ESPOSITA

Capítulo 55 - El Encuentro de Padre e Hijo

Shang YuShang envió a alguien a buscar una habitación individual para He MingFan, y sacó del hospital al anciano He, que seguia consciente, ya había preparado todo para que se quedara en un asilo de ancianos. También le consiguió un trabajo a He MingFan como vendedor en una empresa de tamaño decente. Su salario era suficiente para cubrir sus gastos diarios, y en cuanto a los gastos del Maestro He, no necesitaba preocuparse por ellos.

He MingFan se sorprendió de que Shang YuShang hubiera hecho todo lo posible para ayudarlo en este punto, y entendió en su corazón que este era el deseo de He ChangNing. Tal vez era porque He MingFan había experimentado demasiadas desgracias, ahora se había vuelto de mente abierta y pudo aceptar y dejar ir muchas cosas.  Después de sorprenderse, aceptó los arreglos de Shang YuShang con facilidad. Le gustaba mucho este tipo de vida, una sin ningún tipo de lucha e intrigas entre sí.

Independientemente del propósito de He ChangNing para hacer esto, He MingFan estaba seguro de una cosa: el joven nunca lo había humillado intencionalmente, de lo contrario, no hubiese hecho los arreglos para que trabajara en ZK, que era el antiguo terreno de la familia He. Su venganza hubiese sido más dulce si pudiera verlo tan desolado. Sin embargo, no lo hizo, simplemente le dio otra oportunidad a su vida, solo esto y nada más. Ya no cuestionaba las razones detrás de las buenas intenciones de He ChangNing de ofrecerles ayuda, y tampoco tenía la energía para pensar más en eso.  Después de la gran conmoción, se calmó mucho. Estaba cansado después de años de luchar por la fama y la fortuna, y era raro disfrutar de una vida tan fácil y cómoda. Ya no iría y se provocaría más problemas.

La familia He fue completamente destruida, 'las ratas habían abandonado el barco', Ahora, el nombre de la familia He ya no existía en este mundo. El odio se resolvió e inesperadamente, Gu Cheng lo unico que sentía era un vacío en su corazón. Parecía no tener otros objetivos en su vida y no sabía qué hacer a continuación. ¿Debería reconocer a su hijo? Debido a su irresponsabilidad, en realidad tenía miedo. Debido a su cobardía y culpa, había estado dudando. Quería estar cerca de su hijo, pero tenía miedo. Era realmente difícil de imaginar. ¿Quién hubiera pensado que el digno jefe de la familia Gu, el Jefe del Consorcio Internacional ZK, con el glorioso estatus con el que sueñan innumerables personas, este tipo de persona en realidad le tenía miedo a su propio hijo?

A-Yin observaba cada día la lucha en el rostro de su jefe, y el estado de ánimo inquieto y deprimente incluso le dificultaba su trabajo como amo de llaves y asistente, por no hablar de los demás subordinados. Por lo tanto, para terminar con la preocupación sin sentido del jefe y sus propios días miserables, A-Yin decidió que era mejor ir y aclarar adecuadamente algunas cosas para su jefe, "Jefe, de hecho, debería ir con el Joven Maestro. Y convenientemente echar un vistazo a sus nietos que pronto nacerán". El cuerpo de A-Yin se estremeció cuando pensó en él cuerpo embarazado del Joven Maestro. Era muy difícil para él aceptar este hecho, ya que no le importaban las cosas que la ciencia no podía explicar. Sin embargo, la situación del Joven Maestro había destruido todo en lo que creía, haciendo que su joven mente sufriera un shock psicológico sin precedentes.

El rostro de Gu Cheng era inexpresivo, pero estaba contemplando la sugerencia de A-Yin en su corazón. Tal vez podría ir a ver cómo estaban sus nietos y, convenientemente, podría hablar con su hijo de pasada. ¿Pero no sería esto demasiado deliberado? 

A-Yin continuó esforzándose por su comoda vida, "Jefe, usted y el Joven Maestro son padre e hijo. Es 'La ley del cielo y El principio de la tierra' que un padre vaya a ver a su hijo". A-Yin de repente se admiró a sí mismo por aprender chino tan bien y usar los modismos correctamente, así que siguió con el buen trabajo, "No es posible que padre e hijo formen una pelea de la noche a la mañana, además, el Joven Maestro es un hombre generoso, y por el bien de sus nietos, te dará la cara".