, pero todo para evitar que se encontraran siquiera en la calle y todo terminara mal. Así como también, que todo terminará en el cuadrilátero como debía ser.
NamJoon estacionó rápidamente bajando de la camioneta también y acompañado de YoonGi se apuraron a entrar al hotel.
JungKook ya había entrado a este a pasos decididos, emanando furia por doquier y para cualquiera que lo viese.
Y no, él no necesitaba preguntar a la pobre recepcionista donde estaba ese maldito hijo de puta, nadie tenía que lidiar con su mal humor o al menos, nadie que no lo mereciera porque, apenas puso pie en el bonito y lujoso lobby, atenazó con la mirada a uno de los guardaespaldas de Lee quien al verlo entrar, palideció. Y esa fue su señal.
Ignoró a la recepcionista gritando y ordenándole que parara, que no podía entrar así y que llamaría a seguridad si no se detenía. Le valió diez mil hectáreas de verga. Si el lobby media 10 metros de espesor, él lo atravesó de una y para pronto, se dejó ir con la mirada ensonbrecida sobre a aquel hombre quien, sin duda, intentó escapar demasiado tarde.
JungKook lo sometió enseguida contra la pared más cercana, con una llave en su espalda, no sin antes haberle propinado dos finos golpes. Con el primero le jodió la nariz y con el segundo le reventó la boca. Y así, con la furia a punto, con la mandíbula tensa y los puños calientes, le susurró al oído al hombre que estaba contra la pared incapaz de moverse o siquiera protestar:
-Vas a llevarme a dónde está Lee o soy capaz de molerte a golpes hasta que me des su ubicación -En su voz gruesa no había ni ápice de duda y el hombre de seguridad asintió sin poder hablar, con temblorina carcomiéndole el cuerpo a punta de miedo. Lo soltó entonces, no sin antes despojarlo de su radio y su arma, pues cualquier cosa podría pasar y él no estaba dispuesto a recibir un jodido tiro entre les cejas sino, a propinarlo si bien lo quería
Aquel jadeante hombre fue conducido al ascensor que en ese momento abría sus puertas y unas 4 personas salían de él, JungKook las hizo a un lado sin nada de tacto, incluyéndose en este e ignorando los llamados de sus amigos que apenas y entraban al lugar. Las puertas metálicas se cerraron y y la angustia los corroyó enteros.
