028. Capítulo veintiocho

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Todavía no lograba entender cuál era el poder sobrehumano que tenía ChanYeol, pero le sorprendía la forma en que se sentía a su lado, tan tranquilo, tan calmado, como si los problemas se esfumaran y solo importara él, el glorioso Park, ese chico que acariciaba su cabello y lo dejaba reposar en su pecho, siempre en silencio, esperando pacientemente a que se atreviera a hablar.

Soltó un suspiro, otro más, y se acomodó un poco mejor en la cama, acurrucándose entre los brazos del mayor, entre los brazos del hombre que lo sostenía aún después de todo el caos, aún después de sus insultos, y de sus peleas, e incluso después de que BaekHyun no hiciera más que pedirle un poco de tranquilidad, un poco de silencio, un poco de tiempo para organizar todas las ideas que llevaban abrumándolo por años.

Había llegado el momento de hablar, y ambos lo sabían perfectamente.

—Segundo año de instituto, mediados de mayo —empezó con su relato, rodeando el torso de ChanYeol para acercarse un poco más a él, aferrándose a todo lo que significaba su existencia—. No sabía que YiFan había traído un compañero de universidad, así que bajé como siempre, en pijama, y su amigo solo se quedó viéndome. Te juro que jamás había visto una sonrisa tan hermosa como la de él, ni una mirada tan profunda, tan exigente, y sí, lo admito, era la puta perfección hecha persona.

Una sonrisa fue lo primero que iluminó el rostro de ChanYeol, mientras que mordía su labio inferior, guardándose todos los comentarios que inundaron su cabeza, desde lo tierno que se veía BaekHyun en ese momento hasta la forma en que lo hacían sentir sus palabras, tan llenas de sinceridad que incluso llegó a sonrojarse un poco.

—No podía ser amor a primera vista, esas cosas no existen, pero era obvio que me gustaba, y me gustaba demasiado. Por eso escapé de ahí, insultándome por haberlo visto, yo tenía novio, un gran novio, y me sentía tan mal de estar pensando en otro hombre —y entonces solo se detuvo, cerrando los ojos casi tan pronto como suspiró—. Solo quería que ese chico me besara, que me tocara, que me… ¡era una locura!

—Baek…

—Intenté olvidarlo, intenté sacarlo de mi cabeza, intenté seguir con mi novio, intenté que todo fuera igual que antes, y funcionó, al principio funcionó… pero YiFan rompió la burbuja en la que vivía. No era su culpa, él solo quería ser un buen amigo, pero decirme que YiXing estaba siéndome infiel… ni siquiera supe qué sentir.

—¿Qué?

—YiFan siempre desconfió de él —fue su única explicación. No quería hablar de él, no cuando le había tomado tanto tiempo superar su infidelidad—. Al principio me dio igual, a mí también me gustaba otra persona, pero las cosas se salieron de control, y todo fue muy rápido, muy extraño, todo… A veces ni siquiera recuerdo cómo pasó.

—¿Te golpeó? —preguntó en seguida, inquieto, ansioso, odiando que BaekHyun estuviera en su pecho solo porque no podía verlo directamente a los ojos, de pronto lo necesitaba tanto, de pronto solo quería cerciorarse de que el menor estuviera bien.

No hubo respuesta, ni siquiera un asentimiento, y la forma en que eso lo desesperaba… ¡Cielos! Ni siquiera podía imaginar que alguien fuera capaz de herir a BaekHyun.

—¿Baek…?

—“Eres un hijo de puta que fantasea con otros hombres, incluso si estoy presente, y no me iba a quedar de brazos cruzados. Solo tenía dos alternativas, y creo que prefieres que te trate como la basura que eres antes de que le rompa la cara a ese idiota”.

—Ese imbécil —tensó la mandíbula al decir, cerrando sus puños con fuerza, con rabia, con dolor, con frustración, con todas esas emociones que BaekHyun jamás debió sentir.

In your mouth | ChanBaekWhere stories live. Discover now