EXTRA-HISTORIA: ANABEL 2

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-------------- Punto de vista de anabel-----------

Mi maestro, el segundo hijo de la casa illusius es... Mio

Aun asi, no sé qué decir.

Aunque su cuerpo es la de un niño, su mente es... Caos.

[Joven maestro, estamos solos~~~]

[¿Ese es el caso la mayor parte del tiempo?]

[Quiero jugar~~~]

[¿Es medio día?]

[Ummm, entonces solo lo abrazare]

[Lo que quieras, pero]

[Aquí, su te]

Solo han pasado unos días desde que soy la sirvienta personal de mi maestro y ya perdí la cuenta de cuantas veces usé este truco.

Una sirvienta de elite es la sombra de su maestro, yo que he perfeccionado mis habilidades durante siglos entiendo eso mejor que nadie.

Porte, elegancia, control, eficiencia, perfección.

Las doctrinas que rigen a las sirvientas son tan claras como el agua.

Una sirvienta no debe ser notada, su existencia debe ser aire, una sirvienta no necesita que su maestro le ordene, una sirvienta cumplirá la voluntad de su maestro, la existencia de la sirvienta solo será notada el día en que deje el lado de su maestro y el maestro solo notara su falta cuando las cosas que siempre estuvieron dejen de estar y los eventos que siempre fueron realizados dejen de ser hechos.

Por mi excelencia en mi trabajo siempre he sido recompensada y elogiada.

Aun asi, con esta persona... Es inútil...

El primer día que fui designada a mi maestro, fui... Un adorno en la esquina de la habitación, no su sombra, no el aire a su alrededor, solo un adorno.

Mi maestro solo se sentó en su mesa sin expresión mientras leía un libro con calma.

Por excepción de la tasa de "te" que se preparaba cada poco tiempo y la comida o bocadillos que aparecían de su sombra de tanto en ves, la única prueba de que aún respiraba cuando se encontraba en la habitación era la página del libro lentamente volteada cuando llegaba a su final.

Ese patrón se repitió por un par de días. Por excepción de cuanto estaba con su familia, iba al baño o me recompensaba durante la noche, la rutina no mostro signos de cambiar.

Aunque me encantaría preparar su te, era imposible porque no sabía que era ese te que el preparaba, aunque debía ser yo quien sirva su comida, era imposible porque la trasladaba automáticamente con su sombra después de que era dejada en el pasillo por alguna de las otras sirvientas de la mansión.

Aunque intentaba leer su deseo, era como una tumba helada sin emoción, nada se me era transmitido ni con mis siglos de servicio.

Mi maestro era completamente autosuficiente.

Después de pensarlo un poco y concentrar mi mana pude sentirlo, el mana de mi maestro estaba disperso por toda la mansión y en la noche cubría incluso más de lo que mi percepción era capaz de calcular.

En ese momento entendí, no sé cómo, pero el niño que leía su libro en la habitación era solo "uno" de mi maestro.

Entonces, ¿no era inútil?

Se supone que la existencia de una sirvienta solo es notada cuando deja el lado de su maestro ¿seré notada cuando deje su lado? Con el infierno.

El... ¿me desechara? A mí, ¿me desechara? ¿me desechara? ¿me desechara? ¿me desechara? ¿me desechara? ¿me desechara? ¿me desechara?

REENCARNADO COMO EL VILLANO DUQUE ORCO CERDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora