CAPÍTULO 16:LA PUERTA DEMONIACA

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Pov Narradora

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Se escuchaban sus pasos al bajar aquellas escaleras.
A medida que bajaban, la presión era cada vez más elevada. A su alrededor había una espesa neblina que hacía que les costase un poco ver mas alla de sus narices.

Pero de repente esta fue aclarandose y disipandose, revelando un terreno plano y desolado

—¿Que sitio es este?—preguntó Mark viendo a todos lados en busca de alguna presencia humana

—La puerta demoniaca...—respondió Kidou con seriedad recordando lo que habían dicho aquellos dos tetricos ancianos.

Todo estaba en silencio, y no parecía que fueran a recibir una cálida bienvenida a pesar del aire cálido que casi quemaba.

Hasta que un ruidito les puso en alto a todos. Eran sonidos metálicos: cadenas
—¡Kidou! ¡Hermano!

Era una voz femenina y aguda, era muy reconocible el sollozo que se calló. 

Inmediatamente todos los adolescentes fijaron su vista en dirección a donse había surgido la voz. Y alli la vieron. Haruna vestía unos extraños ropajes rojos y negros, pero lo mas distintivo era que estaba encadenada a un altar de piedra. Trataba de soltarse pero sus manos temblorosas le dificultaban la tarea.

La piel de los jugadores se erizó.

—¡Haruna!

Kidou quiso acercarse a ella, ir a por su adorada hermana, pero una voz se lo impidió.

Fue en ese momento que se percataron de que al lado de la chica había dos de aquellos demonios. Uno era el que había tomado a Haruna en. Campo de entrenamiento de Japón, y la otra era del equipo ese demoniaco tambien.

Su presencia era indeseada, no querían que estuvieran alli arruinando todo por unos sentimientos fraternales hacia su "reina".
Por lo que su actitud era arrogamte

—¿Osais interrumpir nuestra ceremonia? Malditos humanos—comentó con desdén Destra

Kidou se puso en posición parecía a punto de darle un puñetazo a alguien.
Realmente era extraño ver al calmado estratega a punto de actuar de manera agresiva.
Apretaba los puños de manera rabiosa viendo como estaba tan cerca de su hermana pero a la vez tan lejos. Lo peor era el modo en el que aquellos seres la trataban, como si no fuera mas que un objeto de diversión

—¡Soltad a Haruna!—exigió el de gafas

—Que te lo has creído, no soltaremos a nuestro sacrificio para el rey de los demonios

Conocían la leyenda, y sabían cual era el papel de su amiga en todo aquello. Un sacrificio humano, iban a robarle el alma para que fuera absorbida por aquel gran demonio y asi renacer de entre la tierra profunda en la que descansaba

Y claro, eso era el futuro menos deseado para Kidou con respecto a su hermanita.
Preferiblemente, quería ser egoísta y tener a Haruna en un convento de monjas para que nadie se la quitase de su lado. ¿Celoso? Nahh.

—¡Quitadle la mano de encima! ¡Me da igual el reino infernal, o el mundo en si, pero no permitiré que nadie le haga daño a mi querida hermana!—volvió a exigir.

Las palabras del jugador provocó una sonrisa socarrona en los demonios, viendose entre ellos de manera superior.
—¿Y que haras al respecto? ¿Enfrentarte a nosotros? Un simple humano, eso es lo que eres, no tienes oportunidad contra nosotros.—se burlaron de él, sin saber que Kidou haría de todo y más por ella.

•°Inazuma Eleven°•[Paolo Bianchi/Fidio Aldena x Oc]Where stories live. Discover now