XIX. Eventos inesperados

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Yuuri: "Hola, Mischa. No sé nada de ti últimamente. Phichit me dijo que estabas bien pero ¿lo estás?🙁"

"En fin...quería desearte buenas noches, como normalmente lo hacemos. Te extraño en el campo...""Espero que todo esté bien..."

Visto 21:32 ✔✔



No. No estaba bien. La verdad no estaba nada bien.

Mischa sabía perfectamente que toda la semana había estado muy esquivo con Yuuri. Lo sabía y no podía evitar sentirse lleno de culpa, una culpa que no lo dejaba trabajar tranquilo. No le había brindado razones, tan sólo se había disculpado por mensaje por no poder ir a apoyarlo en esos días.

Pero no había otra cosa por hacer, su corazón había jugado con sus nervios durante toda la semana, siempre que trataba de ser fuerte y hablar con Yuuri, la ansiedad le ganaba, se sentía consciente de sus pensamientos y no podía apartarlos de su mente.

Cuatro días antes, Yuri Plisetsky lo había ayudado a reflexionar sobre sus sentimientos y se había dado cuenta de que estaba enamorado. Y no estaba enamorado de cualquiera, sino de Yuuri Katsuki, quien le había salvado la vida y era su mejor amigo. Ahora todo tenía sentido, y Mischa encontraba muy lógico el hecho de enamorarse de alguien como Yuuri, porque era alguien increíble, se sentía muy feliz de haberlo conocido, y odiaba que él mismo buscara evitarlo y alejarse de él, era injusto para ambos.

La verdad, Mischa se sentía confundido. Lo que sentía no era una simple atracción, no era pasajero o algo físico, ahora aceptaba sus sentimientos pero le confundía la necesidad mórbida de alejarse de quien tanto amaba, el miedo de estar cerca del chico que le había salvado la vida, porque la vida era caprichosa y con él no era la excepción. La vida puesto en el camino de Viktor a Yuuri, lo había ayudado a enamorarse inconscientemente, había hecho que Yuuri le brindara su amistad incondicional, y justamente era Yuuri el hombre con quien no podía estar.

No quería hablar con Yuuri sobre sus sentimientos porque no quería entrometerse en su relación con Dema. Mischa no tenía ningún derecho a complicar la vida sentimental de Yuuri. Su novio parecía ser una buena persona y Yuuri se veía feliz cuando estaba con él.

Además de eso, Mischa nadaba en un mar de dudas.
¿Se sentiría bien besar a un hombre como él? ¿Cómo se vería frente al mundo aceptando una homosexualidad que hasta ese momento todavía le costaba trabajo procesar? ¿Cómo iba a demostrarle a Yuuri que estaba enamorado si este estaba con otro? ¿Si algo pasaba entre ellos en el plano sexual, qué tendría que hacer él? ¿Qué haría Yuuri? ¿Acaso era normal buscar placer así? ¿Acaso no le dolería?
Nadie le había dado un manual de cómo lidiar con una relación homosexual. Y mucho menos si esa relación implicaba entrometerse en otra relación.

Eran muchas interrogantes las que volaban en su interior sin respuesta. En muchos casos, interrogantes que le daban mucha vergüenza y parecían absurdas de contestar.

Por ello lo mejor, pensaba él, era alejarse de Yuuri. Había pensado que tomando distancia, todo bajaría de intensidad y sería capaz de pensar con la cabeza fría.

Pero alejarse de Yuuri no había sido una buena decisión. Mientras trataba de no pensar en él, parecía que su corazón conspiraba contra su dueño y lo hacía pensar más fuerte en su amigo de cabellos azabaches.

Escuchando un programa de radio pensó haber escuchado su voz y cuando Phichit le preguntó por su película favorita, él le contestó que eran sus favoritas todas las que veía con Yuuri. El colmo había sido cuando Yuri Plisetsky había entrado a la cocina a preguntarle lo que iba a preparar de desayuno y Mischa, sumergido en sus pensamientos, le había contestado "Yuuri con jamón", por lo que molesto le dijo "¡Demonios, Mischa, deja de pensar en Katsuki y piensa en HUEVOS con jamón!"

Abogado de CocinaWhere stories live. Discover now