Capítulo 14. Hospital

3.9K 287 47
                                    

Lloro hasta quedar sin lágrimas, Ela se mantiene a mi lado abrazándome y diciéndome que todo va a salir bien. Me limpio el rostro con el dorso de mi mano y levanto mi cabeza para verla y asegurarme de que no es un sueño. Me cuesta un poco reconocerla porque lleva una peluca corta de color negro y usa gafas de sol.

—Voy a preguntar si hay información de tu madre ¿vale?

Siento que mi mundo se desequilibra. Tengo miedo de recibir una mala noticia y que ella no esté a mi lado para soportarme.

—Quédate —digo en un susurro casi inaudible.

—No te dejaré sola, Sabrina —me asegura tomando mi mano— Estoy contigo.

Sus palabras me hacen sentir paz por unos segundos y me alivian un poco el dolor. Recuesto mi cabeza sobre su hombro y esperamos un poco más. Por el pasillo se aproxima una señora de bata blanca, Ulises y Lindsay van detrás de ella con una sonrisa en los labios. Al fin siento que el peso en mis hombros se libera. La sonrisa en sus labios me avisa qud todo salió bien.

La doctora se presenta, fue la encargada de la cirugía, me dice que fue una cirugía exitosa y que hay que esperar a ver cómo reacciona mi madre en el proceso de recuperación, ella debe permanecer en el hospital por 1 o 2 semanas dependiendo de su recuperación. La doctora se despide y nos deja con Lindsay y Ulises.

—Te dije que el infierno acabaría pronto —me dice Lindsay sonriendo.

Me lanzo a los brazos de ambos.

—Gracias, chicos —digo— Gracias.

—No es nada —responde Ulises.

—Sabes que haría lo que sea por ti —agrega Lindsay.

Rompo el abrazo incómoda por las palabras de Lindsay.

—¿Ella está contigo? —pregunta Ulises hablando de Ela.

—Sí, sí. Viene conmigo —digo tomando a Ela por la cintura.

—Lindsay, llévalas a la habitación, yo iré a avisarle a Martina.

—Será un placer —responde Lindsay mirándome como exigiendo una explicación, explicación que nunca tendrá porque ella y yo hace mucho que no somos nada— Por aquí.

Ambas caminamos detrás de Lindsay, Ela toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, es la primera vez que nos tomamos de la mano en un lugar público, tengo la sospecha, de que lo hizo para joder a Lindsay.

—¿Cómo te llamas? —pregunta Lindsay mientras caminamos.

—Mantengamos las cosas profesionales —la interrumpo.

—¿No es profesional preguntar su nombre? Sigues siendo tan gruñona como te recordaba.

—¿Ya casi llegamos? —pregunto notando la incomodidad de Ela.

—Ya casi —Lindsay pide el ascensor y voltea a vernos— ¿No soportas tenerme cerca mucho tiempo? —pregunta con su sonrisa arrogante.

—Eres irritante.

—Me has dicho cosas peores —se encoge de hombros.

Ese abren las puertas del ascensor, y Lindsay nos abre paso.

—Quinto piso, primera habitación a la derecha.

—Gracias —responde Ela cortante.

Entramos al ascensor sin soltar nuestras manos. Lindsay se fija en el detalle y se tensa demostrando que aún le afectan mis relaciones. Ela oprime el número 5, en cuestión de segundos estamos frente a la habitación de mi madre.

Grítalo en silencioWhere stories live. Discover now