023. Capítulo veintitrés

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Cuenta la leyenda que ChanYeol estaba dispuesto a cualquier cosa por conseguir el amor de BaekHyun, incluso si significaba la burla de los demás, pues estaba tan seguro de sus sentimientos –y de su hombría– que le daba igual si una que otra persona se reía al verlo, o si le gritaban alguna estupidez al caminar por la calle, mofándose del atuendo que exhibió con orgullo incluso cuando el menor abrió la puerta de su hogar y lanzó una carcajada estruendosa, conteniendo las ganas de sacar su teléfono e inmortalizar ese momento.

—¿Es en serio? —preguntó una vez que recuperó el aliento, observando al mayor de pies a cabeza, de un lado a otro, fijándose en cada uno de los detalles que lo definían aquel día.

No era la primera vez que llevaba sombra de ojos, estaba seguro de eso, y tampoco era la primera vez que usaba pendientes, eso era cotidiano, ¡pero el vestido, la peluca y los listones…! Eso sí era algo nuevo.

—Te dije que soy un hombre de palabra —sonrió de inmediato, haciendo una pequeña reverencia. Y sí, por supuesto que tomó las puntas de su vestido para darle mayor énfasis a la situación, cruzando sus pies en el proceso.

—No volveré a dudarlo —soltó una suave risita al decir, mordiendo su dedo para no volver a estallar en carcajadas—. Es decir, yo ni siquiera pensé que te vestirías de chica, ¿sí? ¡Solo era una broma, ChanYeol!

—Broma o no, me veo hermoso —respondió con simpleza, jalando su falso cabello castaño hacia atrás para agregarle dramatismo, y es que pestañar constantemente no era suficiente, incluso si sus pestañas lucían más hermosas que de costumbre.

—¿Necesito responder eso? —volvió a reír, inclinándose apenas un poco para recargarse en el marco de la puerta, importándole poco que varios de sus vecinos estuvieran observando la escena, algunos más discretamente que otros.

—Sería lindo oírlo, ¿sabes? —se cruzó de brazos, dejando su papel de tierno para volver a la imagen seria y reservada que solía llevar, pasando de dere a tsun en apenas un segundo.

—Te ves hermoso, Channie —suspiró sus palabras, aunque sin quitarle la vista de encima, logrando que una enorme sonrisa iluminara el rostro ajeno. No solo había cumplido su capricho, sino que también había usado ese apodo excesivamente cursi que caló hasta lo más profundo de su corazón, sacudiendo su existencia completa.

—Usted también se ve hermoso, oppa —canturreó en seguida, dando un par de aplausos y saltitos ridículos que de seguro intentaban imitar al personaje de algún anime que había visto.

Era un desastre, todo en el mayor era un desastre.

—No hagas eso nunca más, te lo ruego —espetó con seriedad, fingiendo que su actuación no le gustaba siquiera un poco, cuando la verdad era que estaba a nada de lanzarse al suelo y soltar ruiditos inhumanos, celebrando que había nacido lo suficientemente dichoso para conocer a ChanYeol en persona.

—Bien —sonrió simplemente, olvidando su mala actuación para centrarse en el chico que le sonreía desde la puerta de su casa, luciendo tan natural y cómodo que se emocionó un poco más que antes, como si al menos fuera posible.

Claro que lo era.

—Entra —murmuró BaekHyun, quitándose de la entrada para mostrar que no bromaba al invitarlo, dando un rápido vistazo al interior antes de volver a sonreírle—. Tu esfuerzo vale un vaso de jugo, y un poco de ropa no te vendría mal, ¿sabes?

—No me molesta —respondió con simpleza, omitiendo que debajo del vestido llevaba una camiseta y un pantalón corto porque, mierda, usar esa prenda era jodidamente incómodo, especialmente cuando el aire se colaba por debajo y lo hacía sentir completamente desnudo.

In your mouth | ChanBaekTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang