07. Capítulo siete

1.3K 183 6
                                    

Una, dos, tres... cuarenta personas pasaron frente a sus ojos, o quizás más, pues los pasillos de la universidad de pronto estaban tan repletos que apenas podía diferenciar a pequeños grupos de amigos, algunos más ruidosos que otros, pero ninguno con el chico que buscaba, quien había logrado evadirlo por más de una semana.

Sí, tenía claro que BaekHyun solía escapar de él, más consciente que inconscientemente, pero no le importaba mucho, no en ese momento, pues lo único que necesitaba era hablar con el menor, o al menos intentarlo, y es que jamás habían tenido una conversación normal –sin que alguno descubriera un doble sentido en sus frases– y eso estaba colmándolo, al borde de hacerlo perder la paciencia.

No era como si la situación lo aburriera, sinceramente le divertía esa dinámica que tenían, pero a veces se preguntaba cuánto tiempo seguirían así, ignorando que había algo más entre ambos, algo más profundo, algo más sincero, algo que definitivamente significaba asumir que se gustaban, porque ChanYeol estaba seguro de que le gustaba el chico que reconoció incluso con el cúmulo de personas que lo rodeaban.

—¡Byun, espera! —gritó de inmediato, esquivando a cada estudiante que se volteó al reconocer su propio apellido, y es que quizás había sido un poco torpe al llamarlo así. Sabía que no recibiría un saludo cordial de su parte, tenía claro que tampoco le daría una sonrisa amistosa, pero definitivamente no esperaba que BaekHyun apenas lo observara por uno o dos segundos, rodando los ojos antes de seguir con su camino.

¿Acaso había hecho algo malo?

—¿Qué quieres? —fue la tosca respuesta que le dio cuando por fin llegó a su lado, aún sin verlo, llevando las manos hasta su morral como si ni siquiera estuviera dispuesto a detenerse, y es que seguía caminando incluso si ChanYeol apenas podía regular su respiración, viéndose realmente patético por una simple carrera de tres metros.

—¿Siempre te has sabido mi nombre? —preguntó entonces, sin saber qué decir, viéndose realmente acorralado por la mirada fría e insensible que BaekHyun le daba incluso sin girarse hacia él. Solo veía su camino, y sentía que eso era mucho peor que recibir el mejor de sus insultos.

—¿Estás de joda? —soltó con molestia, volteándose de inmediato para fulminarlo con la mirada, por decir poco, y es que ni siquiera tenía ese rastro de burla que siempre cargaba al referirse al mayor—. ¡Te conozco hace años, ChanYeol!

—¿Entonces por qué me sigues llamando por mi apellido? —indagó aún con el mal pronóstico, importándole poco desatar la verdadera tormenta.

—Porque se me da la puta gana, tal vez —escupió sin más, dejando ir un suspiro que denotaba frustración de inicio a fin, sin mencionar el increíble deseo de golpearlo que erizó todos los pelos de ChanYeol—. No sé qué mierda te pasa hoy, idiota, pero no estoy de ánimos.

—¿Alguna chica se negó a tus encantos? —intentó bromear, usando el último recurso que le quedaba para que BaekHyun cambiara de ánimo.

—Ni que fuera Park ChanYeol —sonrió con sarcasmo, al fin, viendo al mencionado de pies a cabeza. Algo típico en él, a decir verdad, especialmente cuando estaba a punto de mofarse—. ¡Oh, lo siento! ¿Oíste eso? No había notado que estabas aquí.

—Amo cuando haces eso —confesó entonces, bastante hipnotizado por los ojos del menor, quien no tardó en esquivar los suyos, ocultando el sonrojo que nunca le ganaba, no con tanta facilidad—. Tus bromas siempre...

—Ya te dije que no estoy de humor, ChanYeol —interrumpió en seguida, quizás por simple instinto, abrazándose a sí mismo al descubrir que hacía más frío del que habían pronosticado.

—¿Quieres hablar de eso? —inquirió sin más, poniéndose frente a BaekHyun para que este detuviera sus pasos y lo viera directamente a los ojos, encontrando esa sinceridad que pocas veces había visto, al menos en los ojos de ChanYeol, quien de pronto parecía quererlo tanto, de una forma tan pura, y tan hermosa, y tan...No, eso no estaba bien.

—¡Park ChanYeol y Byun BaekHyun juntos! ¿Quién lo diría?

Ninguno lo miró, ninguno se dignó a verlo, ni a prestarle atención, pues sus ojos parecían más interesantes que cualquier otros, al menos en ese momento, incluso si discutían, e incluso si denotaban cierto enojo, incluso si... incluso si lucían al borde de... ¿Golpearse? ¿Besarse? YiFan no entendía la diferencia, y es que ni siquiera ellos mismos podían hacerlo.

—No quiero hablar de ninguna mierda contigo, ¿acaso no lo entiendes? —BaekHyun soltó con irritación, casi al borde del llanto, mordiendo su labio inferior una vez que entendió el peso de sus palabras. Es decir, los ojos de ChanYeol lucían incluso peor que los suyos—. Tú no eres mi amigo, ni tampoco un puto consejero, así que no me vuelvas a molestar por el resto de mi vida.

Y entonces simplemente se fue, sin siquiera voltear, dejando a YiFan con la boca abierta y a ChanYeol con un montón de lágrimas en los ojos, preguntándose cuándo había sido el día en que lastimó a BaekHyun tanto como para que reaccionara de ese modo, y es que ni siquiera le dolían sus palabras, no cuando sabía que el enojo podía causar cosas mucho peores.

—No eres tú —el castaño intervino, evidentemente afectado, alzado una mano para acariciar el hombro ajeno y pronto su mejilla, limpiando el camino que dejó la primera lágrima—. Te juro que no tiene nada quever contigo.

—Ya no sé si creerte —susurró con un hilo de voz, presionando sus propios labios en una línea recta, rígida, tan firme como los pasos que no tardó en dar, alejándose del chico que seguía viéndolo con lástima,como si él necesitara la compasión de otros—. Quizás nunca debí creerte, ¿no?

—No digas eso, ChanYeol.

—Nos vemos —fue su única respuesta, intentado sonreír, mas solo daba pena, vergüenza, lástima, todo eso que reflejaba la mirada de Wu.

Todo eso que él mismo sentía por su patético ser.

In your mouth | ChanBaekWhere stories live. Discover now