Ginny Weasley, harta de sentirse invisible para todas las personas que le importan. Harta de ser la Weasley menos importante o la que menos destaca. Harta de no poder dejar de pensar en Harry Potter y en que el ni siquiera le hable. Pero todo eso te...
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El verano terminó y por fin estaba por cursar mi último año en Hogwarts. Es tan irónico y a la vez chistoso como es que no lo haré en el año que se debe. Pero estoy tan feliz honestamente de que sea así. Estoy viviendo los mejores días de mi vida a lado de las personas que más amo. Nada podría arruinarse. Al menos no ahora. Venía todo el camino leyendo de un libro el cual la madre de James me había regalado. Y este en cambio estuvo dormido todo el tiempo.
- oye, hemos llegado. - le dije mientras agitaba su hombro. - recuerda que tienes que ir directo con McGonagall.
- que bonito es despertar viendo tu hermoso rostro. - dice sonriéndome aún con los ojos tan cansados y de dormido. - ¿no quieres ir conmigo?
- claro que quisiera pero a mi no me escogieron como headgirl. - le dije mientras me ponía de pie, y el por igual. - recuerda que escogieron a Lily.
- tu pudiste haber sido una gran opción. Ya sabes, si no fueras del pasado. - me reí porque se bien que el lo dijo para hacerme sentir mejor. - ah no, del futuro. Esto todavía es muy confuso.
- ni que me lo digas. - le di un beso en la mejilla y salí del cubículo. Donde este me sigue.
- hola Ginny. - pasa Joe Chicks, estudiante de Ravenclaw.
- ¿qué tal? - le contesté y en ese momento, James me tomó de la mano para girarme hacia el y darme un beso, pero en los labios. Me separé de él en el momento en el que me di cuenta que los que estaban atrás de nosotros en el expreso, nos esperaban para pasar. Seguí caminando pero lo jalé de la mano para que viniera conmigo. Hasta que llegamos a la entrada e íbamos a tomar la carreta. - ¿eso que fue?
- un beso. ¿Quieres otro? - se inclina para besarme pero yo lo detengo. - no hay ningún maestro presente.
- ¿estabas celoso de que alguien tan solo me dijera hola? - me reí. - es lindo.
- basta. - me roba el beso aún así.
- buenos días Sr. Potter. - llega al fin la profesora McGonagall con a un lado Lily Evans. Wow, tengo que admitir que durante el verano ella si que cambio bastante. Se ve de lo mas preciosa y bueno, siempre ha sido así pero ya tiene un brillo tan diferente. Una persona si cambia de los diecisiete a los dieciséis. - ¿está listo para este cambio?
- no es un cambio tan grande. - enfatiza la palabra grande. - es como ser como Lunático que es prefecto pero un puesto más grande. - dice y se hecho, en ese momento va pasando el con a un lado suyo Peter.
- aunque me cueste admitirlo, creo que si te queda el puesto, Potter. - Remus dice mientras le da una palmada en la espalda.
- hey hola. - le abracé pues, no lo había desde... irónicamente desde la boda. También abracé a Peter pero se sentía tan extraño sabiendo lo que pasaría este año.
