Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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Cuando desperté, me di cuenta de que Gwen ya no estaba mas en la habitación, y fue por ello que me asusté y me levanté de lo mas rápido para cambiarme. Ni siquiera me bañé pero... bueno, me bañé la noche anterior. Cuando no podía dormir y me fui a las regaderas de la torre. Entonces eso no importaba mucho ahora. Me puse mi uniforme nuevo, el cual es muy parecido al mío pero con la única diferencia de que el rojo es mas vivo aquí y el logo es original. Como soy la menor de todos mis hermanos, a mi me tocaban las túnicas mas viejas... desde la de Charlie. Y pantalones, casi siempre usaba pantalones porque son los que Bill había dejado mas nuevos. Pero Dumbledore se dió la tarea de dejarme una falda y todo el uniforme como debía ser. Al menos algo bueno salió con esto.
Fui al baño para lavarme la cara y solamente eso, realmente ni tiempo creí tener para peinarme.
- estúpido gato. - dije una vez que lo vi sobre mi cama. De verdad que no me acostumbro a tenerlo de mascota. Y es que se acostó sobre mi pijama. - por eso aún no tienes nombre... ni tendrás.
Por obvias razones... el gato no me contesto.
Puse los ojos en blanco y salí corriendo de mi habitación. No quería que se repitiera la misma historia que con el profesor Snape el día de ayer. Mucho menos ahora que no conozco a los que serán mus nuevos profesores. En cuanto salí y me encontré en la sala común, vi a varios alumnos aún en pijama y otros ya listos para ir a desayunar. Miré al gran reloj en la pared y vi que apenas eran las ocho de la mañana. Bastante temprano diría yo.
Varios se me quedaron viendo, pero supongo que fue por la manera tan veloz que bajé, y porque estaba respirando muy agitadamente.
Decidí ignorar a la gran multitud y me acerqué al gran tablero en la pared para checar de mi horario.
- buenos días. - era Gwen, quien se coloca a un lado mío. - veo que alguien creyó que se quedó dormida.
- pues eso fue porque no te vi. Veo que eres muy mañanera.
- aprovecho siempre la mañana para ver a mi novia. - voltee a verla confundida. - es una Ravenclaw, y en las mañanas la dama gorda es menos exigente.
- ¿dices que la deja entrar? - ella se ríe.
- no, digo que me deja salir sin preguntarme a donde es que voy. - oh, es bueno saber eso. - ¿lista para tu primer día de clases?
- ¿qué día es hoy? - le susurré y ella de nuevo ríe.- hablo en serio, creí que ayer fue el primero pero no hubo cena ni ceremonia.
- oh, si hubo cena y también ceremonia. - la miré de lo mas confundida. - otra cosa es que no hayas ido.
