62. Te extraño

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Dos semanas después

Yue se despierta en la cama media vacía una vez más. Cuando abre los ojos cansados, suspira y se voltea hacia el otro lado para evitar el dolor de no verlo allí, de no verlo para nada.

¿Cuánto podría aguantar un corazón de extrañar a alguien? ¿Cuántas noches inquietas soportaría un cerebro? ¿Cuánto tiempo lograría sobrevivir una persona sin los nutrientes esenciales? Si esta situación -no tener a Dylan con ella- persiste, Yue seguramente hallará las respuestas a esas terribles preguntas.

Levanta las mantas que cubren su cuerpo malogrado y se sienta en la cama, pero cuando presiona los pies en el suelo para levantar su peso más ligero que antes, su cabeza da vueltas y vuelve a caer sobre el colchón.

Yue chilla, enojada. Lo último que necesita es que su cuerpo le falle, aunque reconoce que no es culpa de nadie más sino de ella misma, que se ha estado descuidando al tratar de resolver este intrincado rompecabezas.

¿Por qué rayos no se le ha permitido visitar a su esposo? Yue va a la prisión todos los santos días, y la respuesta que le dan es 'No está disponible' o 'No quiere visitas'. ¿Cómo es posible que no quiera verla?

Mientras tanto, la Sra. Wang ha echado a su esposo del dormitorio principal y lo ha obligado a dormir en el cuarto de huéspedes para tratar de hacerlo entrar en razón. Sin embargo, no ha habido ningún progreso, el testarudo hombre no está dispuesto a ceder.

A Sofía sí se le ha permitido ver a Dylan -chica afortunada- porque es su abogada. El problema es que ella no le ha contado nada a Yue sobre esos encuentros; por lo tanto, Yue ha decidido visitarla más tarde hoy y sacarle las palabras a puños, si es necesario.

Si Yue no recibe respuestas en el corto plazo, si no llega a ver una luz al final del túnel, se volverá loca sin duda. Las últimas dos semanas han sido un infierno y está harta de todo esto.

En otro ámbito, sí hay buenas noticias: César y Darren han logrado obtener órdenes de allanamiento para muchas de las personas involucradas en los robos de los cuadros de Picasso. Hasta consiguieron órdenes de arresto para El Ruso y Gordon gracias a las pruebas acumuladas. Por lo menos, un año de investigaciones y misiones no se desperdició.

En cuanto a Michaels, está desaparecido; nadie sabe nada de él, ni siquiera su esposa. César indujo a asuntos internos a abrir una investigación sobre el hombre, y cuando consiguieron los 200.000 dólares en su cuenta -el estúpido y confiado tipo ni siquiera trató de ocultar el dinero- comenzaron a buscarlo por todas partes, pero no lo han podido ubicar hasta ahora.

Se dice que la tercera vez es la vencida, y es entonces cuando Yue finalmente logra levantarse de la cama después de dos intentos fallidos.

De pie junto a la cama, bosteza y estira su cuerpo tullido; algunos de sus huesos crujen y por una fracción de segundo sonríe cuando recuerda a Dylan citando el meme de un gato cada vez que su cuerpo hace algún ruido: ¡no estoy viejo, estoy crocante!

Dios mío, cuánto amo a ese hombre.

Pero la tristeza regresa apenas ojea el lado de la cama donde él duerme y lo ve vacío.

¡Qué porquería!

Yue da unos pasos temblorosos hacia la puerta y cuando está a punto de salir de la habitación, se da cuenta de que Bigotes está durmiendo debajo de la mesita de noche de Dylan, algo que no ha hecho nunca.

Hasta el gato lo extraña.

Tal vez el pobre animal pueda sentir el aura incolora de Yue últimamente, o tal vez extraña a Dylan porque siempre estaba jugando con él.

Amor criminalOnde histórias criam vida. Descubra agora