Inumaki Saori Chan [Inumaki Toge]

Capítulo 31

Saori salió del salón rápidamente teniendo cuidado de no arruinar sus uñas nuevas y corrió hasta la empresa, que, gracias al cielo, estaba muy cerca de aquel lugar. Ella llegó y saludó con una sonrisa al equipo de maquillaje, vestuario e iluminación, todos la saludaron con una sonrisa hasta que finalmente se sentó frente al espejo y las maquilladoras empezaron a rodearla.

-Y bien ¿estás preparada? – dijo la chica pompeando la esponja sobre sus mejillas acercándose a su nariz. – Tu representante dijo a los de fotografía que tuviéramos especial cuidado con esta sesión de fotos, ya que no habías hecho algo así jamás.

-No suelo hacer este tipo de personajes, la gente suele asociarme con otro tipo de persona. – dijo ella cerrando los ojos para facilitar el maquillaje y optimizar el tiempo, ya que había hablado con Toge la noche anterior para salir a tomar helado ese día después de su sesión, prometió no meterse en ninguna escuela abandonada en esta ocasión para poder besarlo al final de la cita.

Saori terminó de alistarse y la dirigieron al sofá en el cual debía posar para las fotos. Ella se recostó en el lugar y comenzó la sesión, todo fue tranquilo en aquella velada hasta que finalmente llegó un sujeto en ropa interior con una bata abierta sobre él, mirándola con una sonrisa; Saori lo miró desconcertada cuando se sentó junto a ella y le sonrió.

-Lamento la tardanza.

Toge iba caminando tranquilamente, Saori debía estar por terminar aquella sesión para la cual se preparó tanto tiempo y se hizo las uñas en el salón. El peliblanco llegó hasta afuera del lugar completamente en paz hasta que vio a los asistentes llamando a muchas personas fuera de la agencia, de pronto, llegó en un taxi el representante de Saori muy alterado y al ver al chico soltó un suspiro de alivio.

-Inumaki san, que alivio tener aquí, justamente te necesito ahora. – dijo el hombre tomando al chico del brazo y caminando con rapidez hacia dentro de la agencia, el chico solo lo miraba confundido y el hombre le habló mientras caminaba por el pasillo hasta el salón de las fotografías. – Saori está completamente descontrolada y haciendo un escándalo, realmente tuve suerte en encontrarte afuera.

-¿Saori? – dijo el chico confundido y el representante asintió con la cabeza. Entonces, al entrar al salón Saori tenía una bata encima cubriéndose hasta los tobillos, tenía el ceño fruncido y estaba sentada en la esquina del salón mirando mal a un sujeto en ropa interior que estaba sentado en el sofá mientras los fotógrafos intentaban apaciguarlas.

-Saori san, por favor, sólo es una sesión de fotos... - dijo uno de los fotógrafos intentando acercarse, pero siendo bloqueados por todos los guardias. – Fue una idea de último minuto, pero quedará bien, las ventas se dispararán y...

-Dónde está mi representante. – dijo ella sin escuchar lo que decía el hombre y haciéndolo suspirar. El representante de Saori se acercó rápidamente a ellos y la chica vio entonces, levantando las cejas con sorpresa cómo Toge venía con él. – Inumaki kun, lo siento tanto... ocurrió algo terrible... ni siquiera te lo imaginas.

-Atún, atún... - dijo el chico cuando ella soltó un suspiro frustrado. – ¿Algas? (¿Qué es lo tan terrible?).

-Estaba totalmente preparada para hacer la... la sesión y... - dijo ella revolviéndose el cabello sonrojada y muy alterada. Le parecía tierna la manera en que la empresa estaba de cabeza cuando Saori apenas podía hablar cuando estaba molesta y no era capaz de decir palabrotas. – Y claro que el modelo no tiene la culpa, pero... no puedo estar en una fotografía con un hombre semidesnudo, nadie me dijo nada sobre esto...

-Quién demonios trajo a este hombre y quién se cree que es para modificar una sesión con Lin Saori sin su autorización o la mía. – dijo el representante enfadado mientras la chica asentía con la cabeza en los brazos de su novio mientras él solo la miraba, el representante comenzó a hablar con la gente a su alrededor y Toge comenzó a poner atención a ellos. – No es posible que la revista lo haya solicitado sin avisar ¿no sabe cuánto invertimos en esto? El vestuario y las uñas...

-Si Lin Saori chan nos permitiera por esta vez hacer un cambio... - la chica solo miró suplicante a su representante para que no permitiera que eso pasara, lo que él entendió perfectamente y siguió discutiendo. – Es una profesional...

-Y por lo mismo no deberían cambiar los planes a último momento. – dijo el hombre enfadado. – Además, en el contrato además de aparecer que nos enviarán los proyectos de antemano, deben respetar lo que Lin Saori está dispuesta o no a hacer, y mi modelo no está dispuesta a tocar a hombres estando en ese tipo de atuendos.

-Qué hay de él. – dijo un camarógrafo señalando a Toge, quien se quedó paralizado, jamás se habían percatado de su presencia al entrar a las sesiones de Saori. – Saori saltó a él en cuanto llegó, no se ve como un mal modelo.

Hubo un silencio abrupto en la sala y Saori pudo notar como el modelo contratado tenía una cara completamente ofendida porque ella no quisiera tocarlo y porque estuvieras proponiendo que alguien como Toge, que jamás parecía haber tenido una sesión de fotos, ocupara su lugar en la sesión, así que solo tomó sus cosas molesto y se esfumó del lugar. El representante luego de hablar unos minutos con el resto de los encargados se acercó a ellos pasando una mano por su rostro.

-Saori chan ¿sería posible hacer la sesión si Toge san fuera el modelo que pose contigo? – preguntó él y ella asintió un poco confundida y Toge solo se sonrojó, el representando miró al chico en cuestión soltando un suspiro. – Toge san, sé que es mucho pedir, pero te pagaremos lo debido. La revista realmente aprecia a Saori chan y es una oportunidad muy buena para ella, no queremos entrar en problemas con ellos ¿Podrías hacerlo en esta ocasión? No importa si jamás lo hiciste antes, te ayudaremos.

Toge tras un par de minutos pensándolo aceptó hacer la sesión y maquillaje se lo llevó a los camerinos para que se preparara. Luego de algunos ajustes con su cabello y su sello maldito en las comisuras de sus labios salió al estudio usando no más que un pantalón y una camisa abierta de color blanco, los camarógrafos y encargados estaban felices con él. El chico tenía una piel maravillosa y con el cabello hacia atrás sus facciones resaltaban increíblemente. Ella miró a su novio con una sonrisa, Toge tenía una figura increíble, y todos en el set podían confirmarlo, Saori y él serían un disparo a las ventas de la revista.

-¿Listo? – dijo Saori en el sofá y el chico soltó un suspiro para asentir con la cabeza. El echo de que su novia estuviera sonriendo para él mientras posaba y que tuvieran que mirarse a los ojos en todo momento lo tranquilizaba mucho, es más, en algunas ocasiones soltaron algunas risas y las fotografías salieron increíbles. Al terminar la sesión ellos se quitaron esos atuendos y el maquillaje para salir por esos esperados helados, Saori miraba las fotografías que le habían entregado mientras caminaban. – Eres un buen modelo, Toge kun.

-Salmón (si, pagan bien). – dijo el chico y ella soltó una pequeña risa y le besó la mejilla.

-Que suerte que estabas aquí, no hubiera posado con ese sujeto. – dijo ella y él solo besó su frente mientras continuaban caminando. El miércoles siguiente pasó lo que la revista y Saori tanto estaban esperando, a la chica le llegó una copia de la revista a las siete de la mañana en su departamento y la miró emocionada, estaban en primera plana. Las ventas estaban disparadas, todos ya tenían cierta idea de quién era el novio de Lin Saori pero verlo en primera plana modelando con ella era un escándalo diferente.

-INUMAKI SEMPAI. – gritó Nobara desde el otro lado de la cancha de entrenamiento y corriendo hacia él mientras Toge escapaba, pero parecía estar realmente alterada, porque lo adelantó y le hizo detenerse. – Qué significa esto.

Toge miró la revista, estaban en primera plana riéndose abrazados en aquel sofá, el chico miró la revista con una sonrisa, eran unas muy buenas fotografías, tenía alguna que otra enmarcada en su cuarto. Ellos se veían y se sentían bien juntos, estaban hechos para el otro, sin duda alguna.