Capítulo 27

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-Parece que se divierte... - dijo Megumi soltando un suspiro mientras miraba a su amiga cantando junto a Nobara y Maki muy apasionadamente. Habían bebido un poco, Gojo sensei con tan solo un sorbo había caído completamente dormido en al sofá, y ni siquiera los gritos "cantando" de las chicas lo despertaba. Inumaki solo la miraba sonriente, Megumi lo miró a él. – Ella no era demasiado feliz en navidad, no sé si te habló al respecto.

-Salmón. – dijo Toge sin dejar de mirarla, el pelinegro asintió con la cabeza y también volteó a ver a la chica. – Algas (se ve feliz).

-Gracias por eso. – dijo Megumi soltando un suspiro y levantándose de donde estaba para ir al baño. El chico del cabello blanquecino lo miró irse por las escaleras un par de segundos, y volvió a sonreír. Le agradaba saber que estaba haciendo feliz a Saori, con cosas tan simples como pasar la navidad todos juntos. Cuando las chicas dejaron de cantar, Saori se apresuró en beber un poco de agua y luego miró a su novio, quien mantenía su mirada en ella. La castaña sonrió ampliamente y luego se acercó a él. Toge inmediatamente se movió para darle espacio al sentarse, ella lo miró sonriente.

-¿A Gojo sensei le gustaron los dulces? – preguntó ella y el chico asintió con la cabeza, ella miró a Nobara con la falda que le había regalado, apenas se la entregó, ella se la colocó inmediatamente. Ella volvió a mirar a su novio. – Um... Toge kun... tengo algo para ti. Sé que no eres mi amigo secreto, pero aún así te traje algo...

-Bolas de arroz (yo también te traje algo). – dijo el chico recordando que le había comprado algo también. El chico sacó una pequeña caja de su bolsillo y ella lo quedó viendo un segundo y entonces él la abrió cuidadosamente; dentro de ella, había dos anillos idénticos a juego, ella se tapó la boca impresionada y el chico se sonrojó un poco mientras la miraba, completamente nervioso. – Algas... (Pensé que podía ser un poco cursi, pero aún así lo compré porque... era lindo...).

-Toge kun es precioso. – dijo ella mientras lo miraba y luego se volteó para sacar una pequeña bolsa, de la cual sacó dos colgantes pequeños idénticos con una pequeña piedra. – Yo también quise comprar algo a juego, pero... no es tan lindo y...

-Atún (No digas eso, me encantan). – dijo el chico mirando su colgante y ella con una sonrisa se lo colocó alrededor del cuello y él la ayudo a ponerse el suyo. Maki le dio un codazo a Kugisaki para que mirara, Itadori y Panda estaban casi junto a ellos y los miraban sonrientes, Megumi estaba bajando nuevamente las escaleras cuando los vio y no pudo evitar soltar una sonrisa enternecida y apoyarse en la pared mientras los miraba. Toge entonces sacó un anillo de la caja y lo puso en su dedo, y luego sacó el otro, ella le tendió su mano inmediatamente y el chico la miró unos segundos antes de colocarlo. Ella tenía una enorme sonrisa en el rostro, estaba colorada, pero no parecía que fuese a desmayarse, estaba feliz, inmensamente feliz, y eso era absolutamente indescriptible. El chico, tomando la mano de Saori con cuidado, puso el anillo en su dedo anular y la miró con una sonrisa. – Algas (te queda lindo).

-Vivan el señor y la señora Inumaki. – dijo Kugisaki alzando su bebida y los demás hicieron el brindis con sus vasos, los dos chicos solo se miraban entre ellos con una sonrisa en el rostro. Cuando todos volvieron a cantar y conversar, Saori no perdió la oportunidad de besar la mejilla de su novio con una sonrisa en los labios, haciéndolo sonreír también.

-Gracias, Toge kun, me has hecho muy feliz hoy. – dijo ella con una sonrisa y él solo apoyó su cabeza en el hombro de la chica. Ambos siguieron compartiendo con sus amigos hasta que finalmente decidieron irse de regreso a la escuela, Megumi fue el último en irse, Saori lo despidió en la puerta. – Gracias por venir, Megumi chan.

