029. Capítulo final

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—Ahora tú estás en boca de todos, Park.

Soltó una risita ante la ironía de la vida, o de BaekHyun, quien lo miró de pies a cabeza antes de sentarse a su lado en el casino, dando una rápida mirada a su bandeja antes de tomar una presa de pollo frito, llevándola a su boca del mismo modo sucio en que lo había hecho aquella vez, saboreándola sin siquiera quitarle los ojos de encima.

No entendía cómo había olvidado lo descarado que podía llegar a ser, pasando la lengua por sus labios justo antes de chupar sus dedos, uno tras otro, viéndolo con tanta profundidad que más de una imagen vino a su cabeza, todas difusas, creando una especie de cosquilleo en su vientre justo cuando el menor lo ignoró por completo, quitándole su plato de comida para concentrarse en el arroz.

—¿Ah sí? —murmuró una vez que recobró la cordura, alzando las cejas hacia el muchacho que simplemente asintió, sin siquiera verlo, usando sus palillos para acabarse su almuerzo—. ¿Y qué tanto dicen?

—Que eres novio de un tal BaekHyun —lo observó finalmente, sus mejillas llenas por el arroz que había devorado, incluso tenía algunos granos en la comisura de sus labios, haciéndolo lucir completamente adorable, tan diferente a su faceta anterior—. ¿Te imaginas lo homosexual que debe ser el chico?

—Homosexual y hermoso, por cierto —sonrió sin más, acercándose al menor para limpiar sus mejillas con su propio pulgar, ocultando la risa que le causaba la situación, pues BaekHyun no hizo más que fruncir el ceño, viéndose como un verdadero niño al que quería mimar por siempre.

—¿Eso quiere decir que es cierto? ¿El corazón de Park ChanYeol al fin tiene dueño?

—Siempre lo ha tenido —respondió con alegría, asintiendo ante el muchacho que ya había dejado su bandeja de lado, probablemente porque estaba vacía, incluso se había bebido su jugo, dejando la cajita totalmente doblada—. La única diferencia es que al fin soy correspondido.

—Alguien me contó que que siempre lo has sido —sonrió también, sentándose un poco más derecho en su silla apenas por unos segundos,  no tardó en apoyar su cabeza en el hombro ajeno, dejando ir un suspiro por simple satisfacción.

—Tienes razón, hace poco me enteré de lo mismo —apoyó su mejilla sobre la cien de su novio, amando la forma en que ese apodo sonaba en su mente, tan cálido que su corazón dio un brinco, mientras que su mano no hizo más que buscar la ajena, entrelazándolas de tal modo en que sus dedos encajaron a la perfección. Sí, estaba increíblemente feliz—. El problema es que el idiota recién me lo dijo ayer.

—¡Oye! —se enderezó al instante, dándole un leve golpecito en el pecho.

—Oh, estabas aquí —soltó una risotada al decir, rodeando el cuello del menor para atraerlo a su cuerpo, sin ser realmente brusco, logrando que sus rostros quedaran a escasos centímetros—. Solo hablaba de cuánto me gustas, bebé —susurró entonces, rozando juguetonamente sus labios antes de simplemente besarlo, encontrando el sabor de su almuerzo en la boca ajena.

—Espero que sea cierto —murmuró con dificultad, aún entre sus labios, separándose una vez que divisó al grupo de muchachos que siempre los interrumpía, ya fuese para bien o para mal—. Mientras no vayas por ahí contando que volvimos a tener sexo, todo bien.

—¿Que ustedes qué?

El chillido de MinSeok fue tan escandaloso que más de una persona se volteó a verlos, sus ojos abiertos por el asombro o entrecerrados por el enojo, mas bastó que el mayor se inclinara un par de veces y pidiera disculpas para que todos volvieran a sus asuntos, ignorando la forma en que el grupo de amigos simplemente se adueñaba de la mesa en la que ChanYeol seguía abrazando a BaekHyun.

—Ya lo oíste, Seok. Tuvimos sexo de nuevo —sonrió el mayor, casi con orgullo, volteándose lo suficiente para darle un casto beso al menor, quien solo asentía en su lugar—. El mejor sexo que he tenido, por cierto.

—Demasiados detalles —espetó JongIn, casi como si los hubiese imaginado, cubriéndose los oídos con tanto dramatismo que los otros seis se largaron a reír, festejando la broma del moreno.

