Capítulo 23: Todo vuelve a ser igual

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"Cuando alguien te importa, lo proteges del dolor, no te conviertes en el maldito dolor"- DavidSant

3 meses después...

Sí, 3 meses. Pasaron 3 meses de mi desmayo, de que Laian volvió, 3 meses que no veo a Eloy, 3 meses de la última sesión con la doctora Hoffman. 3 meses de que mi vida volvió a ser un caos.

-Yo, no entiendo por qué no quieres volver a terapia.- digo sentada en el sillón del living. Mientras Laian trabaja en su computadora.

-Amor, desde tu desmayo, estamos bien ¿No? Míranos, volvimos a vivir juntos. No volvimos a pelear, estamos en una nueva etapa ¿Por qué insistes con eso?- dice esto como si, no sé, ir a terapia fuera como ir al banco a ser un trámite. Eso es para él un simple trámite.

-Ya lo sé eso y no lo niego, de verdad hemos cambiado. Pero mi avance con la doctora Hoffman fue muy grande.- explico.

Desde que volvimos él no volvió a agredirme de ninguna manera y eso es muy bueno, pero necesito hablar con la Dra. Hoffman. Laian me asfixia es muy demandante y muy absorbente, estar con él es como estar preso y no entiendo por qué no lo vi antes.

Hay que estar completamente a su disposición a cada hora, para alcanzarle algo, para comer lo que él quiera, para mirar lo que quiera, entre otras cosas.

Antes lo hacía porque era lo que él quería y yo de una manera estúpida amaba complacerlo porque eso lo hacía feliz y yo creía que eso era amor.

¿Cómo puede pensar que eso era amor? ¿Tan ciega estaba? Bueno, estoy. Porque de alguna manera amo su versión buena todavía y hay momento en los que pienso que tal vez puede llegar a cambiar en este tiempo. Una parte de mí todavía lo cree y tal vez es por esa parte que quiero volver a mis sesiones con la doctora Hoffman.

-A ver, Ama ¿Quieres volver?- pregunta con frustración y mirándome.- Puedes volver, pero no creas que iré contigo.- acepta.

-¿Por qué no?- Pregunto.

-Porque no quiero que se meta en mi cabeza, no quiero que me obligue a hablar de mí, no quiero que me ponga consignas estúpidas como irme de tu lado para estar mejor, eso es una estupidez, Ama. Nuestros problemas lo solucionamos entre nosotros, nada más.- dice como terminando la conversación.

-Pero...- digo. Se levanta del sillón, depositando un beso en mi cabeza.

-Dije que no, amor. Aquí mando yo y no cambiare de opinión.- dice

Suspiro de frustración.

Por lo menos logré que me deje ir a la sesión, pero ¿Por qué diablos debe darme permiso?

Tomo mi teléfono y reservo una cita con la doctora Hoffman para el próximo lunes.

***********

-Siento que ardo en llamas, estar con él es quemarse en el mismo infierno. Es como si ahora viera lo que no veía antes.- explico. Hace más de 15 minutos que estoy sentada en el sofá de la Dra. Hoffman y no paro de hablar, necesito descargarme.

- ¿Y qué crees tú que debes hacer con esto?- pregunta mirándome fijamente ¿Qué? ¿es en serio?

- Estoy aquí para que usted me diga lo que debo hacer.- digo como si fuera obvio.

- No, Ama. Yo estoy para ayudarte a encontrar el camino, pero debes ir sola.- aclara.

- Pero...

- Ama. Eres una chica joven e inteligente, yo creo que sabes cuál es tu deber en este momento.- dice con obviedad.

Tiene razón, yo sé lo que debo hacer, sé que debo dejar a Laian, sé que no va a cambiar, sé que las cosas no se han dado como yo lo esperaba.

Cuando Caiga el SolWhere stories live. Discover now