-Sabes que no hay problema. – dijo el chico soltando un suspiro y ambos se quedaron parados en la puerta. El chico echó un vistazo a Toge, quien estaba lavando los trastes en la cocina, el pelinegro alzó una ceja, divertido, y luego miró a su amiga, quien solo sonrió nerviosamente. El chico soltó una pequeña risa en forma de bufido y le revolvió el cabello a Saori. – Me alegro de que seas muy feliz. Adiós.

-Gracias. – dijo ella con una sonrisa y Megumi se fue a la escuela con los demás. Saori cerró la puerta a sus espaldas y Toge finalmente terminó de lavar, soltó un suspiro antes de girarse hacia ella. – Qué me dices ¿no crees que fue muy divertido?

-Salmón... (Si, pero ahora estoy muy cansado...) – dijo el chico y ella solo soltó una sonrisa enternecida antes de caminar hacia él, el chico la envolvió en un abrazo mientras ella sonreía ampliamente. – Algas (Vamos a dormir).

-De acuerdo. – dijo ella comenzando a caminar hacia su cuarto, ella se puso el pijama y el chico solo se quedó con una polera para irse a dormir, ambos se acostaron en aquella cama y Toge no perdió oportunidad de abrazarla desde atrás, envolviendo su cintura con sus brazos y reposando su cabello en la parte trasera del cuello de la chica. Ella sonrió enternecida sin decir nada.

-Saori chan. – dijo el chico y ella solo se mantuvo escuchando, el chico soltó un suspiro revolcándose en su lugar, haciéndola sonreír. – Te quiero muchísimo.

-Yo te quiero mucho más.

-Atún. – dijo el chico inmediatamente haciéndola reír, ella se volteó hacia él para finalmente abrazarlo, el chico la envolvió en sus brazos mientras soltaba un suspiro y cerraba los ojos. – Atún, atún, atún.

-Salmón, salmón, salmón. – dijo la chica haciendo que él soltara una sonrisa en su rostro enternecida. Ambos se durmieron en esa posición, abrazados.

-Inumaki Saori chan... - dijo Toge mientras despertaba de a poco, se restregó los ojos somnolientamente mientras se revolvía en la cama, cuando terminó con eso, se dispuso a abrazar a su novia, pero sus brazos pasaron de largo. Él abrió los ojos, confundido ¿por qué ella no estaba allí? Miró por la habitación, pero no parecía estar allí. El chico se levantó y al abrir la puerta, pudo ver que la casa estaba completamente impecable y había un olor a panqueques delicioso. Él se dirigió a la cocina, descalzo y con el cabello completamente desastroso. Saori ya estaba duchada y bien vestida, como siempre, con una coleta en la nuca mientras hacái el desayuno. Él sonrió y se quedó parado viéndola un par de segundos más. Él volvió por su celular al cuarto y le sacó una fotografía desprevenida. Saori se volteó al escuchar el sonido del teléfono y lo miró sonrientemente. – No me despertaste...

-Sabía que estabas cansado. – dijo ella y él se acercó a su novia, abrazándola mientras ella sostenía el sartén en la mano y volteaba los panqueques. Él con la barbilla sobre el hombro de su novio, aún intentaba despertarse del todo. - ¿Tienes hambre?

-Salmón. – dijo el chico soltando un bostezo y ella lo miró divertida mientras apagaba la estufa. El chico, apenas vio que no había fuego, abrazando de la misma forma a la chica, la levantó en el aire y la volteó hacia él, sorprendiéndola con un beso en los labios, el cual ella recibió encantada. – Feliz navidad, Inumaki Saori chan.

-Vamos a desayunar un desayuno navideño, cielo. – dijo ella besando al chico nuevamente por un par de segundos. Ambos estaban abrazados en la cocina y ella, al ver que no la soltaba, lo miró con una ceja alzada. – Toge kun ¿no quieres ir a desayunar?

-Atún... - dijo el chico quejándose y dejando caer su cabeza en el hombro de la chica, somnoliento y cansado. – Algas (vamos a dormir).

-No, ya es tiempo de desayunar. – dijo ella con una sonrisa mientras acariciaba su cabeza, pero cl chico entonces, la tomó en su hombro y se la llevó de la cocina. – Oi Toge kun, bájame.

-Atún.

-Atún

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Inumaki Saori Chan [Inumaki Toge]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt