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Ya era día lunes y Jimin esperaba impaciente la llegada de su maestra de matemáticas, puesto había llegado bastante temprano con la intención de evitar encontrarse con Jungkook en los pasillos.

Su fin de semana había sido de lo más aburrido, normalmente Taehyung iba a pasarlo con él en lo que su madre cubría sus turnos de sábado y domingo en el hospital en el que trabajaba de enfermera. Pero su amigo peliteñido se hallaba fuera de la ciudad, y el de lentes no tenía a nadie que se comiese su comida y viera películas con él.

Por menos enérgico que Jimin se sentía, tenía la intención de tener un buen día, pero supo que el destino tenía otros planes, cuando Seokjin se puso en frente del pupitre en el que se sentaba y dejaba lo que parecía ser un ensayo a medio iniciar.

"Debe tener tres planas", le dijo Seokjin al pelinegro, sin siquiera molestarse en sí le estaba prestando atención, "es para el jueves". Luego de eso fue a sentarse al fondo del salón junto a Namjoon, quien había llegado unos minutos atrás.

Lo cierto es que a Jimin no le molestaba realmente, siempre y cuando no se le acumularan muchas cosas por hacer en una misma semana.

Lo que le preocupaba era como faltaban menos de cinco minutos para que la clase diera inicio y todos los asientos se iban ocupando, puesto que el asiento a su lado estaba vacío debido a la ausencia de su amigo.

No le molestaba sentarse con alguien cualquiera, pero el nerviosismo tomó control de su cuerpo cuando su profesora, la Sra. Lee, entraba por la puerta después del penúltimo alumno, y se llenaban todos los puestos excepto el de su lado.

Solo faltaba que llegara un alumno a la clase de matemáticas de lunes por la mañana, y la Sra. Lee estaba apunto de comenzar su clase cuando entró por la puerta.

Jimin intentó recordar absolutamente todas las cosas malas que había hecho en su vida, para saber qué fue lo que lo hizo merecer tener que sentarse al lado de Jungkook durante una clase entera justo después del incómodo momento que habían tenido el viernes anterior.

El pelicastaño entró más bajo perfil de lo normal, y sonrió de oreja a oreja cuando vió el único puesto desocupado al frente del salón.

"Hola, nerd", le dijo al de lentes mientras se sentaba en la silla y dejaba su mochila en el respaldo. Jimin solo le asintió con la cabeza intentando mantener la compostura.

La profesora comenzó con su clase, y en lo que Jimin escribía notas en su cuaderno pudo notar como el pelicastaño sentado a su lado no hacía más que perder el tiempo.

Ya apunto de terminar la clase, el pelinegro estaba harto de las molestias que le generaba el Jungkook, "¿Podrías hacer menos ruido cuando les haces señas a tus amigos?", preguntó el más bajo con irritación, "estoy intentando concentrarme".

El más alto le dio una mirada burlesca y procedió a romper una esquina de la hoja de su cuaderno para arrugarla y arrojarla a la cara del contrario, y sonrió de oreja a oreja cuando esta le chocó justo en el centro de la frente.

El pelinegro, con la cara completamente sonrojada, habló sin pensar, "Por cosas como estas es que tus calificaciones te dejan como un idiota", le dijo.

Se arrepintió al instante después de procesar sus palabras, si bien pensaba eso de todos en el equipo de fútbol, jamás se le había pasado por la cabeza decirselo a alguno de ellos. Mucho menos al capitán, con quien por alguna razón que desconocía se vería obligado a pasar horas enteras en su compañía.

Tragó grueso al notar como Jungkook se enderezaba y fruncía ligeramente el ceño, "¿Me insultas?", le preguntó, "¿tanta confianza te dió nuestra pequeña sesión del viernes?".

Antes de que el más bajo pudiera replicar, Jungkook notó su preocupación y continuó hablando, "Relájate, no voy a matarte", dijo con un intento de sonrisa agradable.

Jimin suspiró en lo que la maestra les indicaba que podían abandonar el salón, y notó como esta no le quitaba el ojo de encima a Jungkook luego de su pequeña discusión por la bola de papel, pero le restó importancia.

Mientras ambos arreglaban sus cosas para salir al receso, el pelicastaño vió como el de lentes dejaba sobre su mesa unas hojas blancas y no pudo evitar darles un vistazo. Le llamó mucho la atención leer "Kim Seokjin" escrito en una esquina.

De impulso, tomó las hojas con sus manos, "¿Por qué tienes esto?", le preguntó al más bajo, mientras este alargaba las manos para recuperarlas sin éxito alguno.

"Es un ensayo que Seokjin me pidió que le hiciera", le respondió Jimin intentando sonar despreocupado.

"¿Te lo pidió?", le preguntó Jungkook con una expresión sarcástica, "¿por qué te dejas pasar a llevar así por él?".

Jimin, quien ya se había preguntado muchas veces lo mismo, le dijo, "Porque no quiero tener un ojo morado, me vería aún más feo".

Jungkook intentado decidir si le molestaba la idea de Jimin siendo golpeado o el hecho de que este se refiriera así mismo como feo, buscó a Seokjin con la mirada por el salón.

Una vez lo encontró y comenzó a dirigirse hacia él con las hojas en su mano, Jimin entró en pánico al notar lo que iba a hacer, "¿Q-Qué haces?", le preguntó antes de que el más alto comenzara a pasearse entre las mesas hasta llegar al fondo de estas, donde los dos amigos de Jungkook conversaban en lo que se ponían sus mochilas para irse.

El pelicastaño ignoró al de lentes y no abrió la boca hasta que estuvo en frente de Seokjin, y si bien Jimin no podía escuchar nada desde la distancia, pudo notar como Jungkook forcejeaba con su amigo para que este recibiera de vuelta su ensayo sin hacer.

Seokjin, resignado a lo que sea que le estaba diciendo Jungkook, procedió a recibir su tarea y abandonar el salón indignado, no sin darle a Jimin una mirada amenazante en lo que pasaba por su lado.

Una vez el pelicastaño regresaba al lado del de lentes para tomar sus cosas, este respiró hondo antes de hablar, "¿Se puede saber qué hiciste?", le preguntó nervioso.

"Nada que te importe, nerd", le respondió el más alto, "te veo a la salida", para posteriormente irse junto a Namjoon que lo esperaba en la entrada, como si nada hubiese pasado.

Jimin estaba desconcertado por la actitud del pelicastaño, el viernes había actuado de forma muy extraña y después hacía por él algo que él nunca había tenido el valor de hacer.

Aunque sin duda lo más desconcertante era como ambos se encontraban contando con un poco de ansias las horas que faltaban para el final de la jornada, sabiendo que la llegada de esta les significaba volver a verse.

Crush ⎯ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora