•°Inazuma Eleven°•[Paolo Bianchi/Fidio Aldena x Oc]

CAPÍTULO 25:EL INICIO

Pov Anissa

Observé a Haruna conectar su portátil con la televisión de nuestra sala de reuniones, donde veíamos los partidos. Sin embargo esta noche no veríamos ningún partido, sino que queríamos hacer una videollamada
En la pantalla antes negra aparecieron unas personas vestidos con el chándal del Raimon. En Japón era de día, mientras que aquí, en Liocott era de noche. Al vernos todos sonrieron acerándose a la cámara para saludándonos.

—¡Holaaaaaaa!—saludaron en un gran chillido.

Me quedé callada unos segundos, ladeando la cabeza mientras contaba a las personas alli presentes.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis.....veinte....veintisiete....

—¿Pero que...?—exclamé apuntandolos al contar muchas más personas de las que me acordaba que éramos en un principio

Ante mi reacción muchos sonrieron, y Handa se dispuso a explicarnos el porqué había tantas personas usando el uniforme del Raimon.
—Desde que se enteraron que había jugadores del Raimon entre la formación del Inazuma Japón para el torneo FFI no hemos parado de recibir inscripciones para el club.

Aquello era simplemente impresionante, así que hinché el pecho orgullosa.

—¡Y aún tenemos más noticias!—exclamó Kurimatsu apareciendo en pantalla—¡Miren!

Alejaron la cámara de enfrente de ellos, llevándola al exterior del gimnasio. Y entonces lo vimos. Era la caseta del club, pero ya no era la caseta ruinosa de siempre, ahora ya no parecía caerse a pedazo.

Sentí mis labios temblar, y mis ojos cristalizarse. Aquel club viejo, en el que habíamos iniciado con tan pocas personas, ahora era un club renovado y repleto de jugadores. Era una imagen tan bonita para mi que no pude contenerme y tuve que sorber la nariz y limpiarme las primeras lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos.

Desde el otro lado de la línea todos sonrieron, mirándose.
—Vamos chicos, listos...¡Inazuma Japón, fight!—exclamaron todos al otro lado animándonos para el partido de mañana.

Estuvimos hablando un buen rato con todos, dándonos cada vez más noticias buenas. Para cuando cortamos la llamada ya era muy de noche.
A pesar de la hora y que mañana teníamos la final, todos decidieron salir al campo de entrenamiento en el que aquella tarde habíamos tenido un partido de entrenamiento contra Orpheo.

—Anissa, Endou, ¿os venis a entrenar?—nos preguntó Gouenji viendo como nos quedábamos en el sitio y simplemente les observábamos desde lejos.

Miré a Mamoru, y él me miró, sonreímos mientras negábamos con la cabeza.

—Nah, id vosotros—dije.

Vimos a Gouenji salir a entrenar un poco con todos,  de energía por haber llegado tan lejos. Nosotros subimos a las habitaciones y nos sentamos en la cama de su cuarto.
Allí observamos el cartel de la caseta del club que nos llevamos desde Japón para que fuera nuestro amuleto de la buena suerte.

Apoyé mi cabeza sobre su hombro, mientras él pasaba un brazo sobre mis hombros. Todo empezó con nosotros dos y ahora estábamos los dos rememorando todo por lo que habíamos vivido.
—Cómo cambian las cosas ¿eh?—recibí un asentimiento por su parte—Y pensar que al principio solo eramos tu y yo...

Aún me acordaba de nuestro primer día en el club de fútbol, el mismo día que iniciamos en la secundaria Raimon. Cuando fuimos a apuntarnos al equipo, hablando con el señor Fuyukai, nos llevamos la desagradable sorpresa de que no había club de fútbol. Pero ni yo ni Mamoru íbamos a aceptar otro club que nos fuese el de fútbol, por lo que lo creamos. Aki fue la primera en unirse junto a mi en el trabajo de gerentes y poco después lo hicieron Handa y Someoka. Cuando estuvimos en segundo, se unieron Kabeyama, Kurimatsu, Shorinji y Kinkai.