18. Ya no más...

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Lunes por la mañana

Yue todavía está durmiendo y abraza a Dylan como si fuera un oso de peluche gigante. Tiene el rostro hundido en la curva de su cuello y exhala alientos húmedos sobre él.

Uno de los brazos de Yue está alrededor de la cabeza de Dylan, el otro está envolviendo su pecho; la pierna izquierda está entre las de él y la pierna derecha la tiene doblada alrededor de él, con el pie metido debajo de su muslo. Está prácticamente desparramada sobre el hombre.

¿Cómo rayos se adueñó de él de esta manera? ¡Y él la dejó!

Es algo sin precedentes, pues Dylan nunca antes había permitido que las mujeres lo tocaran cuando duerme.

Dylan siente un peso anormal en el cuerpo y comienza a despertarse, preguntándose qué está pasando. Entreabre los ojos y le da un vistazo a la habitación. Todavía estamos en Key West...

Cuando se da cuenta de que su dulce vecina lo ha tomado como rehén, sonríe y cruza las manos sobre ella; frota el rostro en su cabello y absorbe su aroma de talco para bebés...

¡Pft! Amigos en tus sueños... ¡Esto es ridículo! Si te recuestas con todos tus amigos así, ¡tendré que usar karate con ellos!

A paso de caracol, las manos de Dylan viajan por el cuerpo rendido de Yue y se cuelan dentro de su blusa para deleitarse con su piel suave y aterciopelada. Increíble. La acaricia de arriba abajo, decepcionado cuando se topa con sus dos piezas de ropa interior.

Yue, que inconscientemente disfruta del tratamiento, se acomoda mejor y aprieta el agarre de su prisionero, retorciendo su cuerpo de placer.

Dylan puede percibir cada una de sus características femeninas posadas en él...

¡Maldita sea! ¡¿Cómo puede un hombre resistirse a esto?!

Simple: no puede.

Dylan la mueve un poco para observarle la cara dormida y empieza a cubrirla lenta y tiernamente con besos húmedos, tibios y provocadores... En su frente, sus párpados, su nariz, sus mejillas, su boca... Cientos de besos una y otra vez.

Yue sonríe y se despierta gradualmente con la maravillosa terapia. ¿Fue un sueño o realmente está sucediendo?

"Buenos días, señorita."

Oh oh... ¡Es real! No es uno de sus sueños inapropiados.

Aun así, es un buen día de verdad. Yue abre los ojos para enfocarse en Dylan y su esponjoso look matutino. Delicioso. La sonrisa insinuante de Yue lo provoca hasta el punto de hacerle perder el control y la subyuga.

En un instante, Yue se encuentra inmovilizada en la cama, aplastada bajo su cuerpo varonil, con los ojos muy abiertos y tragando grueso.

"¿Tienes idea de lo que me hiciste?" pregunta él sin esperar una respuesta. Todo lo que anhela es besarla. ¡Y bum! Choca su boca contra la de ella para sumergirlos en un beso pecaminoso que trastorna cada una de las células de sus cuerpos.

¡Cielos!

¿No le dijo ella que esto no podía convertirse en una costumbre? ¡Pero los besos de él definitivamente son adictivos! Y Yue se ha vuelto indefensa y demasiado sensible a todo lo relacionado con Dylan. No hay escapatoria...

Absorto, Dylan toma su lugar y envuelve las piernas de Yue alrededor de él solo para causar una ola de sensaciones que la abruman. Mientras la besa como si fuera el fin del mundo y aprecia sus formas debajo de su cuerpo, Yue gime. Y cuando ella hace eso, Dylan simplemente pierde la cabeza.

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