026

34.1K 3.6K 739
                                    

Cuando Jimin despertó a la mañana siguiente, podía sentir el sol en su rostro y el brazo del pelicastaño rodeando su cintura mientras éste lo abrazaba desde atrás y lo apegaba a su abdomen desnudo.

Intentó levantarse sin despertar al contrario, pero luego de correrse unos cuantos centímetros, éste, sin siquiera abrir los ojos, volvió a colocar su mano en su estómago para apegarse a su cuerpo bruscamente. Lo cual hubiese sido tierno, si el pelinegro no hubiese soltado un gemido de dolor al sentir lo que la noche anterior había provocado en su cuerpo.

"¿Estás bien?", le preguntó Jungkook con un tono de voz alarmado y una cara de sueño evidente.

"Sí", le respondió Jimin por lo bajo, "me duele el cuerpo".

"¿Te duele mucho?", le preguntó el pelicastaño preocupado, "y yo quería hacértelo de nuevo".

"Tal vez si hubieses sido delicado como dijiste que serías", le recriminó el pelinegro mientras se acomodaba con dificultad en la cama para estar de frente a él.

El pelicastaño bostezó antes de defenderse, "Yo si fui gentil, además, no recuerdo que tu te quejaras, solo recuerdo como me pedías que-", comenzó a decir, pero Jimin le tapó la boca con la palma de su mano.

"No repitas nada de lo que dije anoche", le pidió el pelinegro evidentemente avergonzado, "ese no era yo".

Jungkook rió ante la petición del más bajo, y lo abrazó por el cuello para atraerlo a su cuerpo una vez más mientras éste se resignaba al hecho de que el más alto nunca dejaría de molestarlo por las cosas que había dicho la noche anterior.

"Es cierto que no parecías tú", le dijo el pelicastaño, "actuabas con mucha más confianza de lo normal, pero no te culpo, el placer de pasar la noche conmigo tiene ese efecto en las personas".

"Si mal no recuerdo, tu eres quién se desnudó en mi cama sin mi permiso", bromeó Jimin mientras alzaba las cejas.

Entonces el más alto se hartó del espacio entre sus rostros y se acercó sin previo aviso para besarlo, posicionando su mano en la nuca de éste y enredando su cabello con sus dedos. El pelinegro se dejó llevar, en parte porque amaba besarlo y en parte porque si volvía a moverse bruscamente su dolor de caderas lo mataría.

"No es la primera vez que tengo sexo con alguien, y lo sabes", le dijo Jungkook una vez se separaron, "pero definitivamente si es la primera vez que realmente lo disfruto".

"No estuvo mal", le respondió el pelinegro fingiendo indiferencia, sabiendo que al contrario le molestaría.

"¿No estuvo mal?", repitió Jungkook, claramente ofendido, "supongo que eso mismo pensaste cuando usé mi lengua para-", dijo sin terminar al verse interrumpido nuevamente por el más bajo.

"Ya te dije que no lo repitieras", le reprendió Jimin.

Entonces, decidió que tenía que levantarse, porque su estómago sonaba de manera vergonzosa debido al hambre y porque el estar acostado con Jungkook casi desnudo iba a hacerle comenzar algo que sus caderas doloridas no iban a permitirle terminar.

Con mucho cuidado, se levantó de la cama y se puso sus lentes que estaban en la pequeña mesa de la habitación, ignorando al pelicastaño que le pedía que volviese. Mientras se vestía, el más alto se rindió y se sentó en el borde de la cama para comenzar a vestirse él también.

Una vez ambos estaban listos, se dirigieron a la cocina para desayunar por más que ya era pasado el mediodía. No hablaron mucho, porque Jimin se mostraba tímido al recordar los acontecimientos ocurridos la noche anterior, y Jungkook sonreía con su cabeza en las nubes mientras pensaba en exactamente lo mismo.

Fue el pelinegro quién rompió el silencio mientras se servía un vaso de agua, "Jungkook", dijo, llamando al contrario.

"¿Qué ocurre?", le respondió éste mientras se apoyaba en uno de los muebles de la cocina.

"¿Quieres ser mi novio?", le preguntó el de lentes mientras dirigía el vaso a su boca como si no fuese la gran cosa.

Pero si que lo era, y Jungkook se sobresaltó ante la pregunta. Porque fue inesperada, y porque él tenía planeado hacerla.

"Deja de adelantarte", protestó el más alto acercándose a Jimin para abrazarlo por la cintura, "se suponía que yo debía decírtelo a ti".

"Suponía que querrías hacerlo, y yo también quería", le dijo el pelinegro bromeando y acercando sus rostros, "y tu sabes que yo nunca pierdo".

"¿Sabes?", le preguntó Jungkook, casi en un susurro, "eres realmente bueno para arruinar los momentos importantes, adoro eso de ti".

"Entonces", dijo el de lentes sonriendo, "¿aceptas?".

Una vez Jimin preguntó aquello, el contrario notó algo de inquietud en su voz. Al más bajo le gustaba bromear, pero en el fondo aún le costaba creer que estuviese en una situación así con el chico más atractivo que había visto en su vida.

Pero Jungkook estaba completamente enamorado de él y solo quería hacerle sentir bien. Fue por eso que posicionó ambas manos suavemente en sus coloradas mejillas para demostrarle con su mirada y con su contagiosa sonrisa, que la respuesta para esa pregunta estaba más que decidida. 

"Si quiero ser tu novio, Park Jimin", dijo finalmente el pelicastaño, "ahora bésame y toma el control antes de que las ganas de tomarte en mis brazos sin importar el dolor en tu cuerpo se apoderen de mí".

Jimin así lo hizo. Besó al pelicastaño y éste le devolvió el beso como si fuese lo más fácil que había hecho en su vida.

Para Jungkook así era. Era extremadamente fácil besar al de lentes, ya que sus labios se trataban de un lugar seguro para él al tratarse de alguien que realmente le gustaba y no una chica que solo sentía atracción física. 

No le importó que tendría que contarles a sus padres que estaba saliendo con otro hombre ni que sus amigos lo siguieran mirando como si hubiese sido infectado con una enfermedad contagiosa. Solo le importó el chico que tenía entre sus brazos.

Para Jimin también era fácil besarle, por más que se tratase de una persona que siempre había creído altanera y superficial hasta el día en el que tuvo una conversación real con él.

Ambos estaban besando a personas que jamás pensaron que acabarían besando. Sintiéndose a gusto con personas que nunca pensaron que los haría sentir de esa manera.

Estaban demasiado felices como para siquiera ponerse a pensar en las posibles consecuencias de aquella inesperada relación, pero en aquel momento no importó en lo absoluto.

Crush ⎯ KOOKMINWhere stories live. Discover now