001. MI MEJOR AMIGO SE PRUEBA UN VESTIDO DE NOVIA

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Percy.

Mi pesadilla empezaba así:

Estaba en una calle desierta de un pueblito de la costa, en mitad de la noche, y se había desatado un temporal. El viento y la lluvia azotaban las palmeras de la acera. Una serie de edificios rosa y amarillo, con las ventanas protegidas con tablones, de alineaban a lo largo de la calle.

A solo una manzana, más allá de un seto de hibisco, el océano se agitaba con estruendo.

<<Florida>>, pensé, aunque no estaba muy seguro de cómo lo sabía. Nunca había estado en Florida.

Luego oí un golpeteo de pezuñas sobre el pavimento.

Me di la vuelta y vi a mi mejor amigo Grover corriendo para salvar el pellejo.

Si, he dicho pezuñas.

Grover era un sátiro. De cintura para arriba, parece el típico adolescente desgarbado con una pelusilla de chivo y un serio problema de acné. Camina con una extraña cojera, pero nunca adivinarías que hay algo en el que no es humano, a menos que lo sorprenderás sin pantalones (cosa que no les recomiendo). Unos tejanos holgados y unos zapatos con relleno disimulan el hecho de que tiene pezuñas y unos cuartos traseros.

Grover había sido mi mejor amigo en sexto curso y había participado conmigo y tres chicas llamadas Zashenka, Annabeth y Meredith (la conocí en sexto curso pero no hablábamos) en nuestra aventura para salvar el mundo. Pero no lo había visto desde el mes de Julio, cuando emprendió solo una peligrosa búsqueda de la que ningún sátiro había regresado.

El caso es que, en mi sueño, Grover venía huyendo con la cola entre las patas y los zapatos en las manos, como hace siempre que necesita moverse deprisa. Paso al galope frente a las tiendas para turistas y los locales de alquiler de tablas de surf, mientras el viento doblaba las palmeras casi hasta el suelo.

Grover estaba aterrorizado por algo que había dejado atrás. Debía de venir de la playa, por qué tenía el pelaje cubierto de arena húmeda. Había conseguido escapar y ahora trataba de alejarse de algo.

Un rugido estremecedor resonó por encima del fragor de la tormenta. Detrás de Grover, en el extremo de la manzana, surgió una figura indefinida que aplastó una farola, que acabo estallando en una lluvia de chispas.

Grover dio un traspié y gimió de puro terror mientras murmuraba: <<Tengo que escapar. ¡Tengo que avisarles!>>

Yo no lograba ver quien o que lo perseguía, pero oía a aquella cosa refunfuñar y soltar maldiciones. El suelo temblaba a medida que se aproximaba. Grover doblo a toda prisa una esquina y titubeo; se había metido en un patio sin salida, lleno de tiendas y ya no tenía tiempo de retroceder: La puerta más cercana se había abierto con los embates del temporal. El letrero que coronaba el escaparate, ahora sumido en la oscuridad, ponía: <<VESTIDOS DE NOVIA ST. AUGUSTINE.>>

Grover entro corriendo y se ocultó tras un perchero repleto de vestidos de novia.

La sombra del monstruo paso por delante de la tienda. Yo incluido podía olerlo. Era una combinación repugnante de lana mojada y carne podrida, con ese agrio olor corporal que solo los monstruos son capaces de despedir; algo así como una mofeta que solo se alimentará de comida mexicana (ojo chicas, si alguna es mexicana no se ofendan yo solo agrego cosas del libro, mi intención nunca a sido ni nunca será ofender a alguien).

Grover temblaba tras los vestidos de novia y la sombra paso de largo.

Ya no se oía nada más que la lluvia. Grover respiro hondo.

Percy Jackson y El Mar de los Monstruos || Percy Jackson Y Tu ||  [Completa]Where stories live. Discover now