Capítulo 20: De los sueños, se despierta.

452 53 28
                                    

¿Nunca estuvieron en un sueño conscientes de que eso era un sueño? Es una sensación rara ¿No? Si es una pesadilla, buscas de despertar a toda costa porque el sueño te está perturbando. Si es un sueño agradable, aunque sea un sueño buscas de quedarte ahí, porque eso es mucho mejor que la realidad, pero como en todo sueño, alguna vez, hay que despertar.

Estamos en mi cama, en la principal, esa que hasta no hace mucho compartía con Laian.

Estoy sentada sobre Eloy y lo beso de manera desesperada mientras sus manos recorren mi cuerpo y tironea mi ropa para sacarla. Levanto mis brazos y saca mi remera, yo hago lo mismo con la suya.

- ¿En serio no te arrepentirás de esto?- pregunta entre jadeos y sobre mis labios. No sé cuántas veces pregunto lo mismo, ya me está cansando.

- Preguntas eso otra vez y te vas.- respondo de la misma manera en la que él hizo la pregunta.

- Entonces no digo más nada.

- Eso sería bueno.- aclaro. De un momento a otro me da vuelta y termino sobre el colchón y con él mirándome desde arriba.

- ¿Me dejas tomar al control?- pregunta con amabilidad y picardía al mismo tiempo, se me hace raro, pero me encanta.

- Tienes el control desde que me trajiste hasta aquí.- respondo.

- Entonces espero que disfrutes esto.- dice y comienza a bajarme las tiras del sostén, me levanto un poco para que pueda desabrocharlo. Lo hace y lo lanza hacia atrás sin importancia.

Me encanta, me encanta, me encanta.

No es el Eloy que conozco, sereno tranquilo y hasta podría decir que un tanto tímido y reservado. Este Eloy es diferente, está prendido fuego, sus ojos están oscurecidos, sus pupilas expandidas al máximo y sus ojos brillan.

Mi corazón late de otro ritmo, es como si estuviera más vivo que nunca, esto es como algo más, algo que no puedo explicar con palabras, algo que sin duda, con Laian no me sucede.

Eloy besa y mordisquea mi vientre, mientras con una mano desabrocha mis pantalones y los va bajando poco a poco. Me siento nerviosa, nunca lo hice con otro hombre que no sea Laian y él va al grano de una vez.

El rubio se toma su tiempo, me siento histérica, porque quiero sentirlo. Ya. Pero no puedo negar que presiento que con todo este protocolo previo que está haciendo esto será mucho mejor que cualquier otra vez.

Se incorpora un poco y me saca los pantalones tirándolos al suelo, y también se saca los suyos. Se queda en bóxer y para ser sincera no sé cuánto tiempo más aguantaran la presión, parece que van a romperse en cualquier momento. Me mira y lo miro también, me sonríe y vuelve a mí.

Eloy parece la reencarnación de algún dios del olimpo, está todo marcado, sus abdominales están bien entrenados, sus brazos y sus piernas bien torneadas y firmes.

- Te ves tan hermosa así.- dice besándome, enrollo mis piernas en sus caderas.

- Te necesito.- digo casi con desesperación.

- Tranquila, no hemos llegado a la mejor parte.- aclara se separa de mí y comienza a bajar la única prenda quedo en mi cuerpo, mis bragas, mientras lo hace comienza a morder y besar mi vientre pero está vez baja a medida que mis bragas también lo hacen. Siento que mi cuerpo va a estalla en cualquier momento y parece que está jugando, porque cuando va a llegar a esa zona critica se desvía y va hacia otro lado, es caótico, pero se siente bien.

Me agarro de las sabanas y muevo mi cuerpo un poco.

- Eloy.- digo estirando un poco las letras mientras cierro los ojos. Él no parece prestarme atención, besa desde mi ombligo, baja y baja, ya casi llega, ya va a llegar a mi punto crítico...

Cuando Caiga el SolWhere stories live. Discover now