Capítulo 5: Noches Oscuras

911 93 51
                                    


Para mí el caer del sol representa la libertad. Seguro es algo propio porque no creo que a todo el mundo le pase lo mismo, hasta yo creo que es bastante extraño, ese pensamiento surgió una tarde después de que pelee con Laian y él se fue.

Me senté en el sillón que tenemos en la habitación debajo de la ventana y mientras que miraba el atardecer, veía como cada minuto el sol caía cada vez más como si corriera lejos de su punto más alto en el cielo, como si se liberara de su cárcel aunque sea por unas horas.

A veces pienso que al igual que el sol, yo también debo buscar mi libertad, pero ¿Dónde? ¿O por dónde empezar? Creo que no es tan fácil, como si la libertad tocará tu puerta y te dijera: Hola, soy tu libertad y vengo a buscarte.

Creo que hay que buscarla, porque estoy segura que junto a la libertad hay un lugar seguro y acogedor esperando por nosotros en algún lado es como el combo perfecto.

- Amor ¿Estás lista?- pregunta Lai asomándose por la puerta de la habitación.

- Claro.- digo terminando de ponerme mis aros en forma de triángulo. Es sábado y es el cumpleaños de Lucio y vamos a ir todos a comer a un pub famoso en la ciudad y luego iremos a tomar unos tragos a una buena discoteca que acaba de inaugurarse.

- A veces me pregunto a mí mismo ¿Laian qué carajos has hecho en tu vida para tener una mujer tan atractiva a tu lado?- comenta mientras me escanea de arriba abajo con un tanto de deseo, sus ojos están en su mayor esplendor y brillan. Me hace sonreír ante su comentario; hoy fue un día bueno y espero que siga así.

- ¡Ay ya basta! No es la primera vez que me ves con este vestido.- llevo un vestido rojo ajustado al cuerpo y una campera de cuero corta negra con flecos en las mangas.

Por su parte él está vestido con una campera de cuero marrón claro, una remera negra con un entramado muy delicado en color blanco, unos jeans rotos en las rodillas y unos borcegos color verde musgo, parece salido de la portada de la revista Vogue.- Tu también estás muy atractivo.- digo acercándome a él un tanto sexy y moviendo mis caderas.

- ¿Qué te parece si nos quedamos? Le decimos a Lucio que algo surgió algo que nos impide llegar.- propone mientras me toma de la cintura y me tira más cerca de él.

- No.- respondo.- Porque conoces a Lucio y sabes que no va a creerte. Guarda tus ganas para más tarde y no te arrepentirás.- aseguro mientras tomo su cara con mi mano y deposito un beso en su boca.- Vamos amor, llegaremos tarde.- digo zafándome de él y tomando mi bolso, queda parado en su lugar un tanto desequilibrado por mi reacción al tomar la iniciativa en la seducción, generalmente es al revés.

- Si este vestido te pone así, debes usarlo más seguido.- dice mientras me toma por detrás y abro la puerta, estoy segura que me risa se escuchó en todo el edificio.

*******************************

El pub está lleno a reventar y la gente camina de un lado al otro con una copa de cerveza artesanal en mano, la música está a todo volumen y la gente trata de hablar como puede. Yo no entiendo por qué se le dice Pub y no discoteca, es casi lo mismo, a diferencia que aquí la gente come y no baila.

- ¡Ey!- Lucio nos hace señas desde la mesa del fondo, junto a él están Christian, Lisa y una chica y dos chicos que no conozco. Aferrada a Lai y tomada de su mano, me conduce hasta allí por entre medio de la gente.

- ¡Feliz cumpleaños, Perro!- saluda mi novio con una sonrisa en su cara y un abrazo a su amigo quien se para a recibirnos.

- ¡Gracias Perrazo!- responde él dándole unas fuertes palmadas en su espalda

Cuando Caiga el SolWhere stories live. Discover now