Capítulo 4. Uno Más.

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El concierto termina, ha sido una noche que nunca olvidaré, no solo porque Ela y yo nos besamos, sino por lo melodiosa que es su voz, lo que ella transmite. Es impresionante. Realmente me enamoré más de ella. Es magnífica.

Ulises ha venido a recoger a su novia para llevarla a una cogida romántica, digo, comida romántica. Yo por otra parte estoy en un restaurante de comidas rápidas que queda al lado del estadio, compartiendo una mesa con Scarlett, Teo y Camila. Realmente estoy más pendiente de mi celular que de lo que sea que estén hablando. Solo necesito un mensaje de ella y es todo. Saldré corriendo a su encuentro.

Siento una mano sobre mi hombro. Mi primera reacción es ocultar la pantalla de mi celular. Teo me mira algo confundido, después se despide con la mano.

—¿Ya te vas? —pregunta Camila con entusiasmo.

—Sí, estoy algo cansado —explica  tocando su cuello.

Debe ser mentira. Ela debió haberlo llamado para que la recogiera.

—Estupendo, puedes dejarme de camino —Camila toma su bolso.

—No —la frena Teo— Me encantaría pero me urge llegar a mi casa.

—Dale, pero me dejas de camino —insiste Camila.

Scarlett me da una mirada cómplice sin saber qué hacer, Teo no sabe como rechazarla. Yo podría ofrecerme a llevarla pero estoy esperando a Ela.

—Scarlett te puede llevar a casa —le ofrezco a Camila.

Camila voltea a ver a Scarlett sorprendida.

—Sí, claro, yo puedo llevarte a tu casa, junto a Sabrina obviamente —dice Scarlett tirándome la pelota.

Lo admito. Me sorprendió.

—¿Sabes? Nada me gustaría más —me toco el estómago a lo que hago mueca de dolor - pero siento que esta hamburguesa me cayó mal.

—¡Ay, Sabri! ¿Qué comieron tú y Scar? —pregunta Camila tocando mi brazo 

Joder, olvidé que Scarlett ya había usado la carta del dolor de estómago cuando tardamos en llegar a causa de mi sesión de besos con Ela.

—Esta hamburguesa me cayó mal —digo apartando el plato de mi vista.

—Deberías irte a casa —dice Camila con cara de preocupación.

—Sí, es lo mejor —tomo mis cosas y me levanto. Scarlett rueda los ojos cuando la veo— Adiós

Lo lamento, Scarlett. Tú me pediste ayuda para salvar a tu amor y el amor requiere sacrificios.

—Nos vemos luego —Teo me acompaña a la salida.

—Tu trabajo debe ser muy difícil, tener que seguir a Ela todo el tiempo.

—Sí lo es, llevo tres años trabajando para ella, la verdad empecé como su guardaespaldas y terminé siendo también su chófer —se encoge de hombros—aunque no me quejo, la paga es muy buena y Ela siempre ha sido muy buena conmigo.

—¿Vas a recogerla? —pregunto mientras caminamos por la calle.

—Sí. Antonio Montgomery dará una fiesta y la llevaré allí.

Antonio, el modelo más famoso y millonario de la ciudad. Siento una punzada de tristeza invadirme.

—Debe ser genial.

—No suenas muy convencida ¿sí sabes quién es Antonio Montgomery?

—Sí —le sonrío como puedo— ¿Crees que Ela y Antonio...?

Grítalo en silencioTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon