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Ya terminada la última clase del día, tanto Jimin como Jungkook estaban expectantes a encontrarse en la misma mesa de la biblioteca que habían usado el viernes pasado, como habían acordado.

Una vez el pelicastaño entró en la biblioteca, vio al de lentes esperándolo en dicha mesa. En lo que se acercaba, se dio cuenta de que por alguna razón se dirigía al más bajo con la misma expresión que ponía cuando se acercaba a alguna chica linda.

Incómodo por darse cuenta de aquello, se sentó en la mesa abruptamente sin siquiera saludar al pelinegro.

Jimin, sin darle importancia, intentó traer de vuelta un tema que habían dejado inconcluso el día viernes, "Ahora, ¿podrías explicarme por qué sigues creyendo que puedes elevar un número al cuadrado y que te dé como resultado un número negativo?".

Jungkook, con la predisposición de responder de manera agresiva, notó el tono de broma del más bajo y decidió seguirle el juego, "Déjame en paz", le dijo "las clases comenzaron hace solo un mes, sigo en modo verano".

"Lo digo en serio", le respondió Jimin entre risas, "tienes diecisiete años, no doce, deberías saberlo".

"Como sea", dijo el pelicastaño, "¿vas a seguir burlándote de mí o vas a iluminarme con tu infinita sabiduría sobre las matemáticas?".

Estuvieron unas dos horas entre risas discretas y fórmulas matemáticas que a Jungkook le entraban por un oído y le salían por el otro.

Pero Jimin no lograba identificar porque la sensación que Jungkook le otorgaba era tan distinta que la que le provocaba el resto del equipo de fútbol.

Se dijo a sí mismo que era porque el pelicastaño era un poco menos idiota que sus amigos, y no porque le agradaba mirar sus fuertes brazos cada vez que este desviaba la mirada. 

Esa misma tarde.

"¿Entonces?", preguntó Taehyung a través de la línea telefónica, "¿Jungkook resultó ser un acosador cómo tu pensabas?".

"Supongo que no", le respondió el pelinegro por el altavoz mientras ordenaba los libros de su habitación, "aunque una cosa es segura, tenía razón sobre que es medio idiota".

Taehyung soltó una risita, "Si te hace sentir mejor", le dijo, "tienes que saber que muchas chicas darían lo que fuese por estar en tu lugar".

Jimin rodó los ojos, e hizo lo posible por hacer notar el sarcasmo en su voz al responderle a su amigo, "Seguro, soy muy afortunado".

"Debiste haberte venido de vacaciones conmigo", le dijo el peliteñido, "la playa está llena de chicos guapos".

"Ajá", le respondió el de lentes, "estoy ordenando mis estanterías por quinta vez en el mes y aún así no estoy lo suficientemente aburrido como para ir a ver chicos guapos".

"Hablando de chicos guapos", dijo Taehyung esperanzado, "¿Yoongi te ha preguntado por mí?".

Jimin estaba debatiéndose por decirle que ese mismo día lo había visto yéndose con una chica después de clases. En contra de sus impulsos decidió no hacerlo, su mejor amigo le había pedido que no se metiera más en ese asunto.

"No lo he visto", le mintió, "ahora, ¿vas a explicarme por qué tu familia es tan rara que decide irse de vacaciones cuando las clases recién comienzan?", preguntó intentando cambiar el tema para bromear un poco.

"Los vuelos son más baratos en estas fechas", le respondió el peliteñido, "somos clase media, no idiotas".

"Hablando de ser clase media", dijo el de lentes con un poco de tristeza en su voz, "mi mamá ahora tomará turnos nocturnos en el hospital toda la semana, podré verla solo un par de horas al día".

"Eso realmente apesta", dijo Taehyung intentando animarlo, "si te sirve de consuelo, eres muy brillante y en algún futuro tu y tu madre estarán disfrutando de algún hotel cinco estrellas".

Jimin, sorprendido de que su amigo haya dicho algo un poco maduro, estaba apunto de agradecerle y de devolverle el cumplido cuando este volvió a abrir la boca, "Y, lo más importante, podrás llevar cualquier chico a tu casa de noche, ¿no te gustaría prestarme tu habitación para cuando yo y Yoongi seamos novios?".

Definitivamente ese era un comentario del estilo de Taehyung, pensó el pelinegro aguantandose la risa.

Pasaron más de una hora hablando por llamada, en lo que el peliteñido le contaba sobre los lugares que había visitado en sus primeros días fuera de la ciudad y lo mucho que extrañaba el internet.

Una vez estaban listos para despedirse, Taehyung ya había terminado de arreglarse para una fiesta en la piscina, mientras que Jimin revisaba por última vez si sus libros ordenados por orden alfabético estaban de manera correcta.

"Ya falta poco para que comience", dijo el peliteñido, "la próxima vez que hablemos tienes que contarme más sobre esa belleza a la que le enseñas matemáticas".

Jimin, con el tono de horror que utilizaba de broma cada vez que hablaba de algún miembro del equipo de fútbol, le dijo "Ya vas a empezar, luego le dirás a Yoongi que solo tienes ojos para él".

"Tienes razón", dijo Taehyung fingiendo preocupación, "como sea, me dices si logras hacerlo aprender algo o si terminas enamorado de él al igual que todo el mundo", bromeó.

"¿Qué?", respondió el de lentes a la defensiva, para sorpresa de su amigo, "no digas eso ni de chiste, vomitaré encima de mis ediciones especiales de Harry Potter".

"Siempre haces chiste sobre que vas a vomitar cuando te hablo sobre algo relacionado con el amor", le respondió el peliteñido entre risas, "sé más original".

"Bueno", le dijo Jimin con prisa, "¿tú no tenías que irte a ver chicos guapos sin camisa a la luz de la luna?".

Taehyung, antes de cortar, le dijo, "Tienes razón, mi futuro hombre me espera".

Luego de despedirse, Jimin arrojó su teléfono a su cama, fue al baño a lavarse la cara con agua helada y corrió a abrir las cortinas y abrir la ventana de su habitación.

Pudo ver como las estrellas ya se imponían en el cielo, y respiró hondo en lo que escuchaba como el viento hacía sonar las hojas de los árboles y el frío de la noche le refrescaba la cara.

Por alguna razón, la loca idea de él enamorándose de Jungkook que había insinuado Taehyung lo había hecho ponerse rojo como un tomate.

Dejó que el aire fresco secara la humedad de su rostro mientras se repetía a sí mismo lo ridícula que era la idea de tener sentimientos románticos por alguien.




Crush ⎯ KOOKMINWhere stories live. Discover now