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"No puedo creer que le hayas dicho que sí", dijo Taehyung mientras caminaban por el pasillo, dirigiéndose a su salón para su última hora de clases. 

"¿Y qué se supone que debería haber hecho?", dijo el más bajo nervioso e irritado, jugando con los tirantes de su mochila, "él podría haberme golpeado ahí mismo".

"El no haría eso, por algo todos en la escuela lo adoran", le respondió el peliteñido una vez estuvieron en la puerta de su salón.

Se sentaron en sus respectivos pupitres al frente de la clase y dejaron sus cosas sobre la mesa, luego de saludar a su maestro de biología.

"No sé qué haré", dijo Jimin ansioso mientras se restregaba el rostro con las palmas de su mano, "él dijo que me buscaría después de clases, ¿crees que me alcance si me voy corriendo?".

"Claro que si, ¿no lo haz visto correr en la pista atlética que rodea la cancha?", le preguntó Taehyung, sonriendo mientras ambos abrían sus mochilas para sacar sus cosas, "sabes que le soy fiel a mi amor por Yoongi, pero Jungkook me hace-".

Jimin lo interrumpió de inmediato, no dispuesto a escuchar lo que su amigo iba a decir, "¿Qué demonios, Taehyung?", lo reprendió para posteriormente taparse la boca, asqueado.

"¿Qué?", le respondió el peliteñido con una mirada acusadora, "no me digas que no encuentras guapo a Jeon, si eres de esta escuela y no encuentras guapo a Jungkook, entonces prácticamente no eres de esta escuela".

"No sigas alabando a ese idiota", le dijo Jimin mientras colgaba su mochila en el respaldo de su silla, "no sé si alcanzaré a llegar corriendo al baño antes de que mi sistema digestivo devuelva mi almuerzo".

"Siempre estás con lo mismo", le respondió el peliteñido una vez el maestro se paró en frente del pizarrón con la intención de comenzar su clase, "te burlas del amor y de todo lo que tenga que ver con él".

"Y nunca voy a parar", le dijo el pelinegro enderezando su espalda en la silla con la intención de prestar atención a todo lo que su profesor estaba por decir durante la siguiente hora.

"Vas a tragarte tus palabras", le dijo Taehyung imitando la pose de su amigo mientras jugaba con la tapa de un lápiz, con una sonrisa burlona, "el día que te enamores de alguien".

El de lentes estaba listo para decirle que eso nunca iba a pasar, justo cuando su profesor alzó la voz, "Buenas tardes, estudiantes", dijo con entusiasmo, "¿están listos para su examen la próxima semana?".

Jimin escuchó como todos sus compañeros se quejaban y sintió como la sensación de incertidumbre por saber qué tan difícil sería el examen recorría el salón.

Pero al pelinegro no le importaba, sabía que sacaría la nota máxima al igual que siempre, y probablemente su amigo sentado a su lado también lo haría.

Lo que realmente le preocupaba era como su amigo daba por sentado que él terminaría enamorando de alguien, después de todo, nadie leía a las personas como Taehyung.

Una hora después.

Jimin pensó que moriría de nervios en lo que el maestro se despedía de la clase y les indicaba que podían abandonar el aula.

"Oye, ¿no crees que estás siendo un poco dramático?", le dijo Taehyung una vez atravesaron la puerta y pisaron el suelo del pasillo, "solo son clases, y matemáticas se te hace más fácil que atarte los cordones de las zapatillas".

"¿Dramático?", le preguntó el de lentes, mirando hacia todos los ángulos que su cuello le permitía, intentado divisar alguna chaqueta negra con la intención de salir corriendo si es que llegaba a verla, "¿debo recordarte quién me llamó gritando solo para decirme que había intercambiado un saludo con su crush?", dijo haciendo comillas con los dedos mientras decía su última palabra.

"Cómo sea", le respondió el peliteñido cambiando el tema una vez vieron la entrada principal de la escuela, "debo apresurarme en llegar a casa, mi madre va a matarme si descubre que aún no armo mi maleta".

Ya fuera del establecimiento y en la acera de la calle, ambos se abrazaron como solo dos mejores amigos que no se verían en dos semanas lo hacen. Es decir, no se abrazaron.

"Sigo sin entender por qué tu mamá no te dejará conectarte a internet durante su viaje", le dijo el pelinegro.

"Ya sabes como es, cree que debo relacionarme con la familia y dejar de lado la tecnología", respondió el más alto haciendo una imitación del tono de voz de su madre.

Jimin bromeó en lo que el timbre que indicaba el término de las clases para toda la escuela sonaba, "De todas formas, si tengo suficiente suerte y el simio de Jungkook olvida la conversación de hoy, estas dos semanas serán soportables".

El peliteñido rió por lo bajo, "Adiós, Jimin", le dijo mientras se alejaba y se despedía con la mano, "te traeré un recuerdo".

"Disfruta, y toma muchas fotos", le dijo el de lentes en lo que daba media vuelta con la intención de encaminarse hacia su casa.

Aunque no fue más que una mera intención, ya que de haber dado un paso hacia adelante hubiese chocado con el formidable pecho de Jeon Jungkook.

"Hola, nerd", lo saludó el pelicastaño mientras el más bajo retrocedía un paso, "supongo que estás libre".

"¿Qué te hace pensar que estoy libre?", le preguntó Jimin a la defensiva, "hoy es viernes, hay un sinfín de cosas que podría hacer".

"Pues, el hecho de que el otro nerd que va contigo a todas partes acaba de irse", le respondió Jungkook con una sonrisa amigable y burlesca al mismo tiempo.

"Si te digo que no quiero ir contigo, ¿m-me golpearias?", preguntó el pelinegro nervioso y evitando el contacto visual.

"¿Qué?", exclamó el más alto con una genuina sorpresa en su rostro, "¿por qué haría eso?".

Esa reacción no fue la que Jimin esperaba, Seokjin y Namjoon lo habían amenazado con golpearlo varias veces, mientras que Hoseok y Yoongi eran más de burlas y apodos crueles.

Aún así, se negaba a creer que Jungkook era diferente, pero su curiosidad fue más fuerte que su nerviosismo, "¿Vamos a la biblioteca, cierto?", le preguntó.

"Supongo que sí", dijo el más alto desanimado, "que humillante, el lunes todos sabrán que pasé una tarde de viernes con un nerd".

Y se dirigieron a la biblioteca, Jimin mantenía la cabeza baja mientras Jungkook le regalaba sonrisas juguetonas a unas cuantas chicas que soltaban risas discretas ante tal acto.

En ese pequeño trayecto que recorrieron uno al lado del otro, Jimin pudo comprender por qué la mitad de las chicas de la escuela estaban obsesionadas con el capitán del equipo de fútbol, sin duda era carismático y, por más que se negaba a admitirlo, también era muy guapo.

Una vez ambos estaban sentado en una de las mesas de la biblioteca, el de lentes estaba demasiado concentrado fingiendo buscar algo en su mochila mientras ideaba algún plan de escape en caso de que el pelicastaño si resultara ser como su grupo de amigos.

Y eso lo distrajo de ver como Jungkook se quedaba embobado por la forma en la que sus pequeños dedos presionaban sus lentes contra su nariz, o en cómo fruncía el ceño al no encontrar lo que supuestamente estaba buscando.

Crush ⎯ KOOKMINWhere stories live. Discover now