Dylan Wang y Shen Yue son parte de una nueva unidad encubierta del FBI. Él es un criminal guapo e interesante, ella es una nueva agente dulce y compasiva. Ambos tienen un pasado tumultuoso y ahora deben fingir ser una pareja para poder descubrir qui...
Yue está caminando inquieta en su habitación, mirando fijamente al armario; está nerviosa y no tiene idea de qué ponerse. ¿Qué es adecuado para conocer a los suegros que además son parte de una intimidante familia criminal? Aunque ya conoció a Joel, eso no salió demasiado bien. ¿Será diferente esta vez?
Debido a que la cena llegó con tan poca antelación, Dylan no tuvo tiempo de llevar a Yue de compras para la ocasión y eso no ha ayudado en nada a su autoestima.
Abatida, se tira sobre la cama, agarra la almohada con resignación y rezonga tan fuerte que el pobre Bigotes sale disparado del cuarto con el pelo erizado y la espalda arqueada.
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¡Y ahí viene Dylan al rescate!
Como era de esperar, él está listo y luce atractivo cuando entra en la habitación de Yue y la encuentra hundida en la cama de la desesperación.
"¡¿Por qué tú siempre te ves tan bien?!" Yue lloriquea. "¡No es justo!" Patea la cama y grita en la almohada.
"¡Estás asustando a Bigotes, déjate de tonterías, Shen Yue! Vamos a ver lo que te puedes poner. Es la hora de la pasarela: muéstrame las opciones y te diré qué ponerte", la tranquiliza, ansioso por verla modelar para él.
Yue se pone de pie de mala gana, va a su armario y le muestra un par de atuendos, colocando las perchas frente a su cuerpo.
"Ese: suéter blanco y pantalones cortos negros rasgados. Te verás linda pero sexy, y tu vestimenta concordará con mi estilo". Dylan guiña un ojo y Yue se encoge de hombros, no convencida de que se verá bien, ¿para qué esforzarse tanto?
Yue se esconde en el baño durante media hora, y Dylan ve pasar el tiempo lentamente. ¿Qué está haciendo allí? ¿Y por qué fue al baño a prepararse como si no la hubiera visto antes? Menos mal que él está básicamente listo para irse, solo le faltó ponerse perfume, esa esencia costosa y varonil con tonos amaderados que hace tambalear las rodillas de Yue. Ella siempre se pone cariñosa cuando él la usa, por eso desea echársela encima todo el tiempo. Compró 2 botellas adicionales para guardar en el ático y la oficina, por si acaso.
Dylan está aburrido y sentado en una silla en la cocina, jugueteando con un vaso vacío, cuando Yue sale del baño luciendo naturalmente hermosa. Tan pronto como él la ve, olvida su nombre, dónde está, por qué está allí... Todo. Solo puede notar esos labios rojos en forma de corazón, la manera en que su suave flequillo le enmarca el rostro, sus ojos grandes que libran un hormigueo por todo su cuerpo, cómo sus largas pestañas acarician sus pómulos cuando parpadea tímidamente, completamente inconsciente de su deslumbrante belleza, y sus lunares, esos puntitos felices que a Dylan le encanta trazar con los dedos cuando Yue duerme. Y su fragancia, ¿por qué huele tan bien? Es dulce y floral, con notas de violeta y rosa, y una pizca de vainilla y almizcle blanco. Le da ganas de frotar la nariz por toda su piel.
