6. MONSTRUOS EN EL SUR

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El niño miro las imágenes en movimiento de la esfera sin comprender.


Llantos desesperados de una niña indefensa y las feas caras de hombre miserables que hacían con ella lo propio hasta sacias sus mas oscuras perversiones.


Las suplicas o el llanto no parecían frenar las acciones de las bestias alrededor de la niña.


En su lugar, sus risas vulgares solo se ensanchaban como si el dolor alimentara su deseo siniestro.


"Tengo miedo..."

La niña sollozo.


"Mami..."

Insistió entre llantos.


"Papi..."

Suplico.


"Hermano..."


Cada alarido alimentaba mas y mas la lujuria de las bestias a su alrededor...


Tales escenas se repitieron una y otra y otra vez...


Al cabo de un tiempo, la esfera comenzó a atenuar su luz e incluso el sonido que emanaba se detuvo.


Solo las imágenes  borrosas y repetitivas quedaron en ese silencio imperturbable.


Y finalmente, el niño aparto su mirada.


En esa cueva en la que casi toda luz se había extinguido, el niño miro hacia el techo.


"¿Qué se se suponía que hiciéramos?"


Pregunto en voz alta, aunque no hubiese nadie para escuchar su queja.


"¿Qué hicimos mal?"


Aunque se hizo preguntas similares incontables veces antes, esta vez había una diferencia crucial...


Y es que su familia, no estaba en una situación mejor a la suya propia.


Por primera vez, el niño fue consiente de ese hecho.


"¿De que somos culpables?"


Aunque su pregunta no estaba destinada a ser respondida...


"Fuhuhuhuhu"


En la oscuridad de la silenciosa cueva, una risa delirante parecía deleitarse de su desgracia.


Lentamente el ambiente en la cueva se volvió mas... Siniestro...


Las sombras parecían seguir a la escalofriante figura que bailaba a su alrededor.


Visible, pero a la vez oculta, solo la inquietante sensación de ser observado le advertía al niño que sus ojos no le estaban jugando una mala pasada.

REENCARNADO COMO EL VILLANO DUQUE ORCO CERDOWhere stories live. Discover now