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𝐒 𝐄 𝐁 𝐀 𝐒 𝐓 𝐈 𝐀 𝐍

—No lo sé, Neil, no tengo a quién recomendarte —bufó.

—Conoces a un montón de colegas mujeres, Stan, ¿de verdad no se te ocurre ninguna? Solo queremos asegurarnos de que haya química, sabes, una buena relación entre ambos protagonistas.

—Lo sé, y te entiendo, es solo que al leer el personaje ninguna se me viene a la mente, esperemos unos días, sino habrá que elegir entre las mujeres que ya audicionaron —suspiró.

—Solo quiero que este proyecto funcione, ¿sabes? De verdad tengo fe en él.

—Funcionará, lo he leído y me ha fascinado, seguro que al mundo también, solo hay que saber ejecutarlo.

Hablamos del filme unos minutos más hasta que ya no había nada más que decidir. Me apenaba Neil, era un gran director y una gran persona con la que ya había trabajado anteriormente, esperaba que su visión se pudiera hacer realidad.

Llevaba meses reuniendo el personal, material, presupuesto y estudiando las localizaciones. Producir su película estaba tardando más del tiempo que le había dado el estudio.

Fui a la cocina a prepararme algo de comer, decidí hacerme un sándwich tostado. Una vez que estuvo listo salí a mi balcón y me metí a Instagram para distraerme. Su perfil nuevamente se me cruzó en mis búsquedas recientes. Se había vuelto una rutina de la que no podía escapar, era extrañamente adictivo.

No acostumbraba a subir nada, algunas veces un par de historias bailando o jugando con algo dejando ver una parte más natural y libre de ella, que era todo lo contrario a la de sus publicaciones.

Quería conocerla, pero no quería hablarle, la verdad me asustaba un poco hacerlo. Si la hubiera visto en persona definitivamente me hubiera acercado, pero era muy diferente por redes sociales, me bajaba mucho la confianza en mí mismo.

Revisé y la verdad yo tampoco había sido muy activo, hacia tiempo que no interactuaba con fans. Miré de reojo el reloj, eran tan solo las dos de la tarde.

Cuando terminé mi pequeño almuerzo me acomodé en la silla buscando un lugar donde la luz no arruinara el directo y presioné comenzar live. No tardé mucho en tener muchos espectadores, más de tres mil para ser exactos, vi como la cifra iba subiendo y los comentarios cubrían mi pantalla.

Reí al ver cuántos emojis, mensajes tiernos y unos un poco más subidos de nivel estaban escribiendo los fans.

—¡Hola! ¿Cómo están? —hablé— Vaya parece que todos están de maravilla eh.

Respondí un par de comentarios y hablé un poco de la vida en general, les leí un cuento que tenía por mi biblioteca y contesté unas cuantas preguntas. Agradecí ver que la mayoría estaba pasando un buen rato.

De pronto me fijé que muchos escribían el mismo nombre.

—¿Que invite a Medea Vandi al live? —pregunté confundido— No entiendo, ¿puedo añadirla si quiero? —leí otro comentario— ¡Ah, que solo si está en el live! ¿Está en el live?

Deslicé mi dedo por la pantalla buscando su nombre, no lo veía, si lo estaba no era muy activa, no había comentado ni reaccionado en lo que llevaba el directo.

—A ver, necesito que alguien me diga como hacerlo —pedí riendo, la tecnología y yo no nos llevábamos muy bien.

Luego de cinco minutos aprendiendo busqué su perfil entre los espectadores y lo presioné sin saber qué pasaría. De pronto apareció que la estaba llamando y en un susto intenté colgarle pero no lo logré. Había respondido antes de que pudiera siquiera entender cómo se hacía.

more than a woman; sebastian stanDove le storie prendono vita. Scoprilo ora