—¿Y entonces qué? ¿Mis padres al fin son pareja? —indagó MinSeok, nuevamente emocionado, llevando las manos hasta sus mejillas para verlos fijamente, casi con admiración, esperando la respuesta afirmativa que había esperado desde que se incluyó al grupo.

Tanto SeHun como él habían sido los últimos, por supuesto, pero la tensión de ese par había sido evidente incluso antes de saber que en realidad se “odiaban”, pues los habían descubierto viéndose en más de una ocasión, siempre en secreto, como si fijarse en cada manía del otro fuera un pecado, cuando la verdad es que los hacía lucir muy tiernos, inocentes, como si en realidad no estuvieran imaginándose en las piernas del otro.

—Creo que ellos no han oído el rumor, amor —sonrió ChanYeol, volteando por milésima vez hacia el menor, quien no tardó en sonreírle también, ignorando por completo al montón de idiotas que tenía en frente, parecía obvio que a él solo le importaba uno de todos ellos.

—Quizás no estudian en esta universidad, Channie —respondió entonces, mordiendo su propio labio inferior antes de rozar los ajenos, besándolos con tanto cariño que, incluso si no era la gran cosa, sus amigos empezaron a armar un verdadero escándalo al respecto.

—Oh my God! Okay, it's happening —empezó YiFan, viendo inmediatamente a MinSeok, quien no tardó en sonreír en su dirección y simplemente asentir, cambiando su rostro a uno completamente serio y alarmado.

—Everybody stay calm. Stay fucking calm! —gritó sin más, logrando que las mismas personas de antes se voltearan a verlo, cada vez más enojadas, no solo era MinSeok quien hacía ruido, sino que todo el grupo de amigos le siguió con sus risas escandalosas, celebrando la escena de the office que habían parodiado perfectamente.

Sí, juntos eran un verdadero caos, especialmente desde que ChanYeol y BaekHyun –más BaekHyun que ChanYeol– habían dejado de discutir por todo.

—Estamos felices por ustedes —JongIn fue el primero en decir, sonriendo con tanta sinceridad que el par de chicos no hizo más que imitarlo, sosteniendo sus manos por simple instinto.

—Llevo sufriendo por años —molestó MinSeok, incluyéndose a las palabras del moreno, su vida era muchísimo más emocionante gracias al romance oculto de sus amigos, quienes le daban la dosis de drama que necesitaba a diario.

—Nadie ha sufrido más que yo —se quejó ChanYeol, casi como si estuviera compitiendo con el mayor. Esa era su parte favorita de haberlo conocido, fingir que se llevaban mal cuando en realidad era uno de sus favoritos.

—Pero ya abrí los ojos, así que bájenle a su drama —interrumpió BaekHyun, fingiendo estar enojado, cuando la verdad era que no estaba así de feliz desde que era un niño al que nada le importaba demasiado.

Entonces el grupo dejó ir otra carcajada escandalosa, aunque nada unísona, pues sus risas eran todo menos parecidas, con sonidos que iban desde aves graznando hasta chillidos sin sentido, algunos más agudos que otros, creando un verdadero estruendo que el resto no hizo más que ignorar, al fin habían comprendido que no existía una mirada lo suficientemente severa para que se callaran, ni siquiera si venía de sus madres, los siete muchachos eran ruidosos en todo momento, ya fuese consciente o inconscientemente.

Después de todo, de eso se trataba la verdadera amistad.

—Ojalá duren toda la vida, en serio —JunMyeon les deseó una vez que volvieron a tranquilizarse, sabiendo de antemano que existirían problemas, muchos problemas, especialmente en una sociedad tan anticuada como la coreana, en donde más de una persona los juzgaría por ser homosexuales—. KyungSoo y JongDae estarán felices de saberlo.

—Claro, incluso en su universidad podían escuchar los insultos de estos dos —comentó SeHun con gracia.

—¿Y si mejor le dejan las cursilerías a mi novio? —fue la última respuesta de BaekHyun, quien sonreía incluso si fingía estar aburrido de sus buenos deseos, cuando la verdad era que los necesitaba, incluso si había superado la peor parte. Tenerlos de apoyo era fundamental en la nueva etapa que estaban empezando.

Mientras pudieran seguir sonriendo, y mientras estuvieran juntos –no solo los dos, sino que los siete–, ¿qué importaba lo que pensara el resto?

FIN

In your mouth | ChanBaekजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें