Inumaki Saori Chan [Inumaki Toge]

Capítulo 14

-Tsuna mayo (no puedo seguir haciendo esto). – dijo Inumaki mientras comía sus bolas de arroz, pues, Saori había salido con Megumi después de que ese apareciera mágicamente en el lugar, Kugisaki aseguraba que no tenía nada que ver con el hecho. Megumi y Saori habían estado inseparables la última semana, ni siquiera habían salido a caminar, pero ella llegaba infaltablemente, cada vez que venía por Megumi, con bolas de arroz para Toge. Panda lo miró confundido. – A.Algas (Hace unos días quería besarla, Panda, no puedo seguir con esto).

-Te refieres a que quieres avanzar.

-Salmón. – dijo el chico y Panda asintió con la cabeza comprendiendo la situación. – Bolas de arroz (incluso jamás hemos tenido una cita).

-Han salido a muchas citas.

-Atún (solo salidas, una cita es distinta). – dijo el chico y Maki, en el lugar también, alzó las cejas soltando un suspiro agotado.

-Pero entonces dile directamente que quieres ir a una CITA con ella. – dijo Kugisaki, Itadori asintió con la cabeza apoyando la opinión de su compañera. – Saori chan es un poco lenta a veces, lo mejor es decirle las cosas directamente.

-Estoy de acuerdo. – dijo Maki sonriendo. – Además, ella no te va a decir que no, y cancelará todo lo que tenga que cancelar por salir contigo, estoy segura.

-Ese día se veía feliz. – dijo panda sonriéndole a su amigo, este también soltó una sonrisa embobada. – Fue tierno que no estuviera nerviosa, solo feliz.

-A veces pienso que Inumaki no la merece. – Panda soltó un suspiro, Kugisaki siempre estaba molestando a cada persona que fuese posible molestar, era algo que lo cabreaba de vez en cuando, aunque no lo demostrara. – Ella le trajo un montón de chocolates y bolas de arroz y él no me quiso dar ni una sola cosa.

-Atún. – dijo el chico mirándola mal y luego se quedó mirando su bola de arroz, sonrió y se sonrojó un momento, pensando en lo linda que había sido ella. – Tsuna mayo, tsuna mayo.

-¿Qué quiso decir? – le preguntó Kugisaki a panda y este solo levantó los hombros.

-Solo dijo "Tsuna mayo"

<3<3<3...: Saori chan.

<3<3<3...: Quiero tener una cita contigo.

-Hiciste muchas cosas para él. – dijo el chico comiendo los chocolates que ella había dejado para su amigo, mientras estaban sentados en Starbucks. – Estoy feliz de que no te hayas olvidado de mi.

-No podría hacerlo, aunque quisiera. – dijo ella con una sonrisa y sacó su teléfono que acababa de recibir una notificación. Ella lo desbloqueó y abrió el mensaje, para luego taparse la boca impresionada y que su rostro se sonrojara por completo. Megumi estiró su cuello para leer lo que decía y ella se lo mostró sin saber que hacer, el chico soltó una sonrisa. – Que... qué hago.

-Qué vas a hacer, responderle. – dijo el chico bebiendo un poco mas de café. – A menos que no quieras, si quieres se lo puedo decir yo.

-Si, si quiero. – dijo ella y soltó un suspiro y se propuso a escribir el mensaje, pero sus dedos se congelaron frente a la pantalla, pensando en como hacerlo. – No sé que responderle.

-Jesucristo.

-No responde. – dijo Itadori nervioso, al igual que todos los demás mirando el celular de Inumaki en la mitad del jardín de la escuela, ella ya había visto el mensaje, pero aún no le respondían nada. – Qué habrá pasado.

-No te preocupes. – dijo Kugisaki con una sonrisa. – De seguro se desmayó.

-Por favor, no lo pongas mas nervioso de lo que está. – dijo Panda mirando a la chica del cabello corto, Inumaki no escuchaba nada, solo esperaba concentradamente el mensaje de Saori chan. – Oh, YA RESPONDIÓ.

