Capítulo 5.

15 5 0
                                    

Cora

-¿Quién es él? -me preguntó Vera al entrar al instituto.

-El conserje, -le respondo. -Es muy amable y a veces hasta gracioso.

-Pues da miedo.

Me río un poco y vamos con el resto de masa de gente. La directora, la señorita Santana, da una charla corta y distinta a los años anteriores, seguido de eso los tutores empiezan a decir el curso, la letra y seguido de eso el listado de alumnos. Hugo, Mateo, Cris y Leo van en una tutoría distinta mientras que Vera, Tania, Ángela y yo vamos a otra tutoría. Ellos tienen a una tutora y nosotros a un tutor bastante serio y estricto a simple vista. 

Al entrar al instituto con nuestro tutor sobre todo yo noto un ambiente totalmente diferente y distinto. Se me hace raro ver así el instituto, que en los pasillos haya armarios con los nombres de la persona que usará ese armario y que al entrar en la clase haya literas pegadas a la pared. El tutor nos sienta en mesas independientes y en filas por orden de lista, lo cual nos pone en las literas también por orden de lista.

-Quiero silencio y que os pongáis en los sitios que he dicho. Aquí no venís a hacer amigos ni a pasarlo bien, aquí venís a aprender contenidos que os ayudarán en la vida adulta.

-¿Y entonces para qué venimos de internos?

-Porque a lo mejor su madre está cansada de lidiar con un adolescente rebelde que le gusta buscar los tres pies al gato. Ahora quiero silencio y que os pongáis a leer las normas que voy a repartir.

Comparto una mirada con Tania y sé lo que está pensando ya y tras lo estoy pensando asiento y cuando el profesor me da las normas las leo. Los voy leyendo, se crea un silencio y minutos más tarde los rompe el profesor llamándole la atención a Tania.

-Tania, ahora mismo debe leer las normas, no pensar en ningún chico que ocupe su cabeza.

Ella asiente y milagrosamente se pone a leer las normas volviendo el silencio hasta que este se ve interrumpido por una chica nueva.

-Es injusto, -se queja la chica nueva -Yo no tengo que compartir con esta persona si no me cae bien.

-Aquí venimos a aprender, no a hacer amigos. -responde el profesor seriamente y si forma un silencio en la clase. -Y más tarde iréis saliendo por orden de lista a colocar en vuestros armarios la ropa, saldréis de uno en uno. Primero tenéis que rellenar estos formularios sobre vosotros.

Conforme los reparte veo que Tania está en su mundo y que eso puede ser peligroso para Tania y para el profesor después de lo que ha pasado ya con lo de las normas. Miro a mi alrededor y el inconveniente está en que ella está mirando por la ventana en la punta de la clase y yo en la otra punta pendiente a la hoja que estoy rellenando y viendo a Vera rellenar el papel concentrada. Una vez más el silencio se rompe por culpa de Tania y el profesor.

-Tania, le he llamado tres veces la atención. ¿Se encuentra bien?

-Sí. -asiente ligeramente. -¿Ocurre algo?

-Sí, -le responde serio. -Que tiene que rellenar ese cuestionario y el resto de la clase ya lo ha rellenado. Supongo que no has estado pendiente a nada de lo que he dicho.

-Supone usted bien- le doy una mirada fría que le hace bajar la cabeza. -Perdón, hoy no tengo un buen día.

-En ese caso lo único que debe hacer es prestar atención para que no vaya a peor su día. Y si es que le parece bonito mirar las musarañas pues también puede irse al pasillo a mirarlas, que seguro hay más que en esta clase.

Tania se levanta de la silla apoyando sus manos en la mesa y mirando fijamente al profesor, esto no le va a beneficiar a ninguno de los dos, chocan demasiado sus personalidades y pese a darle una última mirada a Tania esta la ignora por completo.

-¿Sabe cuál es su problema? Que no sabe qué hacer con su vida y que es un amargado que no soporta que alguien le lleve la contraria a sus estúpidas normas.

-Entonces si yo soy un amargado es porque usted me conoce bien, ¿no? Entonces como estoy hablándole con seriedad porque aquí la autoridad soy yo ya tengo un problema y soy amargado. A lo mejor usted tiene un problema de comportamiento, trato y respeto por las figuras de autoridad, fíjese usted lo que le digo.

-Es que lo que usted diga de mí me importa un pepino.

-¡BASTA! -intervengo entre los dos levantándome. -No creo que sea una buena idea esta discusión delante de todos, uno porque es el profesor y la figura de autoridad y la otra porque es una alumna y al menos debería tener un poco de respeto por esa figura de autoridad.

-Efectivamente, -me da la razón el profesor. -Cora tiene razón, ya hablaremos sobre esto.

El profesor vuelve a su mesa, suena el timbre del recreo y salimos nosotros de la clase yendo a la salida para esperar al resto, todos menos Tania la cual a petición del profesor se queda hablando con él.

-Falta Mateo, -comenta Hugo al ver que falta él. -Venía detrás nuestra, es raro que no esté ya aquí.

-No se ha parado a hablar con nadie, -avisa Cris. -De hecho a mí me ha dicho que bebía agua, guardaba la botella y bajaba.

-A lo mejor alguien le ha dicho que espere y tenía que hablar- murmura tímida Vera. -Perdón, no debí haber dicho nada, ni siquiera lo conozco.

-No importa, no ha venido, nadie lo ha parado a hablar. Yo sé dónde está, voy a por él.

A dirigirme hacia dentro Vera me llama la atención. -Cora, no puedes entrar sola en la hora del recreo, lo ponen en las normas.

-Lo siento mucho, pero me la sudan las normas muy fuertemente en este sentido, lo veo muy estúpido que no se pueda entrar, siempre se ha podido.

Con esa contestación entro al instituto, subo hasta el último piso y veo a Mateo parado en el pasillo, lo conozco demasiado.

-Usted, jovencito, -se queda totalmente paralizado. -Sí, usted, el rubio

...........Y seguimos esperando...........

El Instituto. Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon