Capítulo 2

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-Saori chan, gracias por ayudarnos. – dijo una de sus compañeras, las había ayudado con el papeleo que les habían encargado en la escuela para el día del deporte.

-No hay de qué, me iré ahora. – dijo ella tomando su bolso y comenzando a caminar. – Que les vaya muy bien.

Saori caminó hacia su aula, pues, los miércoles tenía que hacer aseo en el aula con sus compañeros y ya se había retrasado haciendo otra cosa, iban a estar molestos con ella seguramente. Pero cuando llegó al aula, estaban otros alumnos aseando el lugar, ella miró a los chicos.

-Oh, Saori chan, que sorpresa. – dijo el chico que limpiaba las ventanas. – ¿Se te quedó algo? Pasa.

-Ah, es que... - dijo la chica confundida mirando a su alrededor. – Hoy me toca el aseo a mi ¿no?

-No, hoy es martes. – dijo el chico mirando el calendario. – Te toca el aseo mañana.

-martes... ¿¡martes seis!? – dijo la chica y luego miró su reloj de muñeca sorprendida, era tarde, hoy debían sacar las fotos de la edición especial de otoño, estaba siendo muy irresponsable con su trabajo últimamente. – Gracias, adiós.

-Adiós. – dijo el chico soltando un suspiro junto a sus compañeros mientras veían que la chica salía corriendo. – Jesús, es muy linda ¿no?

-Lo es.

Saori corrió escaleras abajo y se fue inmediatamente a la estación del metro, pues la micro que llevaba hacia aquel sector ya había pasado hace unos minutos. La chica esperó el metro mientras daba pequeños saltitos en las puntas de sus pies ansiosamente. Apenas llegó el metro, la chica subió rápidamente, gracias al cielo no estaba demasiado lleno como para hacer que se despeinara. Cuando llegó a la estación deseada, ella bajó corriendo y luego subió las escaleras para salir de la estación, pero entonces chocó con alguien botando su bolsa y su merienda.

-Oh, lo siento mucho. – dijo ella levantando sus cosas y quedando con su comida en la mano, pero al levantar la mirada, se quedó paralizada. El chico de cabello blanco y los ojos violetas estaba frente a ella mirándola sorprendido, él inmediatamente le ayudó a levantar sus cosas del piso y luego se quedaron mirando nuevamente. – Lo lamento.

-Bolas de arroz. – dijo el chico mientras la miraba un poco sonrojado, ella miró sus manos, en las que, efectivamente, su merienda eran bolas de arroz rellenas con atún y mayonesa. Saori miró la hora, era tarde, así que decidió entregarle su merienda al chico, hacer una pequeña reverencia y salir corriendo nuevamente.

Inumaki se quedó parado en el lugar mirando las bolas de arroz que le había entregado la chica, definitivamente tendría que tener cuidado con las cosas que decía frente a ella, lo estaba malinterpretando absolutamente todo. El chico miró hacia todos lados, dudaba que ella volviera, así que metió a su boca una de las bolas de arroz de la chica.

Eran maravillosas, eran las bolas de arroz mas ricas que había probado jamás, y encima, de su ingrediente favorito.

El chico soltó un suspiro apreciando el sabor y luego miró al suelo, en donde había un pendiente tirado en el piso ¿Cuántas posibilidades sería que fuera de ella? Todo había pasado tan rápido, que ni siquiera le había visto los pendientes, sin embargo, el día que la conoció, ella también estaba usando esos pendientes. Inumaki guardó el pendiente en su bolsillo y comenzó a caminar hacia la escuela mientras comía bolas de arroz.

-Saori chan llega- WOW, QUÉ PASA. – dijo la fotógrafa, una de las amigas mas cercanas de Saori, Miyo chan . – Por qué vienes tan colorada.

-Voy a morir. – dijo la chica agotada jadeando y tomando un vaso de agua para poder calmarse mientras se tocaba el pecho sintiendo su acelerado corazón. – Miyo chan, tengo un horrible problema.

