Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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En el momento en el que regresé, lo primero que sucede es que me encuentro en la oficina de Dumbledore. El mismo lugar donde por primera vez tomé del giratiempos. Esta vez, no iba a cometer el mismo error de dejarlo sobre la mesa. Ahora que lo tengo en mis manos, no podría arruinar esto una ultima vez. Así que me lo colgué en el cuello y lo escondí debajo de mi uniforme.
Salí lo mas rápido de la oficina, antes de que este llegara y me cuestionara por mi desaparición. Y lo primero que sucede cuando salgo es que ahí estaba Draco Malfoy. Definitivamente no lo extrañaba ni un poco. Le puse los ojos en blanco y seguí caminando, pero el me sigue.
- ¿cómo te fue en tu castigo, asquerosa? - seguía caminando pero el de mi lado. - justo lo que mereces.
- ¿puedes callarte la boca? en serio, no estoy para discutir contigo. - me es tan extraño como el jamás me dijo nada respecto a mi desaparición, pero supongo que es porque el no es mi amigo.
- mira, Ginny. Si tu me vas a estar hablando así, entonces yo... - volteé a verlo con disgusto y después lo empuje al suelo, donde este cayó. - ¡te voy a acusar con mi padre!
- has lo que quieras, realmente no me importa. - y seguí caminando, a ver a quien me encontraba. Necesitaba aclarar cosas con los demás. Por ejemplo con Ron, darle a entender que seguía viva.
Y después, pasó lo mas extraño de todo. Vi a Harry. Cuando lo vi, me dieron unas ganas terribles de vomitar. No se si fue por el reciente vomito que yo había presenciado de su madre en 1976 o porque realmente verlo era todo un viaje astral pero... las nauseas ahí estaban.
- ¡Ginny! - el corre a donde estoy y me recibe en un abrazo. Oh, el si me extrañó... o al menos si notó mi desaparición. - lamento tanto que te hayan regañado por la culpa de Malfoy. Y también lamento lo de quidditch y que no puedas jugar...
- ¿qué?
- si, lo de hace como una hora. - el dice tratando de recordarlo. - que lo golpeaste porque el te estaba molestando y por ello te costó tu lugar en el equipo.
- oh. - no puedo creerlo, nada de tiempo ha pasado aquí. - ¿qué? - repetí de lo sorprendida y confundida que estaba.
- y creo que te debo una disculpa por no haberte defendido pero... ya hablé con la entradora y dice que lo va a pensar. - el pone su mano sobre mi hombro. - cuentas con mi apoyo.
- ¿gracias? - Harry se mostraba mas amable de lo normal y no es que eso me molestara, pero para nada era un buen momento para que el fuera lindo conmigo. Juro que lo veía, y pensaba en James. - ¿donde esta Ron?
- con Hermione en el gran comedor... ¿vamos? - asentí y lo seguí por el pasillo. Las ganas de vomitar ahí seguían. - oye...
