REENCARNADO COMO EL VILLANO DUQUE ORCO CERDO

EXTRA HISTORIA SEFINA

[Zorra, hoy lo hiciste bien, como recompensa, te daré a probar mi virilidad más tarde]

[Si...]

*plack*

En la profundidades de un sota en mal estado, un hombre corpulento despide a una hermosa mujer en su celda.

[¿Hermana, estas bien?]

[Tsk, ese maldito conde sádico, debería matarlo]

[Detente con eso]

Cuando el hombre se retira y la celda queda basia, el resto de las mujeres en ella se acercan a la joven con magulladuras en su cara.

[Pero hermana, cada vez es peor, a este paso podría matarte de verdad]

[Él no puede matarme, ni, aunque lo intente, no hay que llamar la atención, lo saben]

[Pero...]

La joven mira a su grupo con una mezcla de alegría y pesar.

La alegría de saber que tiene una familia.

El pesar de no poder darles nada mejor.

[Hermana, creo que es hora de mudarnos]

[Ahhh.... Ya hemos tenido esta charla ¿Cómo saldremos de la capital?]

[Podemos hacerlo, tenemos la habilidad]

[¿luego qué? ¿le dices al mundo que había súcubos en la capital y dejas que casen al restos de nuestras hermanas ocultas?]

[Podemos informar, podemos irnos todas]

[Niña tonta...]

[Puede que sea tonta, pero tú eres más tonta ¿Cuánto más seguiremos asi?]

Las mujeres en la celda rodean a sus dos hermanas.

Tal discusión se hacía cada vez más frecuente.

[¿Luego qué? ¿A dónde iremos? ¿Qué aremos cuando nos persigan? ¿has olvidado los antecedentes? ¿has olvidado lo que paso antes?]

[Podemos ir a villas lejanas, podemos incluso vendernos como esclava en otras ciudades, podemos ingresar en otros burdeles. Hay muchas cosas para hacer]

[Todo es lo mismo ¿Cuál es la diferencia con la situación actual?]

[La diferencia es que no será en esta horrible capital, las personas son demasiado viciosas aquí]

[Lo dices porque no conoces otros lugares, es más de lo mismo, el lugar no tiene que ver]

Rápidamente la multitud se dividió en dos.

Aquellas que no querían arriesgarse y aquellas que no querían seguir asi.

Cosas como esta pasaron, pasan y seguirán pasando.

La mujer mordió sus labios.

(Yo tampoco quiero vivir asi, pero mi deber es mantenerlas a salvo ¿Por qué me tienes que juzgar asi?)

La mujer que era la matriarca del clan súcubo en ese burdel de mala muerte mira con una mezcla de pesar y resentimiento.

[Hermana, no te estoy juzgando, yo sé que tu peso es grande y yo también lo siento, pero esto nunca fue vida, solo es sobrevivir y dudo que podamos seguir sobreviviendo en las circunstancias actuales.

Hoy ni siquiera tienes más energía, de hecho, estas más débil que ayer ¿tuviste que usar la energía almacenada para soportar a ese hombre ¿no?