Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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Estaba triste, por obvias razones. Pero mas que nada, el sentimiento que se apoderaba de mi era el enojo. La desesperación y mucho coraje de haber arruinado lo único que por fin era bueno en mi vida. Pero al parecer no hay nada que hacer, ya que este estúpido giratiempos solo funciona cuando se le antoje. Y es una opción muy valida el preguntarle a Dumbledore pero el terminaría quitándomelo y esa no es una opción. Así que regresé a la sala común.
La cual ahora lucía tan diferente ante mis ojos. Jamás había notado lo mucho que cambiaba pero tiene sentido, aquí han pasado unos veinte años desde... desde que James y los demás asistían aquí. Todo se ve mucho mas oscuro y supongo que se debe a lo desgastado que esta el tapiz y los muebles. Porque si, son los mismos. Pero cuantos recuerdos de golpe me llegan al ver por ejemplo, el sillón. La chimenea o incluso el tocadiscos que casi nadie usa ahora pero que era lo mejor para Sirius Black.
Suspiré hondo y fui a sentarme con Neville quien estaba con sus plantas como siempre. Y en el sillón de enfrente se encontraban Hermione, Ron y Harry. Solo que un poco mas alejados así que todo estaba bien. Y mucho mas al fondo, en las sillas estaban Dean y Seamus platicando. Solo se que cuando yo entré a la habitación, el se mostró de lo mas molesto y me puso los ojos en blanco.
Supongo que me merezco eso. No estuvo bien dejar a Dean así de la nada pero realmente no siento nada por el en el momento y para ser honesta... creo que jamás lo sentí. Cuando le dije a Remus que yo no me enamoraba era verdad. Jamas fue una excusa, al menos no del todo. Pero claro que las cosas cambiaron cuando se trató de James. Tan solo de pensar en el me daban unas ganas inmensas de llorar. Pero no podía hacerlo aquí. No ahora. Así que me distraje un poco con mi libro en lo que daba una buena hora para dormir.
- te ves diferente. - Neville me dice mientras se me queda mirando. - no puedo decir que es pero... hay algo.
- ¿qué dices? apenas nos vimos ayer. - le dije tratando de actuar como si realmente estuve viviendo mi vida como tiene que ser.
- quizás es tu cabello... ¿te lo peinaste diferente? - no, pero terminé asintiendo para que el dejara de hacerme preguntas. - claro, lo supuse. - el sonríe.
- hola Ginny. - Hermione llega y se sienta a un lado mío. Voltee a ver al sofá donde ella anteriormente estaba y vi que Ron estaba comiendo se a besos a Lavender y bueno, Harry leía de su manual de pociones como llevaba haciendo lo desde hace tiempo. - hola Neville.
- ¿qué tal? - Neville le sonríe y sigue viendo de su planta.
- oye, me enteré de lo de Dean... lo lamento tanto. - pero si que vuelan rápido las noticias aquí. - ¿te encuentras bien?
- estoy de maravilla.
- tienes los ojos muy rojos... como si hubieras llorado mucho. - lo hice, pero fue porque no puedo ver a mi novio de 1976 y creo que jamás podré volver a hacerlo. - entiendo lo que es ver a a la persona que amas y no poder estar con ella. - dice volteando a ver a Ron. Wow, y creí que yo era bastante obvia con Harry en su momento.
