Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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Pasaron unos días, para ser más exacta unas dos o tres semanas de clases y las cosas han estado... moderadas. Las materias son muy interesantes, los profesores son buenos e inteligentes y mis amigos siguen siendo los mejores de todos. Pero en efecto, James pasa bastante tiempo con Lily ahora. Que ya casi no lo veo. Bueno, estoy exagerando, porque claro que lo veo y bastante tiempo pero no como antes. Y es más que nada mi preocupación de que las cosas cambien.
No he visto a Snape de nuevo y la verdad es que no me apetece. Me da tanto coraje ahora siempre que lo veo. Me hizo pensar que de hecho, el fue el que me dio el vestido para la graduación, lo cual no entiendo el porque. Me da mucha duda el hecho de que haga cosas tan extrañas para hacerme pasar una buena experiencia aquí para que termine sufriendo. Ese día conocí a mi peor enemigo, porque un enemigo es alguien a quien le haría feliz verte mal. Y Severus Snape es esa persona en mi vida. Creí que jamás tendría uno. Se bien que Ron y Harry no se llevan nada bien con Malfoy por ejemplo pero ese Niño no es para nada una amenaza. En cambio este tonto si, porque viaja en el tiempo y tengo que lidiar con el adulto y con el joven. Dos tarados.
En estos momentos, yo venía de terminar mi tarea en la biblioteca, con Gwen. Mientras salimos, vemos al fondo del pasillo a James y a Lily riendo. Platicando de quien sabe que pero pasándolo bastante bien.
- ¿no sientes celos? - Gwen me pregunta mientras me mira, aunque yo no dejaba de ver al fondo. A ellos, más bien. - digo, no quiero ser la amiga tóxica pero realmente es claro que a Lily le gusta James.
- lo sé. - dije mientras abrazaba mi libro. - estoy consciente de ello.
- hola ¿ya van de salida? - Remus apenas va llegando a la biblioteca y me ve verlos por igual. - oh. Um... - ví como Gwen y Remus intercambian miradas, tratando de saber que decirme. No esperaba nada a cambio. - hey Ginny ¿quieres chocolate? Tengo un poco.
- por supuesto.
- iré a buscar a Sirius. - se bien también que Gwen quería dejarnos solos. Y está bien, no me molesta estar sola con Remus. Regresamos a la biblioteca, más que nada para yo acompañarlo mientras el hacía sus cosas.
- algo te pasa y no has querido decirme. - me entrega el chocolate en mis manos ya una vez sentados. - ¿piensas contármelo?
- Severus Snape fue quien me dio el giratiempos. - y por fin fui honesta con el. - wow, se siente tan bien por fin hablarlo. No le había dicho a nadie más.
- espera ¿qué? - mientras el apenas trataba de entender todo, yo abrí el chocolate y lo mordí. - ¿por qué el haría eso?
- es su venganza por yo ser la culpable de que Lily no quiera hablarle. - me mira con el ceño fruncido y de lo más confundido. - lo sé, para mi también es una estupidez.
- déjame ver si entendí bien... el se quiso vengar dejándote en los setentas porque... porque son malos y por la ¿guerra?
- lo más chistoso es que ni siquiera fue por eso, o bueno, no se si también. Pero el sabía que eventualmente la iba a pasar bien y que... me iba a enamorar. - Remus hace una mueca con eso. - y si, ahora dice que sufriré yo como el lo hizo.