-Qué pasa. – dijo la chica sentándose frente a ella con rostro de preocupación, Saori soltó un suspiro sin sacarse la mano del pecho. – Me estás asustando, dime ¿por ese problema llegaste tarde hoy?

-Si, exacto. – dijo la chica mirándola. – Dime ¿sería demasiado tonto si te digo que... quizás me gusta alguien con quien jamás he hablado correctamente?

-Bueno ¿recuerdas cuando te dije que estaba enamorada de John Snow? – dijo la chica y Saori solo la quedó viendo, su amiga le acarició el cabello con una sonrisa. – Jamás hablé con él, así que supongo que es normal, se llaman "crush", es cuando te quedas hipnotizada por alguien que no te da bola o que simplemente es inalcanzable como un actor, o como tú misma.

-Es que no es nadie famoso ni alguien con mucho estatus, nada por el estilo. – dijo la chica y Miyo frunció el ceño confundido. – Solo es alguien que conocí.

-Pues quizás es un simple flechazo, no te preocupes por eso. – dijo Miyo mirándola y Saori soltó un suspiro, preocupada por si misma ¿era demasiado tonto que le llamara tanto la atención alguien que solo le ha dicho "bolas de arroz" y "algas"? – Que chico suertudo ¿alguien que te llame la atención? Chica, trabajas con supermodelos.

-Eso no es el tema. – dijo Saori entrando a su camerino mientras su amiga la escuchaba en la puerta. – No lo sé, siento que quizás... es así como yo, de esos chicos que no solo... se lanzan a ti, o te piden tu número o algo así ¿y si es tímido y tranquilo como yo? Apenas si habla ¿no crees que sería lindo conocer a alguien tan retraído como yo?

-Uf, súper interesante, me imagino lo divertida que sería una conversación entre ustedes. – dijo la chica riendo unos segundos. Saori miró mal la puerta mientras se ponía su falda de tubo para la edición Trabajo de la revista. La chica se quitó los aretes y se dio cuenta de que solo tenía uno, pero no había tiempo para distraerse ahora. – Dime ¿no te la imaginas? Sería algo como Hola, y te sonrojas, Hola, y él se sonroja, y no hablan mas en toda la tarde por vergüenza.

-Que antipática. – dijo la chica saliendo mientras reía un poco de la situación en la que la había puesto su amiga, ambas se dirigieron al estudio y ella se puso detrás del escritorio. – Qué situación es hoy.

-Estás enamorada de un jefe introvertido. – Saori la miró mal haciendo reír a la chica detrás de cámara. – Solo tienes que estar distraída jugando con un lápiz o algo, el artículo es como poner mas atención a tus responsabilidades.

-¿Entonces?

-Imagínate alguna situación, cualquier cosa y juega con el lápiz. – dijo la chica y Saori tomó el lápiz en la mano y trato de imaginar cualquier cosa mientras miraba hacia la nada.

-Oye, Saori. – dice Megumi llegando a la casa de la chica, quien le abre la puerta confundida, acababa de despertar, pero lucía como en la edición "Dulces Sueños" de la revista, perfecta y maquillada. – Alguien quería venir a verte muy desesperadamente.

-¿Quién? – dijo la chica y detrás de su amigo salió aquel chico de los ojos violeta con un ramo de flores enorme. – ¿Inumaki kun? Dios, no sabía que te vería hoy, estoy toda desarreglada.

-Algas.

-JAJAJAJAJAJAJA. – Rio Saori completamente de la nada en el escritorio, al parecer Miyo ya había terminado de sacar las fotos, pues solo miró a Saori confundida, pero divertidamente. – Dios, Algas...

-Bieeen... - dijo la chica confundida llegando junto a su amiga, quien parecía estar pensando en una situación muy divertida. – Por qué demonios acabas de decir "algas".

Inumaki Saori Chan [Inumaki Toge]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora