[LJN] + Cosas Sobre Mi

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EPÍLOGO

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Las consecuencias de su inesperado y escandaloso compromiso no habían sido tan malas como Jihoon temía. El chisme seguía siendo terrible, por supuesto, y aunque algunos medios de comunicación cuestionaban el carácter voluble de Seungcheol, porque nadie realmente creía que nunca había estado interesado en Wonwoo, el jugoso escándalo había eclipsado con creces cualquier disgusto por que Seungcheol se convirtiera en el heredero del trono. Jihoon se sintió más que aliviado. Podía vivir con los chismes; no habría podido soportar ponerle las cosas aún más difíciles a Seungcheol.

Luego estaba Wonwoo, por supuesto. Su primera conversación después del baile había sido... incómoda. Afortunadamente, Wonwoo no estaba realmente enojado o tan molesto —todavía tenía una legión de pretendientes— pero aún así había sido un poco incómodo.

"No voy a afirmar que no lastimó mi ego", había dicho Wonwoo con una sonrisa torcida. "Lo hizo. Pero no importa si lo amas. Deberías haberme dicho que no era solo un flechazo, Jihoon. Tu felicidad es más importante para mí que mi orgullo".

Jihoon puede o no haber llorado por eso.

De todas formas. Había habido muchos abrazos y, sorprendentemente, las cosas no habían sido incómodas después de esa conversación. Wonwoo había sido de gran ayuda durante los últimos meses, de hecho. Sabía mucho sobre la etiqueta real y los preparativos de la boda; Jihoon se habría perdido por completo sin él.

Si hubiera dependido de él, se habría saltado todas estas costumbres sin sentido y se habría casado con Seungcheol al día siguiente, pero, por supuesto, no era posible por quién era Seungcheol. Fue más que frustrante, especialmente porque ahora estaban bajo la atenta mirada del público y apenas podían tener un tiempo a solas. No ayudó que el nuevo puesto de Seungcheol lo obligara a viajar por todo el reino para participar en eventos públicos y dar innumerables discursos.

Jihoon lo extrañaba desesperadamente.

Las llamadas telefónicas, y el sexo telefónico, no satisfacían el anhelo en lo más mínimo. Lo extrañaba, la forma en que olía, la forma en que los brazos de Seungcheol se sentían a su alrededor, su voz profunda y sus ojos intensos que lo miraban como si Jihoon fuera su mundo. Lo extrañaba.

Así fue como Jihoon se encontró entrando a hurtadillas en el palacio esa noche. Bueno, "escabullirse" probablemente no era la palabra correcta, considerando que la seguridad lo dejó entrar, pero se había escabullido de su propia casa y no le había dicho a Seungcheol que vendría. Sabía que Seungcheol había llegado esa tarde después de su viaje de una semana a alguna provincia remota. Normalmente, Seungcheol iría a la casa de los Jeon de inmediato, pero no esta noche.

Esta noche era luna llena.

Jihoon miró el tono rojizo del cielo y se secó las palmas sudorosas contra los pantalones. Xeus estaba a punto de levantarse. Él estaba emocionado. Y nervioso. Pero sobre todo emocionado.

Levantando la mano, tocó a la puerta de Seungcheol.

La puerta se abrió de golpe. Seungcheol lo fulminó con la mirada. "¿Qué estás haciendo aquí?" dijo, con la voz entrecortada y el cabello oscuro inusualmente despeinado.

Jihoon lo bebió. Mierda, se veía lo suficientemente bueno para comer. Jihoon quería besarlo.

Lo hizo, o intentó hacerlo.

La mano de Seungcheol en su pecho lo detuvo. "No me toques," gruñó, su expresión tensa, casi dolorida. "Deberías irte ahora, antes de que sea demasiado tarde".