Capítulo 22. El Cumpleaños De Ela

4K 305 116
                                    

—Una clienta quiere hablar contigo —Scar irrumpe en la cocina. Su uniforme de recepcionista no combina bien con el de chefs y cocineros.

—Estoy bastante ocupada, dile a Germán, él es mejor para hablar con los clientes —respondo mientras pruebo la sopa de tomate y albahaca— Le falta pimienta —le digo al sub-cocinero que se apresura a hacerme caso.

—Lo sé, Sabri —me toma de la mano para que le preste atención— Ha sido específica y aunque me cueste admitirlo —rueda los ojos— es una clienta importante.

—Vale, vale ¿Qué mesa es?

—Es la mesa uno —Scar me da una mirada que no logro descifrar.

Genial. Era la mesa que quedaba en el centro de nuestro restaurante, cuando digo nuestro me refiero a Scarlett, Germán y a mí. Los tres habíamos salido del país para empezar de cero. Yo estaba huyendo y ellos, ellos debieron tener sus razones. Todo empieza con una furgoneta en medio de una ciudad poco conocida, Germán y yo preparamos comida rápida, mientras Scarlett pone su mejor rostro para atender a los clientes y bromear con ellos. De un día a otro, tenemos cientos de clientes haciendo fila para comprar nuestra comida, lo cual es bueno porque las ganancias suben de forma exponencial. Decidimos vender la furgoneta y abrimos un local, reinventamos nuestra comida para vender nuevos platos más elaborados, para nuestra sorpresa siguen llegando cientos de personas y gracias a eso, llegan importantes críticos de gastronomía, que empiezan a atraer clientes importantes a nuestro restaurante. Obviamente hemos ido mejorando la infraestructura del lugar, no puedo quejarme, hemos sido muy afortunados, la suerte había estado de nuestro lado en ese aspecto. Actualmente, Germán, Scar y yo discutíamos sobre abrir una nueva sede en otra ciudad.

Camino hacia el centro del local, en la mesa 1 hay una chica sentada atenta a su celular, no reconozco quién es hasta que estoy frente a ella y se deshace de sus gafas de sol. Jazmín. Solo reconocerla me alteró el pulso.

—Sabrina —me mira de arriba a abajo como solía hacerlo, solo que sin tanto desprecio—, luces diferente.

¡Claro que luzco diferente! Mi cabello ahora era corto y de color plateado, llevaba más maquillaje de lo usual y había cambiado por completo mi forma de vestir. Nadie podía reconocerme como una abusadora.

—¿Por qué pediste verme? —pregunto fingiendo que por dentro no estoy temblando por los nervios.

—¿No te agrada ver viejos amigos? —me pregunta con una sonrisa ladeada.

—No me hagas preguntarte dos veces.

—Toma asiento —pide mientras se limpia la comisura de sus labios con una servilleta— Ahí parada llamas mucho la atención —le hago caso a regañadientes— Me agrada tu nuevo look.

—Ve al grano, Jazmín.

—Seguramente sabes que Ela y yo dejamos de hablarnos...

—No me importa en lo absoluto —la corto.

—Te importa lo suficiente como para seguir aquí sentada —me responde de forma desafiante, cuando quiero levantarme de la mesa ella se inclina para tomarme del brazo e impedir que me marche, vuelvo a sentarme al notar las miradas de los demás sobre nosotras, nuestro restaurante iba muy bien como para hacer un escándalo, muevo mi brazo con rudeza para librarme de su agarre— Dejé de hablarle porque no estuve de acuerdo con lo que hizo —continúa hablando en voz baja—, es cierto que no consideraba que estuvieras a su mismo nivel social, pero no justifica lo que te hizo.

—Paso de tu lástima, Jazmín.

—No estoy aquí por lástima —responde ella que está tan disgustada de estar conmigo como yo lo estoy de estar con ella— Ela me buscó, lo cual es sorprendente porque es la persona más orgullosa que conozco, ella está arre..—escucho suficiente. Me levanto de la mesa sin importarme si voy a hacer un escándalo o no, noto que Jazmín me está siguiendo, casi llego a la puerta de la cocina cuando Jazmín me toma del brazo con más fuerza de la que esperaba y me hace mirarla— ...te estará esperando en su fiesta de cumpleaños esta noche —me enseña un boleto negro que sin permiso desplaza dentro de uno de los bolsillos de mi filipina, miro detrás de ella, el resto de mesas nos mira curiosos, supongo que han reconocido a Jazmín.

Grítalo en silencioOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz