[LJN] + Cosas Sobre Mi

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CAPÍTULO 15

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Al día siguiente, Jihoon se negó a acompañarlos de nuevo porque no se sentía bien. O al menos eso fue lo que dijo Wonwoo cuando Seungcheol preguntó.

No debería haberle molestado tanto como lo hizo. Jihoon no tenía que acompañarlos. Es posible que realmente se sienta mal. O podría estar con Nasr.

De cualquier manera, no era asunto suyo.

Seungcheol de alguna manera se las arregló para poner una sonrisa ante las cámaras. De alguna manera pudo lograr una apariencia de conversación con Wonwoo sobre su cita para cenar. Probablemente no estaba tan atento como debería haber estado, a juzgar por las miradas desconcertadas y molestas de Wonwoo, pero era la mejor alternativa.

Cuando finalmente terminó su cita, Seungcheol dejó a Wonwoo en la casa de los Jeon y luego miró la fachada del edificio.

"Espérame", le dijo por fin a su piloto y salió del helicóptero.

Wonwoo había desaparecido hacía mucho tiempo dentro de la casa, y Seungcheol no lo vio cuando abrió la puerta principal. El mayordomo tampoco estaba a la vista.

Seungcheol vaciló antes de subir las escaleras, donde sabía que estaban ubicadas las habitaciones.

Sería educado visitar a Jihoon y preguntarle cómo se sentía.

Educado. Cierto.

Seungcheol se detuvo en lo alto de las escaleras y miró a ambos lados del pasillo vacío. Se pasó una mano por el pelo, muy consciente de que no debería estar allí. Debería bajar, buscar al mayordomo y pedirle que le preguntara a Jihoon si aceptaba visitas. Aunque ese plan tenía una desventaja obvia: si Jihoon estaba dormido o realmente enfermo, los sirvientes no deberían molestarlo.

¿Pero tú puedes molestarlo?

El pensamiento le hizo hacer una mueca. La parte inquietante fue que la primera respuesta que le vino a la mente fue Sí. Era irracional e ilógico, por no mencionar más que arrogante, pero realmente sentía que tenía derecho a molestarlo.

Mierda, debería irse a casa.

Debería irse a casa y arreglar su cabeza. Se estaba comportando de manera irracional. Como un Xeus.

Seungcheol no se movió. Cerró los ojos y dejó que sus sentidos se agudizaran en lugar de reprimirlos como solía hacer. Sintió tres latidos en el suelo. El ligeramente más rápido pertenecía claramente a un alfa, probablemente el tío. No fue difícil adivinar cuál de los otros dos pertenecía a Jihoon: el aroma distintivo de Wonwoo conducía a la habitación de la derecha. El de la izquierda tenía que pertenecer a Jihoon.