27. Sé mía

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Sábado por la mañana

Son las 10 am y afuera la tormenta está empezando a hacer estragos. Dylan lleva despierto una hora y ha visto las noticias: las autoridades han instado a todos a permanecer resguardados durante las próximas 48 horas. Este huracán no tiene precedentes y nadie debería salir a la calle. Hay una advertencia de apagón y, en consecuencia, podría interrumpirse el suministro de agua en algunas áreas. Dylan, sin embargo, no quiere alarmar a Yue puesto que ya estaba bastante aterrorizada de enfrentarse a su primer ciclón.

Yue todavía está dormida y no hay señales de que vaya a despertar. ¿Realmente la agotó tanto? Dylan está preocupado; ha tratado de llamarla, pero cada vez que lo hace, Yue gruñe como un cachorrito y se vuelve hacia el otro lado. La habitación está oscura debido a las persianas anti-huracán, quizás eso no ha ayudado a su ritmo circadiano.

A estas alturas Dylan piensa que Yue ha dormido bastante. 7 horas son suficientes para renovar el cuerpo, ¿no es así? Además, se está muriendo por pintarla de nuevo, ¿o es demasiado ambicioso? ¿Desea Yue que la vuelva a pintar? Dylan no quiere sentirse rechazado. Por otro lado, también opina que Yue necesita hidratarse ya que la noche fue bastante activa y aún no ha bebido nada.

"Dulzura, despierta... Vamos..."

¿Por qué la está despertando siquiera? ¿Cuál es el problema si duerme un poco más?

No. Dylan quiere que Yue esté lúcida; desea estar con ella, hablarle, pasar tiempo juntos. ¡Basta ya de dormir!

Dylan le quita las mantas de encima e, instantáneamente, el corazón le bombea más rápido ante lo que ve.

¡Cielos, es hermosa! Nunca me acostumbraré a verla así...

Yue está al natural, acostada de lado con una pierna doblada y las manos metidas debajo de la almohada. Su carnosa parte trasera es tan atractiva, la curva de su espalda es fascinante, las líneas de su cara son tan agraciadas, y luego está ese vistazo que Dylan percibe de la redondez de su pecho presionada contra la cama, y desearía convertirse en colchón solo para disfrutar de toda esa carnosidad ¡Qué perspectiva!

Dylan recuerda el primer día que la vio en la oficina...

Y yo que pensé que podría estar deforme bajo toda esa ropa holgada... ¡Qué idiota! Pero me alegro de que no se sienta cómoda mostrando su exquisito cuerpo sino a mí...

Dylan se quita los calzones boxeadores –la única prenda que llevaba puesta– y toma a Yue en sus brazos al estilo nupcial. Ella ni siquiera se inmuta.

¿Estará respirando?

Dylan la lleva con cautela al baño, amando la sensación de hormigueo que genera en su cuerpo el contacto de sus pieles. Con dos grandes pasos entra en la enorme bañera vacía y se sienta allí, sosteniendo a Yue dormida en su regazo.

 Con dos grandes pasos entra en la enorme bañera vacía y se sienta allí, sosteniendo a Yue dormida en su regazo

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Amor criminalWhere stories live. Discover now