7. Un simple enamoramiento

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El día antes de la fiesta

Toda la semana, los pensamientos y sentimientos de Dylan han estado revolviendo su mente y estómago. ¿Qué le está pasando? ¿Por qué desea tanto besar a Yue? ¿Por qué la encuentra atractiva ahora? ¿Por qué de repente anhela tomarle la mano? Incluso soñó con despertarse junto a ella... Rayos. ¡El asunto se precipita bastante rápido!

La única explicación lógica es que la cárcel debió afectarlo y hacerlo más vulnerable. Sí, debe ser eso. Probablemente sea un sentimiento fugaz que pronto pasará... No haber salido con nadie durante un año le ha hecho desear a la única mujer a la que tiene acceso, su novia falsa. La cárcel y la proximidad son definitivamente las culpables.

Finalmente, Dylan admite que tal vez tenga un leve caso de enamoramiento hacia Yue, pero no tiene la intención de hacer nada al respecto, o al menos eso cree. Sin embargo, hoy va a hacer otro descubrimiento que añadirá sal a la herida: se ha convertido en un tipo celoso.

***

"Voy a comprar café. ¿Todos quieren lo de siempre?" Yue pregunta alrededor de las 10 am.

"¡Sí! Por favor, eres un amor. Necesito mi capuchino o no podré arreglar el error en tu rastreador. Ya me duele la cabeza..." Darren suspira, frotándose las sienes. El localizador de Yue ha estado desactivado desde ayer y, en consecuencia, el de Dylan, pero él solo se enteró ahora.

"¿Qué? ¿Desde cuándo estaba libre?"

Yue lo mira con los ojos entrecerrados. "¡No te hagas ilusiones! ¡Mi amigo inteligente lo arreglará pronto!" exclama y camina detrás de Darren para masajearle los hombros.

¿Qué carrizo hace? ¡¿Por qué está masajeando a Darren?! "¿No se suponía que ibas a buscar el café?" Dylan gruñe, provocando en Darren una mueca.

"¡Sí! ¡Mark espera que recoja el café a las 10! ¡Ya voy tarde!" Yue sale disparada de la oficina y Dylan siente una punzada en el pecho.

"¿Quién es Mark?" Dylan le grita a sus amigos, levantándose abruptamente, haciendo que la silla se caiga.

César no puede contener una carcajada. "¿Qué me dijiste hace unos días? ¿Que controlarías a tu corazón o algo así, y que Yue estaba encasillada en la zona de amigos?"

Dylan frunce el ceño. "¡Voy a ayudar a Yue con el café! ¡Ustedes son unos inútiles!" refunfuña y sale furioso, pero no sin antes colocar un elegante tulipán de origami en el escritorio de Yue.

"Creo que tenías razón, se enamoró de ella", le dice César a Darren disimulando una sonrisa. "Realmente pensé que Yue no era el tipo de Dylan. Nunca ha salido con una chica dulce, solo súper modelos seductoras y desinhibidas".

"Yue es el tipo de chica que se mete debajo de tu piel y ni siquiera te das cuenta", admite Darren con una dulce sonrisa.

"¿También estás enamorado de ella?" César pregunta con curiosidad. Sería una catástrofe si a Dylan y Darren les gustara la misma chica, sobre todo porque Dylan es un niño rico que siempre consigue lo que quiere. No se tomaría bien el rechazo.

"No puedo decir que sí. O sea, es linda y dulce, pero sé que no le agrado. Yue es amable con todos... Afortunadamente, yo no tengo que pasar mucho tiempo con ella, Dylan, en cambio, se ve obligado a estar siempre con ella por razones obvias; por lo tanto, está condenado. Es una receta para el desastre. No tiene más remedio que enamorarse perdidamente", explica Darren objetivamente sin mostrar ninguna emoción. Para él, es tan simple como los unos y ceros en la pantalla de su computadora.

Mientras tanto, en Starbucks

Dylan corrió al café y ahora está jadeando, irritado por la punzada que sintió hace unos minutos. ¿Qué fue eso?

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