[LJN] + Cosas Sobre Mi

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A la mañana siguiente, Wonwoo consideró fingir un dolor de cabeza o alguna otra dolencia y quedarse en su habitación. Pero sabía que era inútil. No podía evitar a Dongyul para siempre. (Parte de él no quería evitar a Dongyul en absoluto).

No tenía idea de cómo se suponía que debía actuar a su alrededor ahora. No tenía idea de cómo actuaría Dongyul. Mierda, era un desastre. Un lío de proporciones desastrosas. O simplemente un desastre, punto.

Como era un cobarde, Wonwoo fue a buscar a Jihoon de camino al comedor, para que no tuviera que entrar solo.

Jihoon estaba siendo su yo alegre y enamorado, hablando de Seungcheol esto y Seungcheol aquello. Wonwoo apenas podía oírlo, su corazón latía en algún lugar de su garganta. Apenas podía mirar a Jihoon a los ojos, irracionalmente temeroso de que estuviera escrito en todo su rostro que había tenido la polla de Dongyul dentro de él anoche.

Había tenido la polla de Dongyul dentro de él anoche.

Llegaron al comedor demasiado pronto.

Wonwoo siguió a Jihoon al interior de la habitación, con las piernas inestables y el pulso acelerado.

"Buenos días", dijo, mirando a Jeongin, que estaba sentado a la izquierda de Dngyul. No miró a Dongyul, pero en su visión periférica pudo ver que su mano sobre la mesa se quedaba quieta.

"Buenos días", murmuró Jeongin en su café.

"Buenos días", dijo la voz más profunda de Dongyul.

Las entrañas de Wonwoo se estremecieron y, por un momento, no estuvo seguro de no vomitar.

Respiró hondo y se obligó a mirar a Dongyul; parecería extraño si no lo hiciera.

Esos ojos se encontraron con los suyos, absolutamente ilegibles.

Wonwoo deseaba poder estar tan sereno. Sintió que sus mejillas se calentaban.

Humedeciendo sus labios secos con su lengua, asintió levemente y tomó el asiento a la derecha de Dongyul porque Jihoon había tomado el que estaba al lado de Jeongin.

Jihoon dijo algo. Jeongin dijo algo. Jihoon respondió algo. Ellos bromearon.

Wonwoo no pudo escuchar nada de eso. Se quedó mirando su plato vacío, todos sus sentidos dolorosamente en sintonía con el hombre a su lado.

"Deberías comer", murmuró Dongyul, usando su tenedor para poner salchichas en el plato de Wonwoo.

Wonwoo hizo lo que le dijo, odiándose a sí mismo por su incapacidad para juntar dos palabras. Una parte de él no podía creer que fuera realmente él. Nunca se había comportado así con los alfas. Nunca.

Pero el olor de Dongyul pareció destruir la poca compostura que le quedaba. Wonwoo trató de no inhalarlo, pero no funcionó: se encontró tomando bocanadas profundas. Alfa, decían sus instintos. Alfa, dijo su cuerpo, cada vez más caliente y ansioso. No importaba lo que dijera su lado racional, que era su hermano, a sus instintos ya les importaba un carajo. No vieron a este hombre como su hermano. Todo lo que vieron fue un alfa. Un alfa que había estado dentro de su cuerpo. Quién lo había follado tan bien, Wonwoo todavía podía sentirlo débilmente, el estiramiento fantasma hacía que su agujero doliera y se moviera alrededor de la nada, hambriento de más. Era jodidamente insoportable.

Fue una suerte que el olor de la comida enmascarara en gran medida otros aromas, o Jihoon indudablemente habría olido su excitación. Jeongin podía ser inocente e inconsciente, pero Jihoon no.

Evitando mirar a todos a los ojos, Wonwoo apuñaló una salchicha con su tenedor y se la llevó a la boca. Mordió la punta con cuidado.

Dongyul hizo un pequeño ruido. Cuando Wonwoo lo miró, Dongyul no lo estaba mirando, miraba fijamente la comida. Llevándose la bebida a los labios, el alfa la bebió en unos largos tragos, su garganta bronceada trabajando.

Wonwoo apartó la mirada y se clavó las uñas en los muslos. El dolor fue bienvenido, despejando la niebla en su cabeza. Por un momento.

El desayuno pareció durar una eternidad.

Para cuando terminó, Wonwoo había logrado terminar su salchicha, pero todavía se sentía hambriento. Solo que era un tipo diferente de hambre. Un hambre que no tenía por qué sentir. Prácticamente salió corriendo de la habitación, incapaz de mirar a los ojos a sus hermanos. Podía sentir la mirada de Jihoon sobre él, pero Wonwoo ni siquiera quería pensar si Jihoon había sentido su excitación. Ya era bastante malo que Jihoon supiera de su repugnante atracción por Dongyul; si Jihoon realmente podía olerlo, era... Mierda, era más que mortificante.

"¡Nu!" La voz de Jihoon detrás de él casi hizo que Wonwoo gimiera. No quería hablar de eso. No estaba en condiciones de hablar de ello. Todo lo que quería era entrar en su habitación y meterse los dedos dentro de sí mismo, al diablo con su vergüenza y culpa.

"No quiero hablar de eso", dijo Wonwoo, caminando más rápido.

"No hay nada de qué avergonzarse, tonto", dijo Jihoon, agarrándolo del brazo. "Estás en celo, sucede".

Wonwoo se detuvo, parpadeando confundido. Le tomó un momento recordar que realmente era luna llena de Vos esta noche. Sus calores eran normalmente tan suaves que Wonwoo ni siquiera seguía el ciclo de su luna. Los calores de los omegas Vos no eran tan abrumadores como los de Dainiri: eran simplemente períodos de gran excitación cada dos semanas en luna llena. Los episodios anteriores de Wonwoo habían sido débiles incluso para los estándares omega de Vos; eran poco más que pequeños picos de libido. Nunca lo habían excitado lo suficiente como para ser un inconveniente.

Hasta ahora.

Fue un alivio saber que podía echarle la culpa a su celo de lo que sucedió anoche, incluso si no era muy característico de él.

"Cierto", dijo Wonwoo y siguió caminando.

"Aunque tengo que admitir que fue muy extraño verte nervioso cada vez que mirabas a Dongyul. Asqueroso."

"Cállate", dijo Wonwoo, incapaz de mirarlo.

Jihoon se rió entre dientes, envolviendo un brazo alrededor de él. "Lo siento", dijo, besando a Wonwoo en su mejilla. "Sé que no es gracioso para ti. Pero deberías ser menos obvio al respecto. Estoy bastante seguro de que Dongyul se dio cuenta".

Wonwoo casi resopló. Oh, lo había notado muy bien.

"Gracias por avisarme", dijo Wonwoo, alejándose de Jihoon. Trató de no imaginarse la cara de disgusto de Jihoon si Wonwoo le contara lo que había sucedido ayer.

Al regresar a su dormitorio, se dejó caer en su cama.

Esperaría que su celo pasara en su habitación. Con suerte, una vez que pasara, dejaría de pensar con su polla y comenzaría a pensar con su cerebro.

Esa era su única esperanza en este momento.

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