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Jeonghan se miró a sí mismo en el espejo, mirando críticamente su nuevo traje

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Jeonghan se miró a sí mismo en el espejo, mirando críticamente su nuevo traje. La tela oscura se ajustó a sus hombros y acentuó su esbelta cintura. Probablemente pocos adivinarían cuánto esfuerzo puso para mantenerse en tal forma. Jeonghan era naturalmente bastante delgado, pero su intenso entrenamiento y años en la guerra habían dado forma a su físico único con el que la mayoría de los alfas habían nacido. Se preguntó distraídamente si volvería a adelgazar si la guerra realmente terminara.

Sacudiendo el pensamiento errante, Jeonghan se pasó una mano por su cabello cuidadosamente peinado y sonrió ante su propia vanidad. No tenía sentido "embellecerse" por esto, como diría Seungcheol. Este era solo un arreglo político. A su futuro cónyuge no le importaría cómo se veía.

Un golpe en la puerta lo hizo estremecerse.

"Su Alteza, Su Majestad y la Reina le esperan en el avión".

"Gracias, ya voy".
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El vuelo a Citra, la capital de Kadar, no duró mucho, pero fue insoportable

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El vuelo a Citra, la capital de Kadar, no duró mucho, pero fue insoportable. Jeonghan se vio obligado a escuchar la furiosa diatriba de su padre sobre cómo debería haber tenido lugar la ceremonia de la boda en su reino y lo humillante y peligroso que era el tener que viajar al territorio enemigo.

"Padre, los kadarianos difícilmente nos atacarán frente al representante del Consejo Galáctico", dijo Jeonghan con su voz más paciente, pero por supuesto que su padre ignoró sus palabras. Como siempre.

Jeonghan nunca se había sentido tan aliviado al bajar de un avión. Amaba a su padre y lo había admirado cuando era niño, pero como adulto, solo podía tolerarlo en pequeñas dosis. Había demasiadas cosas en las que no estaba de acuerdo con él, cosas sobre las que tenía que mantener la boca cerrada, porque el rey Siwon no estaba interesado en opiniones además de las suyas.

Mientras el helicóptero los llevaba del aeropuerto a la Casa Opal, Jeonghan observó la ciudad con interés. Nunca antes había estado en Citra. Tenía que admitir que la arquitectura elegante y minimalista de la capital de Kadar era muy agradable a la vista. La Casa Opal, la residencia oficial del primer ministro, era un edificio alto en el centro de la ciudad. Cuando el helicóptero aterrizó en su techo, Jeonghan respiró hondo, su corazón latía rápido.

[LJN] + Cosas Sobre MiOn viuen les histories. Descobreix ara