00:07

1.2K 99 8
                                    

𝐌 𝐄 𝐃 𝐄 𝐀

—Te ves tan ridículo, me encanta.

—Medea llevas diciendo eso literalmente desde que empezamos a rodar, ¡desde octubre! —exclamó estresado.

—¡No es mi culpa que tengas que usar ese vestuario, te ves igual a mi papá! —me burlé.

—¡No es mi culpa que tu padre se vista igual de mal! —solté una carcajada.

El rodaje de la película había comenzado hace casi dos meses y la verdad es que se había creado una relación entre Sebastian y yo que jamás pensé que llegaría a tener.

Al inicio fue un poco extraño, no el hecho de grabar juntos, sino la sensación de que lo conocía hace años, como si encajáramos a la perfección. Intenté mantener un poco la distancia, en un intento de proteger mi tonto corazón que se derretía apenas se acercaba, pero terminó por hacérseme imposible. Los viajes que tuvimos que hacer por el país para ciertos escenarios fueron lo que más complicó mi plan.

Sin embargo, el hecho de pasar tanto tiempo con él encerrada en un set y en aviones no hizo más que estrechar una amistad entre ambos.

Me seguía gustando, me gustaba un montón, no lo negaría, pero también se había vuelto una compañía agradable en mi vida y no quería perderla por sentimientos viejos, así que seguía la corriente de que mi enamoramiento se había esfumado y que ahora solo lo veía con ojos de amiga.

—¡Es que mira esos tirantes! —claro que bromeaba, todo parecía quedarle tan bien que me llegaba hasta a dar rabia.

—¿Y tus atuendos? Tampoco son precisamente espléndidos —fingí estar ofendida.

—Me veo maravillosa en mi vestuario, Sebastian, no sé qué estás insinuando —rodó los ojos divertido.

La película no tenía una fecha definida específicamente, pero el vestuario de Sebastian parecía salido de los 60's, esperando hacer un contraste entre él y el resto de las personas.

—Eres un dolor en el trasero.

—¡A que te arrepientes de ofrecerme el papel! —canturreé.

—¡Definitivamente! —gritó de vuelta encerrándose en su tráiler.

Si bien yo era la coprotagonista, no tenía tantas escenas así que no debía venir al set todos los días como Sebastian, sin embargo me gustaba hacerlo. Podía pasar tiempo con él, le ayudaba a practicar sus escenas y por lo general almorzábamos juntos.

Se había vuelto una rutina.

Neil apareció golpeando la puerta de su tráiler.

—¡Stan, empezamos en cinco!

—¡Bien! —reí, era un gruñón.

—Medea —me llamó—, hoy no puedes estar aquí, lo siento —abrí los ojos sorprendida.

—Oh... vaya.

—No me tomes a mal, la escena que grabaremos será la de Sebastian en el baño... y lo mejor sería que no lo vieras —asentí entendiendo—. Mañana se hará esa escena.

—¿Tan rápido?

—Lo hemos pospuesto semanas, Medea, accediste a ella y hemos esperado a que te sientas cómoda pero...

—No pueden esperarme para siempre —terminé por él, asintió.

—¿Estarás preparada? Intentaremos hacer el ambiente más ameno posible, lo prometo, pero si no lo haces tendrá que encargarse tu doble y tendremos que cambiar el ángulo de cámara, y todo se nos complicará. Tú sabes como funciona.

more than a woman; sebastian stanWhere stories live. Discover now