Capítulo 5

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-Voy llegando. – dijo ella en el taxi mientras hablaba por teléfono con Megumi. Ese día estaba especialmente caluroso, a pesar de que pronto ya sería invierno, había llegado una ola de calor completamente de la nada a Tokyo. Saori iba vestida con un vestido largo de color beige y un bolso un poco grande, del tipo de bolsa textil para las compras. La chica se bajó del taxi tras colgar el teléfono.

-Te tardaste. – dijo Megumi recibiéndola en la entrada, luego miró a su alrededor. – Hace calor, entra a la escuela, me cambiaré de ropa antes de salir.

-Está bien. – dijo la chica siguiendo a Megumi mientras miraba a su alrededor. Panda y Maki estaban allí también. – Megumi san ¿no está hoy Inumaki Toge kun?

-No lo sé. – dijo Megumi entonces de pronto entrando a su cuarto, sin embargo, Panda, Nobara, que acababa de salir de su habitación y Maki que caminaba por allí, no pudieron evitar escuchar la pregunta y sentir curiosidad por ello.

-Oi, oi. – dijo Nobara entonces abrazando por los hombros a la chica, haciendo que esta se sorprendiera un poco. – Te veo bastante interesada ¿hay algo que nos sepamos?

-Estoy curiosa también. – dijo Maki acercándose y Saori se sonrojó un poco sorprendiendo a la chica del cabello verdoso. – Saori chan ¿por qué buscas a Inumaki?

-No lo está buscando. – dijo Megumi saliendo con una gorra para taparse los ojos del sol, soltó un suspiro y Maki lo miró alzando una ceja. – No lo está buscando, solo pregunta por él todo el día.

-Ah ¿es así? – dijo Maki y Saori le dio un codazo nerviosamente a Megumi, quien estaba comenzando a reír de ella, Saori comenzó a sonrojarse un poco más. Megumi reía de ella y Toge acababa de llegar y se había quedado paralizado. – Ah, Inumaki, no me lo vas a creer, hablábamos de ti.

-Oh, Maki, Nobara, Megumi. – dijo Panda quien llegó nuevamente por el pasillo. – Gojo Sensei nos está llamando.

-Si, los estoy llamando. – dijo el profesor y Inumaki dio un paso hacia él. – Tu no, Inumaki kun, no te necesito.

-Salmón. – dijo el chico y los demás siguieron al profesor, quien los dirigió a la sala de audiovisuales de la escuela y cerró la puerta detrás de él con una sonrisa en el rostro.

-Son unos Matapasiones ¿no deberían dejarlos estar solo un rato? – dijo el profesor sentándose frente a la puerta mientras sus alumnos gritaban que tenían demasiadas preguntas que hacerles. – Si, si, el que me derrote podrá salir.

-Hola. – dijo Saori nerviosamente frente al chico y este le hizo un ademán con la cabeza saludando también, él se sentó a su lado y ella solo miraba hacia el frente nerviosamente. Inumaki se giró a verla y se dio cuenta de que traía un bolso un poco grande.

-Algas. – dijo el chico señalando el bolso y ella lo miró un poco sorprendida.

-Ah, es que hoy tendremos un día de campo con Megumi san. – dijo ella abriendo la bolsa y mostrándole la comida y las mantas que traía en aquel bolso, el chico miró las cosas sorprendido, pues no se imaginaba a alguien como Megumi en un día de campo. – Así que traje mucha comida, aunque pienso que es demasiada.

-Salmón. – dijo el chico y luego miró el cielo, realmente el clima estaba muy caluroso, él solo estaba usando una polera y una mascarilla para cubrir su boca. Ella lo miró tímidamente, nunca lo había visto tan desabrigado, incluso estaba impresionada de lo clara que era su piel en sus brazos. Inumaki se dio cuenta de que ella lo miraba y entonces ella se volteó hacia el frente.

-Te ves... bien vestido así. – dijo ella sonrojándose un poco. Inumaki se sintió feliz, pensó que le diría algo relacionado a sus pálidos brazos o algo por el estilo, pero ella incluso había dicho que se veía bien.

-Te ves linda. – dijo el chico sorprendiéndola y provocando un enorme sonrojo en la cara de la chica, pero también una sonrisa inconsciente de su parte. Inumaki no pudo evitar soltar una pequeña risa, Saori abrazó su bolsa encondiendo un poco su sonrisa boba y su cara sonrojada. – Lo siento.

-Está bien. – dijo ella mirando a su alrededor sonrojada. – No es como si me molestara.

-Bolas de arroz. – dijo el chico y luego sacó su teléfono para escribir en las notas. ¿Me estás coqueteando? Saori negó con la cabeza mientras soltaba una pequeña carcajada, Toge arqueó una ceja poco convencida y ella solo siguió riendo un momento. – Salmón.

-No es así. – dijo ella riendo y dándole un pequeño empujón al chico, pero provocando inconscientemente un roce entre sus brazos descubiertos, haciendo que un escalofrío pasara por la espalda de ambos, sin embargo, no fue para nada incómodo, es más, ambos se miraron con una sonrisa tras esto. Toge volvió a escribir en su teléfono.

No lo niegues.

-Ya dije que no. – dijo ella riendo ante la insistencia del chico y este revolvió su cabello, ella se peinó un poco y le revolvió al cabello al chico también, este intentó llegar al cabello de la chica nuevamente y puso una mano por detrás de sus hombros para alcanzar su cabeza, la chica se impulsó para llegar con ambas manos a su cabeza mientras ambos estaban riendo en aquella banca.

Ninguno de los dos dejaba de reír mientras jugaban, lo que era extraño porque, aunque Toge fuera un chico bromista, no se le veía reír así (a carcajadas), muy seguido. Y Saori era tan tímida que generalmente se cubría la cara incluso para sonreír, y a pesar de eso, todo parecía ser tan natural.

-Bueno ¿ya estarán? – dijo Gojo sensei y Panda asintió con la cabeza, mientras Maki, Nobara y Megumi estaban cansados intentando lugar con el profesor. El hombre dejó de bloquear la puerta y todos salieron corriendo. El peliblanco miró a Panda. – Espero que haya sido tiempo suficiente.

-No puedo creerlo. – dijo Nobara llegando al final del pasillo y viendo como Saori e Inumaki estaban jugando en la banca. Saori para ese entonces estaba casi encima del chico desordenándole el cabello mientras reía, Toge estaba casi recostado en la banca riendo de ella como intentaba con todas sus fuerzas llegar a su cabeza.

El chico, mientras reía, tomó a Saori levantándola y aprovechando de sentarse nuevamente comenzó a hacerle cosquillas y ella calló de espaldas al regazo del chico mientras intentaba escapar de él, pero entonces él dejó de reírse de un momento para otro y detuvo sus manos en cuanto vio a los demás mirándolos. Saori los vio también y se sentó en la banca nuevamente, le dedicó una mirada a Inumaki, ambos estaban completamente rojos.

Sin embargo, al mirarse a los ojos nuevamente, él no pudo evitar volver a soltar una pequeña risa y hacerla reír a ella también. Saori era la persona mas tímida que había conocido, sin embargo, aún en un momento como ese, ella estaba riendo con él.

-Deja de reírte, deberíamos estar avergonzados. – dijo ella dándole un pequeño golpe al hombro del chico, quien no paraba de reír e la vergüenza. – Inumaki kun.

-Atún. 

Inumaki Saori Chan [Inumaki Toge]Where stories live. Discover now