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Jimin caminaba desde la escuela a su casa acompañado de Taehyung, el cual se quejaba porque el pelinegro se había negado a quedarse a espiar las prácticas del equipo de fútbol como solían hacer.

"Que tu hayas conseguido a tu chico no significa que no puedas acompañarme a acosar al mío", le reprendió aburrido el peliteñido al de lentes.

"No entiendo cómo es que antes permitía que me arrastraras a esas cosas", le dijo Jimin, "era demasiado humillante".

"Yo creo que era divertido", le respondió Taehyung sonriendo, "además, sino no nos hubiésemos quedado todas esas tardes, Yoongi y yo jamás hubiésemos comenzado a hablar".

"Necesito borrar su primera interacción de mi cabeza", le dijo el pelinegro riendo, "no hay absolutamente nada de romántico en que él se te haya acercado y te haya pedido que dejaras de acosarlo".

Entonces, ambos comenzaron a recordar momentos vergonzosos por los que habían pasado durante todas las veces en las que se habían quedado después de clases para ver al equipo mientras explotaron en carcajadas que probablemente se escucharon en toda la calle.

"Sabes, podíamos simplemente haber ido a los partidos", concluyó Jimin, "eso hubiese sido más fácil".

"¿Estás loco?", le preguntó el peliteñido alzando la voz, "los partidos están llenos de chicos populares en sus grupos de amigos grandes y ruidosos, son demasiado intimidantes para mí".

"Definitivamente mi yo del año pasado no hubiese podido", le respondió el de lentes, "pero creo que iré al próximo".

"Pues obviamente tendrás que ir", le dijo Taehyung alzando los brazos como si fuese algo que ya estuviese decidido, "tu novio jugará, debes estar ahí".

"Por enésima vez, Taehyung", le reprendió el pelinegro rodando los ojos, "no somos novios".

"No son novios aún", le dijo el peliteñido enfatizando la última palabra, "es cuestión de tiempo para que te lo pida".

"¿Qué te hace pensar eso?", preguntó Jimin con un tenue rubor en sus mejillas.

"Es muy obvio que quiere estar contigo seriamente", le respondió Taehyung, "tú no sabes nada sobre las chicas que han estado con él antes porque nunca le prestas atención al drama que hay en la escuela, pero te puedo asegurar que a ellas ni siquiera les daba atención, mientras a ti te trata de bebé y te besa en frente de todos".

"Tal vez tengas razón", dijo el de lentes intentando restarle importancia, pero su mejor amigo notaba la emoción en el brillo de sus ojos.

Una vez el más alto había terminado de molestar al contrario por su sonrojo, siguieron su camino hacia la casa de Jimin hablando del tema.

"¿Y qué te hace pensar que él me pediría a mí ser novios?", le cuestionó el de lentes, "¿por qué no podría ser al revés?".

"Porque te vi cuando hablaste con él la primera vez y apenas podías mirarlo a los ojos", le recordó el más alto, "fue casi tan penoso como cuando la primera vez que yo hablé con Yoongi".

"Eso fue antes de que entrara en confianza", se explicó Jimin, "claro que puedo ser yo quién le pida que seamos novios".

"Si tu lo dices", le respondió Taehyung con levantando las cejas, para posteriormente cambiar de tema.

Se mantuvieron hablando de temas triviales el resto del camino. Ya sea de exámenes, libros o gente que no les caía bien.

Hasta que el de lentes decidió entrelazar sus manos, y Taehyung comenzó a bromear sobre que Jungkook lo mataría si supiese que estaba tocando así a su chico. 

Fue entonces cuando el pelinegro lo amenazó con asegurarse de que Jungkook si se enterara de que iban de la mano, lo cuál lo hizo callarse de una vez por todas.

Dos horas después.

Ambos se hallaban en la habitación del más bajo. Mientras Jimin se encontraba recostado en su cama con un libro abierto al frente de su rostro, Taehyung se dedicaba a husmear en su clóset.

"Realmente no lo entiendo", dijo el peliteñido mientras veía las prendas una por una, "tienes un montón de cosas que le sacarían un montón de provecho a tu trasero y aún así usas todo el tiempo jeans y camisetas tres tallas más grandes".

"Deja de hablar de mi trasero", le reprendió el más bajo.

"Jamás", sentenció Taehyung, "no hasta que te pongas algo que haga a Jungkook querer besarte mucho más que solo la boca".

"Eres asqueroso", dijo Jimin mientras dejaba su libro a un lado y se paraba para ir al lado del contrario, "¿qué quieres que me ponga?".

"Cualquier cosa que no te haga ver como un anciano", le respondió el más alto mientras escogía ropa como si fuese cuestión de vida o muerte.

Entonces el pelinegro se dejó llevar e hizo lo que su mejor amigo le pidió, se vistió y desvistió incontables veces hasta que Taehyung estuvo satisfecho con su creación. Y fue un sentimiento completamente extraño el verse en un espejo y sentirse, por más que le costó creerlo, atractivo.

"Tienes que usar eso en una cita con Jungkook", dijo el peliteñido al ver como el de lentes lucía su chaqueta de cuero gastada abierta, dejando ver una camiseta apretada que se apegaba totalmente a su torso delgado.

"Pero él no me ha pedido otra cita", le respondió Jimin mientras reprimía el impulso de pegar su mirada en su reflejo en el espejo durante lo que quedaba del día.

"Hace un rato me decías que serías capaz de pedirle que sea tu novio", le dijo el más alto alzando las cejas de manera provocativa, "¿y no puedes ser tú quién tome la iniciativa para tener una cita?".

Entonces el pelinegro, impulsado por la inaudita confianza que le entregó su nuevo atuendo que normalmente estaría sumamente intimidado de usar, tomó su teléfono y luego de presionar un par de veces la pantalla, lo acercó a su oreja. Aunque no sin antes amenazar a Taehyung para que no comenzase a fingir gemidos cuando le contestaran.

Una vez saludó al chico a través de la línea telefónica y habiendo preguntado cómo había estado la práctica con el equipo, fue directo a realizar su propuesta.

"Jungkook", dijo rápidamente para asegurarse de no arrepentirse a medio camino, "¿te gustaría ir a una cita conmigo?".

"Ya sé que me explicaste porqué no es cierto eso de que en las relaciones de dos hombre existen los roles de hombre y de mujer", le respondió el pelicastaño extrañado,"pero pensaba que yo estaba encargado de llevarte a citas a ti".

"No empieces", dijo Jimin rodando los ojos, "¿irás?".

"Por supuesto, bebé", respondió Jungkook, "tú me dices cuándo y dónde".

Y entonces estableció contacto visual con Taehyung, incapaz de perderse la expresión en su rostro cuando le demostrara que, en efecto, él sí era capaz de tomar la iniciativa.

"Oye", dijo algo titubeante, "¿y por qué no, luego de la cita, vienes a mi casa y pasas la noche conmigo?".

Crush ⎯ KOOKMINWhere stories live. Discover now