<3Sao...: Si, me gustaría mucho.

<3Sao...: ¿Cuándo te parece bien?

<3<3<3...: Ahora mismo si es posible.

-INUMAKI, ACABAS DE CAGARLA. – Dijo Maki dándose un facepalm en cuanto el chico respondió impulsivamente y sin consultar con nadie, Panda tampoco pudo negarlo, Nobara solo encongió los hombros e Itadori apretó los labios unos segundos. – Ella está con Megumi, nunca dejaría a...

<3Sao...: Está bien, estoy cerca de la agencia ¿voy por ti o vienes por mi?

-¿Qué? ¿Cómo que...? – dijo Megumi leyendo lo que ella estaba escribiendo y Saori lo miró con esos ojos de cachorro que siempre solían convencerlo. Fushiguro soltó un suspiro y se levantó de la mesa para mirarla unos segundos. – Ve a arreglarte el cabello, está desordenado, esperaré que vuelvas y me iré.

-Voy a hacerte un kilo de chocolates. – dijo ella con una enorme sonrisa y corriendo al baño del café para arreglarse, este solo la quedó viendo con una sonrisa enternecida, y a penas volvió, Megumi se fue del lugar. Saori se quedó mirando hacia afuera unos momentos, había nevado hace algunos días, hacía aún mucho frío, y era muy probable que ese día también nevara ¿sería bueno justamente salir hoy? A Inumaki no le gustaba nada el frío, era muy sensible a aquel clima ¿por qué justamente había querido salir hoy?

Inumaki estaba completamente de acuerdo, el frío era despreciable y desgarrador, pero era una buena oportunidad para usar el abrigo que ella le había dado la última vez y, bueno, no podía esperar ni un segundo más para salir en una cita con ella y hacer que su relación avanzara de una vez por todas. Ya se había contenido una vez de besarla, pues no quería ser quien apresurara las cosas, pero esto ya era casi un estado crítico. Quería verla todo el tiempo, sentía que cada latido que daba su corazón era única y especialmente para ella, y no podía seguir pretendiendo ser un chico paciente, no lo era, y la quería para él, ahora mismo.

Pronto, Inumaki llego al café que Saori le había mencionado y la vio tomando su café y viendo su teléfono en el lugar. El chico soltó un suspiro entonces y se quedó un poco pasmado, mirando a través del ventanal. Si todo salía bien, definitivamente iba a besarla hoy.

-Inumaki kun. – dijo ella al verlo llegar, él se sentó frente a ella agotado y la saludó con la mano, Saori lo miró con una sonrisa, y el rostro un poco sonrojado. Ambos estaban nerviosos, era su primera CITA completamente oficial, y si estuvieran en sus habitaciones en este momento, de seguro estarían mordiendo una almohada de la emoción o algo por estilo. Ella entonces miró su teléfono y se lo enseñó al chico. – Mira, he estado buscando lugares a los que podemos ir.

-¿Algas? – dijo el chico acercándose al teléfono tras pedir un café para él también. Realmente, todo había sido tan rápido, que ni siquiera pudo pensar en dónde podían ir, y estaba apunto de esconderse el sol, que con esas inmensas nubes en el cielo no se veía, pero pronto oscurecería y haría mucho más frío.

-Se que no te gusta nada el frío. – dijo ella y señaló el lugar donde estaban, que estaba bien catalogado en las reseñas de internet. – Este es muy acogedor, aquí adentro no hace frío. – dijo ella y luego bajó un poco en la página y vio algo que al chico le llamó mucho la atención. – Esos son los teleféricos que están abiertos hoy, pienso que quizás se vería lindo todo nevado desde arriba, también pensé en ir a Patinar, pero quizás aún va a hacer frío allí.

-Pero podré estar contigo. – dijo el chico hablando normalmente y como siempre, sorprendiendo a la chica, quien se sonrojó al escucharlo, él solo le dedicó una linda sonrisa. – Así que el frío es lo que menos me preocupa ahora.