Capitulo 49: El principio del fin

178 30 16
                                    


⚠ Atención: Doble ración de té de tilo antes de leer y estén relajad@s antes de hacerlo. Yo cumplí en avisar 

******************************************************************************************* 

Siempre me pregunté cómo sería el día de mi muerte, suena un tanto perturbador, pero así es. Nunca lo hablé con mis psicólogos, así que no tengo explicación para esto. Pero vamos a lo importante; pienso en cómo estaría el día. sería de tarde o de noche, la estación del año, quién me vería con vida la última vez, etc.

A veces me regaño a mí misma y me digo que no debo pensar eso, soy demasiado joven para hacerlo. Pero con todo lo que he vivido en este último tiempo se hace difícil no pensar en ello.

Como ahora...

- Sé que quieres decirme algo, solo dilo.- digo con el celular pegado a mi oreja y una tonta sonrisa. Eloy está de guardia y tuvo un rato libre y decidió llamarme. Cosa que agradezco, ya que hace varios días no lo veo.

- Mmm.. Es que.. Quiero decirlo, pero creo que es algo apresurado o que no te gustará la idea.- dice con miedo y duda.

- Solo dilo.- insisto

- Quiero ir a las sierras a escalar ¿Quieres venir conmigo? Está bien si no quieres o debes pensarlo, lo entenderé.- suelta rápidamente.

- Claro, sí quiero ir.- digo. Para ser sincera creo que es algo apresurado ir de viaje con él, pero necesito salir y cambiar de aire, aunque sea solo por un rato.

- ¡Genial!- exclama como si liberara una tensión que carga por dentro.

- ¿Cuándo sería eso?- pregunto.

- La próxima semana me darán un receso de 4 días que me quedaron pendientes y los tengo que tomar antes de que termine el semestre.- explica.

- Pero acabas de volver.

- Lo sé, pero es una ley que cada residente tenga un receso de 4 días al mes y lo debo tomar.

- Entonces, vamos a escalar.- digo.- O mejor, tú escalas y yo miro desde abajo y saco fotografías.- reímos.

- Luego negociamos eso, estoy feliz de que vengas conmigo.- dice.

- Yo estoy feliz de que me hayas invitado.

Suspira.

- Debo colgarte, hay un paciente con un vidrio en su brazo.- se queja como si fuera lo más normal del mundo.

- Ve a salvar ese brazo.- digo con una sonrisa tonta.

- Adiós.- saluda.

- Adiós.- corto y quedo como tonta mirando el celular.

Un sentimiento de paz me invade, porque tal vez las cosas cambian cuando uno se despierta un día y decide cambiarlas, ya no me siento mal por estar cada vez más cerca de Eloy y reconocer que él me gusta y quiero que algún día nuestra relación llegué a mayores. Ya no me culpo a mí misma por todo y ahora sé que la culpa nunca fue mía, solo me encontré con quien no debía, teniendo la desdicha que mi mundo cayera a pedazos, pero esto ya se terminó. Ahora todo será diferente.

Tocan mi puerta.

Es raro que alguien haya tocado sin primero tocar el timbre de la entrada del edificio, pero estoy tan feliz que ni me interesa. Corro a abrir con una sonrisa en mi cara que nada puede borrar.

- ¿A qué se debe esa sonrisa? Gracias por este recibimiento, lo extrañaba.- Después de casi tres meses, Laian fox está frente a mí con su increíble porte y ojos penetrantes.

Cuando Caiga el SolWhere stories live. Discover now